martes, 31 de diciembre de 2013

Nuestro 2013



 



domingo, 29 de diciembre de 2013

El paro nacional agrario, la ruana dejó de ser un abrigo


El Espectador
Por: César Pachón (Líder del movimiento Dignidad Agropecuaria Colombiana.)
28 de diciembre de 2013

Las prolongadas manifestaciones, en especial en Cauca, Nariño y Boyacá, obligaron al Gobierno a negociar con los campesinos, quienes denunciaron excesos de las autoridades. 

El paro nacional agrario, la ruana dejó de ser un abrigo
Fotografía: Gustavo Torrijos. El Espectador

Recuerdo una noche que logré volver a mi casa. Era la una de la madrugada y mi esposa me esperaba despierta. Hacía varios días que no se despegaba de la radio esperando noticias de nosotros. Mientras tanto, en las carreteras, el Esmad nos estaba acabando y el presidente Santos decía que “el tal paro agrario no existía”. Yo llevaba varios días sin dormir, sin comer bien, mi cuerpo estaba muy exigido; sin embargo, esa noche no pude dormir. Me acosté al lado de ella y esperé a que se quedara dormida. Me quedé mirándola y en silencio pensaba que podía ser la última vez que la vería así. Mi vida y la de otros líderes por esas horas corrían mucho peligro, pero yo no le podía decir eso porque no me dejaría ir.

Dos años antes de esa noche mi vida cambió y no volvió a ser la misma. Cansado de vender mis productos a un precio muy por debajo de los costos de producción, con los bancos enviándome cuentas de cobro que no podía pagar, no tenía con qué sembrar más. Con la esperanza de tener alguna vez una casa me dije “no más”. El poco dinero que tenía lo usé para echarle gasolina al carro e ir por los pueblos a hablar con la gente; allí rápidamente descubrí que mi situación era igual a la de otros y que sólo faltaba unirnos.

Fue un trabajo muy duro y muy lento. Al principio éramos pocos, pero no dejábamos un pueblo sin antes dejar un comité montado. Un grupo de gente con quién comunicarnos, con quién socializar las propuestas. La organización fue nuestra mayor fortaleza. El 16 de noviembre de 2011 tuvimos nuestro primer paro cebollero. Llegué temprano al punto de concentración y comencé a escuchar el ruido de los motores y tractores que iban llegando, veía a los campesinos que de a cientos iban llegando con pancartas y con las consignas que habíamos sostenido durante meses. Ahí, por primera vez, sentí que sí podíamos, que teníamos un objetivo común, que nuestra situación podía cambiar.

Ese día la ruana dejó de ser un abrigo para convertirse en un símbolo de resistencia y supe que eso debía crecer hasta convertirse en lo que terminó siendo el paro nacional agrario de este año.

Hay una imagen y una frase que siempre vienen a mi cabeza cuando recuerdo el paro: “Ingeniero: pase lo que pase, no vaya a renunciar a esto”. Esa frase me la dijo un compañero herido por arma de fuego en plena represión del Esmad. La ambulancia se había demorado más de tres horas y la ruana blanca se llenaba de sangre. Esa imagen, ese recuerdo, es uno de los tantos que me mantienen con fuerza y que me dan el coraje para continuar persiguiendo los mismos ideales de siempre. Claro que han llegado decenas de propuestas para alejarnos de nuestro camino, pero se olvidan que nosotros no perseguimos un puesto, un dinero o un bien material.

Queremos algo más fundamental: que se nos respete nuestro derecho al trabajo. Que en el campo se pueda tener una vida digna, que nuestros hijos puedan estudiar, que nuestros padres y abuelos puedan tener una salud de calidad, y que cuando vayamos a vender nuestros productos nos los paguen a un precio justo.

Siempre digo que la mayor ganancia del paro fue crear conciencia. La unión de los campesinos con las grandes ciudades fue algo sin precedentes. Lo que era con los campesinos era con todos. El pueblo estaba cansado y el paro fue un despertar, fue demostrarles a todos que al colombiano sí le interesa su país, sí le interesa saber quién lo gobierna, y sí se puede unir y movilizarse en pos de un objetivo común.

A veces extraño mi vida anterior, cuando era libre. Estos días me han invitado a comuniones, matrimonios y no he podido ir por culpa de amenazas en contra de mi vida. En estas épocas extraño más la novena en mi barrio, vestirme de Papá Noel y conseguir regalos, compartir con humildad alrededor de una aguapanela, de un pesebre. Lo extraño, pero mientras el objetivo no se cumpla debo seguir aquí.

Todavía no tengo la suerte de tener un hijo, pero sé que ese día le podré decir que los campesinos dimos la vida por Colombia y que el tal paro agrario sí existió.


sábado, 28 de diciembre de 2013

Gobierno busca transformación del agro a partir del próximo 21 de enero


El Espectador
27 de diciembre de 2013

A partir de esa fecha el Ministerio de Agricultura instalará una mesa de trabajo con los campesinos para discutir varios puntos. 

Gobierno busca transformación del agro a partir del próximo 21 de enero
Foto El Espectador
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) acordaron instalar en la tercera semana de enero una mesa técnica donde se discutirán los temas planteados por esa organización que serán integrados a más de 800 propuestas que se han recogido por todo el país dentro de la construcción del Gran Pacto Social por el Agro y el Desarrollo Rural.

Así lo acordó el viceministro de Desarrollo Rural, Aníbal Fernández de Soto, durante su intervención en el Foro Regional de ANUC, celebrado en Popayán, con la participación de alrededor de 250 asistentes que expusieron sus inquietudes en compra de tierras, vivienda rural y proyectos productivos.

Cuatro puntos serán objeto de análisis en la mesa técnica, cuya instalación está prevista para el próximo 21 de enero.

En primer lugar, un plan de trabajo a partir de las iniciativas presentadas por la ANUC y líderes de seis municipios del Cauca; la revisión del Decreto 1987 por el cual se organizó el sistema de actividades públicas, privadas y de inclusión social para el cumplimiento del Pacto Nacional por el Agro y el Desarrollo Rural; la posibilidad de que los campesinos tengan mayor acceso al programa de vivienda social rural y mayor asistencia técnica para la formulación de proyectos productivos.

El viceministro Fernández de Soto sostuvo que este es un Gobierno dialogante, consciente de los problemas estructurales del campo. Por eso, la invitación a la ANUC es “a ponernos de acuerdo en lo fundamental para crear participativamente una política pública de transformación del agro. A construir una mesa de trabajo para mirar cómo evitamos un problema interétnico y hacemos del Cauca un territorio próspero y de paz”.

El viceministro de Desarrollo Rural dijo que el propósito del Gobierno es oír a todo el campesinado, cubrir la mayor cantidad de escenarios, oyendo lo que tienen que decir.

Añadió que el campo viene sufriendo décadas de una institucionalidad que no se compadece con el agro y viene surgiendo un nuevo tejido social que dice: estamos cansados de gritar y que no nos oigan.
“El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural está atendiendo ese reclamo, volcándose a la ruralidad, buscando las mejores soluciones de forma integral, y lo está haciendo de manera sincera, generando confianza, y tomando decisiones importantes en las mesas de diálogo con lecheros, cebolleros y paperos. Se han tomado medidas de corto plazo y se avanza en un proceso de construcción de las soluciones dentro del Gran Pacto por el Agro”, agregó.

Añadió que el Decreto 1987 de septiembre de 2013 será ajustado para lograr una mayor presencia y darles mayor voz a las organizaciones campesinas y los gremios del sector productivo en los Consejos Seccionales de Desarrollo Agropecuario (CONSEA).

En este sentido, expresó que el reto es construir de abajo hacia arriba una gran política de Estado para el agro y justamente el Viceministerio de Desarrollo Rural es nuevo y obedece a un clamor, porque la institucionalidad no estaba lista ni preparada y el reto es darle más poder a las gobernaciones, fortalecer el rol de los alcaldes y generar un mayor fortalecimiento de la base campesina.

“Hemos recorrido el país oyendo propuestas, reclamos, iniciativas en infraestructura, vías terciarias, soluciones de vivienda, acceso a la educación, a la salud, TIC, seguridad. Ver el campo en su integralidad que es la apuesta del Gobierno y el Estado somos todos y entre todos tenemos que construir”, puntualizó.


viernes, 27 de diciembre de 2013

Serrat que ahora tiene 70 años


El País
27 de diciembre de 2013 

 

- Hoy viernes el cantautor cumple siete décadas y casi medio siglo de carrera musical

- En 1964 cantó por primera vez en el programa 'RadioScope' de Radio Barcelona



Fue el primer intérprete que proyectó la Nova Cançó en las listas de éxitos con una canción en catalán y el fenómeno de los fans entre Els Setze Jutges. Serrat confirma la aparición de un nuevo modelo de cantante que ha sido enunciada por Raimon y que gracias a él, por su proyección popular, pone el cartel de “No hay entradas” en teatros y auditorios. Desde aquellas primeras canciones ingenuas y de factura naïf, Una guitarra, Ella em deixa, la lírica serratiana desembocará en el grito generacional de Ara que tinc 20 anys y la adhesión a un paisaje catalán y mediterráneo con Cançó de matinada. Creaciones como La Tieta y Cançó de bressol señalan su primer Everest coronado. Como el Dylan de Like a rolling stone Serrat ensancha con ambición su horizonte estilístico.

Después de Raimon con los versos de Salvador Espriu y Paco Ibáñez con los poetas clásicos y contemporáneos de la lengua castellana, Serrat traslada la lírica de Antonio Machado –siguiendo los pasos de Alberto Cortez- al cancionero popular. Una musicalización de factura descaradamente pop que le reporta las críticas de los más puristas y el agradecimiento del Gremio de Libreros de Madrid por haber colaborado en las ventas de los libros del poeta hasta aquel momento minoritarias. Poetas como Rafael Alberti, Joan Salvat-Papasseit, Josep Carner, J.V. Foix, Mario Benedetti o Miguel Hernández se sumarán progresivamente al álbum serratiano.

El franquismo lo condena varias veces al ostracismo o en su caso al veto televisivo, entre otras prohibiciones, pero la figura de Serrat saldrá siempre victoriosa de los desafíos y censuras. Al otro lado del Atlántico países como Argentina, México o Chile lo acogen como uno de los suyos desde su primera visita a finales de la década de los sesenta. Se le compara con Gardel y se le abren los teatros hasta entonces vetados a la música popular. Durante los años más duros de las dictaduras latinoamericanas las canciones de Serrat se convierten en refugio o botiquín de primeros auxilios para muchos hombres y mujeres. Serrat es el cantor de la esperanza y la libertad.

Serrat cumple setenta años con el aval de ser uno de los intérpretes que ha colaborado en la transformación cultural de un país. La figura de Serrat ilumina estas casi cinco décadas de música popular como la de los grandes creadores que han ayudado a cambiar la sensibilidad de su tiempo y su sociedad. Un cantante y autor, a la vez, culto y popular. Las canciones de Serrat enlazan con la sentimentalidad y argumento de una canción popular española, la copla, y al mismo tiempo, contemporáneas de una canción europea de acento lírico. Es el Serrat que se reconoce en Aznavour y Rafael de León, en Brel y Concha Piquer, en Carlos Gardel y la Chanson francesa. Una cocina melódica que ha acabado dando esa mezcla de sabores irresistibles para una diva como la italiana Mina o una voz como la de Silvia Pérez Cruz.

Su penúltima aventura ha sido a bordo del Titanic y en compañía de otro soñador –también en otro tiempo como él de pelo largo- y ahora de barba canosa. El dúo Sabina y Serrat ya forma parte de la historia y el futuro vuelve a ser una página en blanco para escribir. Quizás es el momento de ir pensando en ese medio de siglo de canciones sobre los escenarios que espera al girar la esquina…


miércoles, 25 de diciembre de 2013

navidad 2013



miércoles, 4 de diciembre de 2013

Colabóreme, ¿sí?


El Espectador
Diego Aristizábal
1 de diciembre de 2013

“Colabóreme”, resulta que esa es una de las palabras que más escucho en este país de favorcitos, en este país de conchudos sinvergüenzas. 

Los malos estudiantes se acercan al profesor y con la carita más lastimera dicen: “Profe, colabóreme, mire que yo no fui tan mal estudiante, póngame el tres, no ve que de 2.5 a 3.0 no es mucha la diferencia”. Mientras tanto el profesor piensa que si no lo fuera no tendría por qué estar en esa situación tan incómoda.

La pobre señora que hace el aseo en una residencia donde se gana un sueldo mínimo, que no se lo pagan a tiempo porque el “pobre” patrón vive quejándose de que el negocio no da así todas las residencias estén llenas, debe soportar el lamento del jefe que dice: “Vea, colabóreme, no ve que ya no tengo mensajero, ni tampoco vigilante, colabóreme, vea que las cosas no están fáciles”. Y así entonces, lo que hacían tres ahora lo hace una persona, que por culpa de los abusos de la colaboración, llega dos horas más tarde a su casa con la misma ausencia de dinero, pero a ella nadie le colabora.

Lo mismo pasa con el conductor que al meterse en contravía, o al pasarse un semáforo en rojo, o un “discreto” Pare, o lo que sea, al ver al policía de tránsito al lado de su ventanilla le dice: “Señor agente, colabóreme, mire que yo no lo hice con mala intención, mire que el sueldo a duras penas me alcanza”. Lo mismo pasa en los juzgados, en la política, en tantas cosas. “Colabóreme” ¿sí?, dicen enérgicamente las voces que hacen lobby.  

Este es el país del “colabóreme” porque finalmente aquí nadie es culpable de nada, la culpa aquí siempre es del otro o, en el peor de los casos, la culpa es del sistema. Por eso, cuando no se le “colabora” a quien se lamenta, se escuchan frases como: Yo no perdí, el profesor me hizo perder; yo no cometí una infracción, el señor agente me multó porque no encontró a otro pendejo. Y en el caso de los malos jefes, cuando alguien no les “colabora”, no dudan en decir: “Definitivamente la gente aquí es muy malagredecida”. Ni qué decir de lo que pasa en la política.

“Colabore con el artista”, dice aquel que se sube al bus y canta terriblemente o recita “Desiderata” como si fuera la gran pieza de la literatura universal. “Colabore con la causa”, le dicen a los pobres niños que ingresan obligados a la guerrilla y no saben ni un ápice qué es eso de la causa. Los mismos curitas, o las hermanitas adoratrices de no sé quién, ruegan antes de terminar las eucaristías para que sus feligreses “colaboren”, sean generosos para que se puedan hacer los arreglitos pertinentes.

Cómo se confunde ese asunto de ayudar porque se quiere y ese asunto de abusar del otro que teme y no es capaz de decir NO como una forma de dignificarse. Aquí abusamos de la buena voluntad, del miedo que muchos tienen a perder algo. “Colaborar” en este país se volvió una horrible forma de atropellar. “Colabóreme, ¿sí?, no sea mugre”.

@d_aristizabal


lunes, 2 de diciembre de 2013

El campo protesta de nuevo


El Espectador
Héctos Sandoval
1 de diciembre de 2013

Cerca de 10.000 campesinos marcharán mañana en Bogotá argumentando que los incumplimientos del Gobierno, tras el paro agrario de agosto y septiembre, persisten. 

El campo protesta de nuevo
Cientos de campesinos marcharon en agosto de este año en Bogotá, apoyando el paro agrario. / Luis Ángel
 Aunque el Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, ha estado empeñado desde septiembre pasado en la construcción de un Pacto Nacional Agropecuario que busca convocar a diferentes organizaciones del sector en todo el país para formular políticas de largo aliento que le den un vuelco a la difícil situación del campo, desde los gremios del agro se oyen voces que critican su lento avance.

Además, Dignidad Nacional Agropecuaria, que lideró las protestas campesinas en agosto y septiembre de este año, reclamó que hasta ahora no ha sido incluida en los diálogos a los que han asistido miembros del Gobierno, el Banco Agrario, Incoder y algunas organizaciones campesinas del país.

César Pachón, representante del Movimiento Dignidad Papera, dijo que a lo anterior se suma que el Gobierno ha incumplido los tratos hechos con los representantes de los agricultores. Entre ellos, los relacionados con el medio ambiente y la minería. “Pareciera que al presidente Juan Manuel Santos sólo le preocupara cumplir con el llamado pacto agrario y con la gran minería, los cuales no avalamos. No son una solución real para 12 millones de campesinos”.

Por eso anunció que cerca de 10.000 agricultores provenientes de Boyacá, Cundinamarca y otras regiones del país, marcharán mañana desde el Parque Nacional de Bogotá hacia la Plaza de Bolívar, para reclamar de nuevo al Estado por el incumplimiento de los tratos sellados tras el paro nacional agropecuario. “Invitamos a diferentes comunidades campesinas, indígenas, afros, y a sectores de la población civil, como la salud, la educación y la industria, para que nos acompañen”, dijo Pachón.

Frente al anuncio de las manifestaciones, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, consideró injustas estas voces de protesta debido a que las organizaciones campesinas han sido escuchadas por el Gobierno. En su opinión, el hecho de convocar a una marcha a estas alturas del año tiene más tinte político que agrario.

Otra de las quejas de los organizadores de la marcha es que, tras los acuerdos logrados después del paro, no se ven resultados en materia de reducción del precio de los fertilizantes ni en la facilitación para que los campesinos se pongan al día con sus deudas ante el Banco Agrario.

Además, según Pachón, otro inconformismo radica en que a la hora de verificar en qué va el cumplimiento de los pactos, el Gobierno envía “funcionarios sin poder para la toma de decisiones”.

Pese a los reclamos de las organizaciones campesinas, el Gobierno sostiene que los apoyos al campo han sido efectivos y que medidas como el acceso a fertilizantes más económicos y dar facilidades para que los campesinos paguen sus deudas se han hecho reales.

En una de las reuniones encaminadas a consolidar el pacto (la más reciente fue en Yopal, Casanare), el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde dijo: “Estamos haciendo de este pacto una herramienta fundamental, para lanzar el próximo año una política de Estado para la ruralidad colombiana”. Sin embargo, el presidente de la SAC ve que las cosas todavía no están avanzando al ritmo que debieran hacerlo.

“Si un campesino no tiene la tierra titulada, no tiene posibilidades de acceder a créditos, ni a los beneficios que podemos tener en los sectores financiero y agropecuario, y no crece económicamente, sino que seguirá condenado a sobrevivir, eso llevará consigo el retroceso del campo colombiano”, dijo el ministro de Agricultura en una de las reuniones encaminadas a consolidar la política agropecuaria de largo plazo.

domingo, 1 de diciembre de 2013

graduados 2013




Grados de bachiller y preescolar 2013 de la Escuela Rural Paramito y sus diversas sedes en las veredas de Barichara. 

Se graduó la tercera promoción de bachilleres: 10 en total este año. Hubo tiempo para la misa, los discursos, las togas, las fotografías...

Unos acaban una etapa, los bachilleres y otros comienzan otra, acaban el preescolar y comenzarán la primaria... 

Un logro acabar el bachillerato... veremos cuál es el siguiente paso... tal vez emigrar a trabajar a la ciudad o quedarse en el campo ayudando a la familia. Pocos podrán seguir estudios superiores. El gobierno no suele dar estos apoyos: si no ayuda a los campesinos, mucho menos a la educación superior de sus hijos. 

El SENA será una buena opción para algunos y otros seguiran el camino de sus padres: intentar vivir dignamente de la tierra...