El País
Julio César Casma*
22 de marzo de 2016
Latinoamérica registra avances importantes en agua y saneamiento, pero aún queda mucho para alcanzar la meta de acceso universal.
Muchos podrían pensar que el agua que usamos para
asearnos, preparar nuestras comidas y realizar diversas actividades
siempre estará disponible y esto no es necesariamente cierto. El agua,
como todo recurso natural, es limitada y puede acabarse.
familia rural junto a un pozo de agua potable en Paraguay. Renato Nardello Banco Mundial |
Quienes no tienen acceso a la red de agua potable
conocen mejor del tema. En América Latina, a pesar de los avances
sociales y económicos recientes, 106 millones de personas aún no cuentan
con un baño digno en casa y 34 millones no tienen acceso a agua potable
de forma sostenible. ¿Es realmente posible que la población hoy día y
las futuras generaciones puedan contar con ambos servicios de manera
continua?
En el Día Mundial del Agua que
se celebra cada 22 de marzo, les dejamos seis de los principales
desafíos a los que se enfrenta el sector de agua y el saneamiento en
América Latina.
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Garantizar agua para una población en crecimiento
En la actualidad, el 91% del mundo tiene acceso al
agua potable y sólo el 68% tiene acceso a un baño en condiciones
adecuadas. Sin embargo, con el constante y rápido crecimiento de la
población, la cantidad de agua que se necesitará será cada vez mayor, y la dependencia a fuentes adicionales de agua también aumentará, sin mencionar su impacto en los presupuestos.
Esto ocurre especialmente en Latinoamérica, la región
con mayor crecimiento urbano en el mundo. Si bien Brasil, Colombia y
Perú son tres de los países con
más agua dulce a nivel global, un porcentaje importante de la población
aún no cuenta con servicios adecuados de agua potable y saneamiento.
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Ampliar los servicios de agua y saneamiento hasta los lugares más alejados
En la región, 8 de cada 10 pobladores rurales tienen
acceso a agua potable. En las áreas urbanas, esta cifra es del 97% de la
población. Encontrar nuevas formas de llevar agua y saneamiento a los
lugares más alejados permitirá mejorar la calidad de vida, salud,
rendimiento académico y productividad laboral en las zonas rurales.
-
Baños dignos al alcance de las familias
Sin un baño en correcto estado, las familias seguirán
expuestas a problemas de salud. Pero contar con uno en casa tiene un
alto grado de complejidad. A diferencia de un celular o un televisor,
los baños no se pueden comprar listos para usar ni tienen una línea de
orientación al consumidor. A esto se suma el elevado costo que supone la
construcción de un baño, a la vez que la falta de financiamiento
restringe las posibilidades de muchas familias.
Dar respuesta a esta compleja situación requiere de
la participación no sólo de los gobiernos. La empresa privada también
juega un rol fundamental. En Perú, donde uno de cada cuatro habitantes
no cuenta con un inodoro en condiciones adecuadas, el proyecto MiBaño, una iniciativa del sector privado y del Banco Mundial encabezada por la Sociedad Nacional de Industrias del Perú, promueve el saneamiento en todo el país a través de baños prefabricados y completos que se pueden comprar prácticamente listos para usar.
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Verificar y reparar fugas en tuberías para evitar pérdidas
Otro de los grandes desafíos del agua y del saneamiento en América Latina es la baja calidad del servicio. Aunque
las estadísticas muestran que una gran parte de la población tiene
acceso a estos servicios, la realidad puede ser distinta.
Un porcentaje alto de cobertura no indica si el servicio es eficiente, lo cual sucede en casi todos los países. En
diferentes lugares, el agua solo llega un par de horas a la semana y
usualmente no es pura o de buena calidad. El problema principal es que
gran parte del agua potable se pierde durante su transporte a los
hogares, en las tuberías rotas o sin mantenimiento. Mejorar la calidad
del servicio implicaría también determinar si el costo de las tarifas es
suficiente para proveer un buen servicio a la vez que son acordes con
los ingresos de los usuarios.
Una vez que el agua ha sido usada, debería seguir un
tratamiento ya sea para regresar al medio ambiente o para su posterior
reutilización. Sin embargo, en toda la región, aún el 70% de las aguas
residuales se arroja al medio ambiente sin recibir un tratamiento
adecuado
-
Seguridad hídrica ante todo
Tres cuartas partes del mundo están cubiertas de
agua, sin embargo, sólo el 2% de este total es dulce. Asegurar agua
suficiente para cubrir las necesidades de la población es unos de los
mayores retos para los próximos años.
La variabilidad climática que produce sequías, aunada
al incesante crecimiento de las ciudades aumenta el estrés hídrico, y
si no se aprovecha mejor cada gota, será cada vez más difícil brindar
agua potable, regar los cultivos, o generar la energía que requieren las
industrias y las ciudades.
Según los expertos, es indispensable que América Latina revise
y modernice sus políticas relacionadas al agua y saneamiento, así como
la forma en la que se gestionan los servicios, la planificación, el
financiamiento y el mantenimiento de los mismos.
-
Involucrar a todos
Para disminuir las brechas que existen en agua y
saneamiento se necesita, además, de mayores inversiones, reordenar las
instituciones responsables y sus enfoques en la gestión de ambos
servicios. No es una tarea de un solo actor, se necesita contar también
con el apoyo del sector privado, la sociedad civil y de la cooperación
técnica y financiera de organismos multilaterales de desarrollo. Todos
estos participantes son claves para enfrentar los problemas regionales
de agua y saneamiento.
Como parte de los esfuerzos por concretar el acceso
universal al agua y saneamiento, recientemente se celebró en Lima, Perú,
la conferencia LATINOSAN 2016. En ella, representantes de 16 países de América Latina y el Caribe acordaron trabajar conjuntamente para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030. La meta establecida es la de proveer servicios sostenibles de agua potable y saneamiento para toda la población de la región, asegurando la futura disponibilidad del recurso frente al cambio climático y al aumento de la demanda.
* Julio César Casma
es productor online del Banco Mundial / Con colaboración de Yehude
Simon, oficial de comunicaciones de la Práctica Global de Agua del Banco
Mundial.
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