sábado, 31 de marzo de 2012

dignidad campesina



jueves, 29 de marzo de 2012

domingo, 25 de marzo de 2012

Fallece el escritor italiano Antonio Tabucchi a los 68 años en Lisboa


Por: Antonio Jiménez Barca / Pablo Ordaz
El País

Él lo confesó en alguna entrevista: muy frecuentemente soñaba en portugués. Antonio Tabucchi, el novelista italiano enamorado de Pessoa, de Lisboa, de Portugal y de la lengua portuguesa, murió la mañana de hoy domingo, a los 68 años, de un cáncer en el hospital de la Cruz Roja de la capital lusa, donde será enterrado el jueves, dando tiempo, según explicaba su viuda, a que se acerquen a Lisboa todos sus amigos franceses, italianos y españoles. Los telediarios portugueses, los boletines de radio, las ediciones digitales de los periódicos abrieron durante todo el día con la muerte de un escritor al que consideran suyo. Y su voz, en su perfecto portugués lastrado por su sonoro acento italiano, se colaba en muchas entrevistas que le recordaban y en las que, entre otras cosas, aseguraba que una gran parte de sí mismo era portuguesa. "Tengo una casa en Lisboa, mi mujer es portuguesa, mi familia es medio italiana y medio portuguesa", añadía, como explicación.

Su mitad italiana también se ha emocionado con la noticia de su muerte. No en vano Tabucchi, fue para muchos jóvenes italianos su primera relación sentimental con la literatura. Nació en Pisa en plena guerra mundial y conservó siempre la misma casa de infancia de la Toscana: "Nací el 24 de septiembre de 1943. Aquella noche los americanos empezaron a bombardear Pisa para liberarla de los nazis. Mi padre, subido en una bici, nos trajo a mi madre y a mí hasta aquí, donde vivían los abuelos".

Traducido a 40 idiomas, era el escritor italiano más conocido en el extranjero, el orgullo de una Italia de la que no estaba orgulloso en gran parte por culpa de Silvio Berlusconi. Porque Tabucchi, además de autor de obras inolvidables –Sostiene Pereira, Dama de Porto Pim, Nocturno hindú o Réquiem—, fue muchas cosas más. En Italia, por ejemplo, era notoria su actividad como apasionado de la política y brillante polemista. En los últimos años, su bestia negra –y la de Italia—era Silvio Berlusconi. Su útlimo artículos publicado, que apareció en EL PAÍS coincidiendo con la caída del anterior primer ministro, se titulaba precisamente Desberlusconizar a Italia, que empezaba así: "Los mercados europeos han 'despedido' a Silvio Berlusconi. Es un alivio saber a un monstruo semejante apartado de la vida pública. Pero no será tan fácil desberlusconizar Italia ni erradicar el microbio que ha difundido por toda Europa".

Siempre supo dónde estaba. En un encuentro en Florencia en 1998, le confió al también escritor Manuel Rivas, que le preguntó, si no se sentía fuera de juego por su desencuentro con la tecnología: "Bueno, ¿sabe usted?, el fuera de juego es una posición que me conviene. En el fondo, todos los escritores están un poco fuera de juego, y sobre todo están fuera de juego los que creen que ocupan el centro del campo…".

Traductor de Pessoa

Tabucchi estudió y tradujo al mayor escritor portugués de todos los tiempos, Fernando Pessoa (1885-1935), al que también convirtió en héroe de ficción en algunos de sus escritos. Pero además se implicó a fondo, como en Italia, en la vida pública portuguesa. El secretario de Estado de Cultura, el escritor y editor Francisco José Viegas, resumió así el sentir de muchos: "Tabucchi no era solo el amigo íntimo de Lisboa, el amigo íntimo de nuestra literatura, el gran divulgador de Pessoa, era el más portugués de todos los italianos". Su novela más conocida, Sostiene Pereira, cuenta la historia de un periodista tristón, solitario y adicto a las omelettes a las finas hierbas de los cafés lisboetas que decide jugársela un día contra la dictadura de Salazar. Tabucchi no limitó su compromiso a la literatura: apoyó explícitamente a Mário Soares en su candidatura a la Presidencia de la República y, posteriormente, se presentó como candidato del Bloco de Esquerda para el Parlamento Europeo. En 2004 obtuvo la nacionalidad de un país al que pertenecía, de hecho, desde hacía muchos años antes, tal vez desde que en su juventud descubriera con asombro la obra de Pessoa y decidiera aprender portugués para poder leer sus libros en su lengua original.

Zita Seabra, responsable de la editorial Quetzal, donde Tabucchi publicó muchas de sus novelas en portugués, ha recordado a la agencia Lusa su conocimiento profundo del alma portuguesa, su rigor a la hora de aprobar las traducciones que se hacían de sus obras en portugués y su "mal genio" cuando la llamaba por teléfono porque el butano se le había acabado o el aspirador había dejado de funcionar.

La Casa de Pessoa de Lisboa le rendirá un homenaje particular: el 2 de abril organizará la lectura del único libro que Tabucchi escribió directamente en portugués, Réquiem. Antes, el jueves, será enterrado en el cementerio dos Prazeres, al norte de Lisboa, donde, en 1935, también fue enterrado Fernando Pessoa.

Fallece Antonio Tabucchi en Lisboa a los 68 años


viernes, 23 de marzo de 2012

"Qué difícil es hablar español"





Por: Tulio Elí Chinchilla
El Espectador
8 de marzo de 2012

Así se titula el video humorístico-musical de los hermanos Juan Andrés y Nicolás Ospina, colgado en YouTube y al que pudimos acceder desde El Espectador.com el pasado 3 de marzo.

Reviviendo el mejor estilo de Les Luthiers, los dos jóvenes bogotanos se mofan de las dificultades de comprensión idiomática surgidas de la polisemia multicultural del castellano (los múltiples significados que una palabra de uso cotidiano puede llegar a tener en España y en los países de Latinoamérica).

Con gracia y estilo refinado el dueto muestra lo que puede la creatividad musical unida al ingenio literario, cuando se trata de ironizar sobre temas tradicionalmente serios y académicos. Mensaje: la polivalencia semántica de expresiones tales como “estar mamado” (significa “estar borracho” en Argentina, “haber sido chupeteado” en la Península y “estar agotado” en Colombia) es signo de riqueza y diversidad cultural, aunque para un anglosajón ello constituya una barrera comunicativa casi infranqueable.

En verdad la polisemia es fenómeno común a todos los idiomas; todo símbolo está condenado a la multivocidad, sobre todo en el lenguaje natural en el que las palabras se construyen con imágenes y metáforas del ingenio popular. Tampoco es la ambigüedad la dificultad mayor para aprender español, debe ser más torturante la intrincada y caprichosa gramática de nuestra lengua, especialmente la conjugación de verbos. Pero ninguna de tales observaciones resta valor al video, porque, en el fondo, los ocho minutos y medio de esta obra festejan el orgullo de hablar castellano.

De hecho, cuando españoles y latinoamericanos de diversas naciones comparten amigablemente, un motivo de disfrute y jolgorio es constatar la radical diferenciación entre los significados de nuestras palabras más entrañables. Resulta divertido el que la misma voz pueda nombrar aquí algo sagrado, mientras en el país vecino refiere algo prosaico o una grosería (verbigracia, “concha”, “capullo”, “chiva”, “chucha”). Prueba que la diversidad no nos separa ni aleja; antes por el contrario, nos atrae y acerca, es grata y alegra.

Otro pasaje del video se burla de la anglización del español: “Y el que cuida tu edificio es un ‘guachiman’, y con los chicos de tu barrio sales a ‘hanguear”, y la glorieta es un ‘romboy’, y te vistes de ‘overol’”. Fenómeno de aculturación que traduce una ridícula reverencia a la cultura anglo, un ignorante desprecio por nuestras formas lingüísticas e idiosincráticas.

A los anteriores anglicismos, los Ospina podrían agregar otros de uso frecuente que nos ponen a sentir y pensar a la americana: en vez de solicitar una beca, “aplicamos” a ella (de apply); los autores no componen canciones sino que las “escriben” (de write); disculparse exige “presentar apologías” (de apologize); en vez de ennoviarse, los jóvenes “salen” (de go out) con alguien, y “hacen el amor” (make love), locución esta que no alude a un sentimiento sino a una actividad física (tanto que, hoy, los doblajes de películas nos están vendiendo otra peor: “tener sexo”). Con razón el video concluye socarronamente: “this is exhausting”.

miércoles, 14 de marzo de 2012

varios momentos del beneficiadero



Huecos, paredes, ventanas, puerta, techo, barro, cemento, reparadores descansos, etc.... he aquí varios momentos de la construcción del beneficidero de café...

sábado, 10 de marzo de 2012

de regreso a casa




Después de más de un año y medio recorriendo las américas, Heidi i Geert, esta pareja de belgas que conocimos en diciembre de 2010, regresan a casa. Hoy nos encontramos en el pueblo y nos estuvieron contando sus experiencias por Perú, Bolívia, Ecuador y Colombia... Regresaron a Barichara, para despedirse de varia gente que conocieron en su estancia por estas tierras y entre ellos, nosotros... Por supuesto regresan a casa con una muestra de café Murtra, de la cosecha 2011.

jueves, 8 de marzo de 2012

martes, 6 de marzo de 2012

techando el beneficiadero



Una vez subidos los muros, colocado las madera, las cañas, la tela asfáltica, sólo queda colocar el barro y la teja.... aquí parte del proceso de techado del beneficiadero...

lunes, 5 de marzo de 2012

Dios y la ley


Por: Héctor Abad Faciolince
El Espectador


Voy a partir de un supuesto: Dios existe. Si Dios existe, las afirmaciones de los fieles más devotos de cualquier religión parecen muy sensatas: las leyes de Dios tienen que estar por encima de las leyes de los hombres.


Es más, las leyes dictadas por los hombres se tienen que acomodar, ante todo, a las leyes dictadas por Dios. Hasta aquí todo bien, lógico y sin problemas. El problema surge cuando uno nota que hay discordia entre los creyentes en Dios, que son quienes interpretan su mensaje. Dios es abscóndito (misterioso, secreto) y los distintos pueblos, culturas e incluso personas han oído, o leído, o intuido su voluntad de distinta manera. Una cosa ha dicho Dios a los musulmanes, otra a los judíos, otra a los católicos, otra a los luteranos, otra a los hinduistas, otra a los indios del Amazonas, etc.

Cada religión tiene sus libros sagrados y, sobre todo, tiene sus intérpretes de esos textos sagrados: sabios, doctores, obispos, ayatolas, papas, pastores, etc. Incluso cuando varias religiones son inspiradas por las mismas Sagradas Escrituras, cada denominación (por no decir cada creyente) las interpreta a su modo: para algunos su sentido es literal y si en alguna parte se dice que hay que matar a los infieles —es decir, a los que creen en otra cosa— o apedrear a las mujeres adúlteras, o quemar a los homosexuales, así mismo deberían decir las leyes de los hombres. Para otros, no hay que ser literales.

Como los humanos vivimos bastante obsesionados por el sexo, en materia matrimonial, reproductiva y sexual las discordias sí que son grandes. Algunos creyentes han oído de la boca de Dios (o de sus textos) que los hombres pueden tener todas las mujeres que quieran (los mormones); otros, que pueden tener cuatro esposas (los shiítas); unos más, que solo una y para siempre (los católicos); los de más allá, que una sola, pero no para siempre, pues pueden divorciarse (episcopales). Según interpretan algunos a Dios, los curas y clérigos pueden casarse; otros dicen que Dios prohíbe que los curas se casen. Unos oyen que Dios permite que haya curas y obispas mujeres; otros que ni riesgos. Algunos oyen que Dios permite ordenar a los homosexuales; otros oyen que Dios ordena matarlos. Sobre el aborto, la fecundación in vitro, la masturbación, las relaciones prematrimoniales, también hay discordia entre los creyentes. Dios no ha tenido un vozarrón tan nítido como para decidir de una vez y para siempre qué es lo que Él desea que hagan los hombres. Su palabra, repito, es abscóndita.

Ante esta realidad de la discordia entre los creyentes (que generó y sigue generando algunas de las guerras más sangrientas de la historia del mundo: las guerras de religión), y ante el hecho de que también hay seres humanos que no saben si hay Dios o no, y otros que niegan su existencia, desde la Ilustración se ha impuesto una idea sensata de convivencia: se deben tolerar todas las religiones, sin que ninguna de ellas pretenda ni pueda imponer su interpretación de Dios a todos los demás; y se deben separar los asuntos del Estado de los asuntos de la Religión. No conviene que una sola creencia religiosa gobierne (la evangélica, la islamista de la Sharía, la de los fundamentalistas católicos o luteranos), sino que se haga un gobierno laico y que se llegue a un consenso de leyes que no dicta Dios en su sabiduría (pero de un modo tan misterioso), sino los hombres en su ignorancia.

No hay nada peor que funcionarios que creen que su interpretación de la ley de Dios está por encima de las leyes de su país. Y cuanto más arriba esté este funcionario, peores son los conflictos. El procurador Ordóñez y su procuradora para la familia, Ilva Myriam Hoyos, se oponen con furor a las leyes colombianas que no respetan su interpretación privada de Dios. Les resulta insoportable que las mujeres violadas puedan abortar o que los homosexuales vivan en unión libre. Lo realmente insoportable es que ellos traten de imponer su religión a todos.

domingo, 4 de marzo de 2012

De profesionales y taxistas


Por: Rafael Orduz
El Espectador


Algo anda mal para algunos de los 160 mil graduados que la educación superior bota al mercado cada año en Colombia. Incluyendo formación técnica, tecnológica, universitaria, especializaciones, maestrías y doctorados, 1’621.000 personas se graduaron en la primera década del siglo.

La apuesta por el sueño del ascenso por la vía de la educación superior tiene algunos desenlaces dolorosos. En primer lugar, de acuerdo con el Observatorio Laboral del MEN, la proporción de los graduados que no están vinculados al sector formal es alarmante.

Según la información que el Ministerio de Protección suministra al de Educación (aportes al Sistema General de Seguridad Social), el 34% de los técnicos, el 26% de los egresados de carreras tecnológicas y el 23% de los graduados de universitarias de pregrado no están dentro del sector formal. Súmese a esa cifra el 13% de los graduados con maestría y el 6% de los doctorados.

Traducido en seres de carne y hueso, sin contar los graduados del siglo XX en el mercado laboral, hay 361 mil hombres y mujeres jóvenes que le apostaron al sueño de la educación superior, que terminaron en el mercado del rebusque.

Segundo, los salarios que reciben los graduados de pregrado en el mercado formal dan pena. Un profesional graduado en 2001 recibía en 2010 un salario mensual promedio de $2’300.000. Los recién graduados reciben $1’724.000. Un técnico profesional y un tecnólogo se ganan, en promedio, $909.000 y $1’057.000 un año después de graduados.

Algo anda mal cuando los durísimos y honrosos oficios de taxista y conductor de buseta ofrecen mejores perspectivas para numerosos egresados de la educación superior.

Distinguiendo entre carros a gas y a gasolina, un taxista arrienda el vehículo por un precio que oscila entre $55 mil y $70 mil diarios. Todo taxista sabe que el oficio da, siempre y cuando se trabaje, al menos, doce horas diarias, jornadas que le pueden dejar $60 mil diarios, después de restar el combustible para cubrir entre 200 y 300 km de recorrido. Hay tesoneros que trabajan quince horas, para contar con $80 mil libres al final de la jornada.

Por su parte, los buseteros reciben $180 por pasaje ($1.450). En la más salvaje jornada a la que están sometidos, la de la guerra del centavo, pueden ponerse $100 mil o $120 mil, equivalentes a más o menos 500 pasajeros transportados, sin contar uno que otro que suben por la puerta de atrás.

Ganan más que el promedio de los profesionales, técnicos y tecnólogos recién egresados.

En ningún país medianamente civilizado serían aceptables las reglas de juego laborales de taxistas y conductores de buseta que rigen en Colombia. Sin embargo, las condiciones del mercado laboral de los egresados de la educación superior parecen llevar a que algunos contadores, ingenieros y otros profesionales prefieran conducir taxi.

Dinero que pierden familias y estudiantes, años valiosos que la sociedad malgasta en un sistema que genera profesionales que el mercado no aprecia.

sábado, 3 de marzo de 2012

una sociedad de solitarios


El País
Blog: El Salto del Ángel
Por:
29
de febrero de 2012


La soledad, incluso silenciada, sigue de actualidad. Atraviesa de modo determinante la sociedad. Estamos más solos de lo que deseamos reconocer. Solitarios conectados, con mucha información y poca comunicación, no está claro que nos encontremos. Ello tiene efectos decisivos en múltiples aspectos. Y no hemos de olvidar que su alcance es también literalmente político.

Ignorar la soledad, dando por supuesto que no es significativa socialmente y que es un mero asunto personal, agudiza el aislamiento y acentúa una vez más la percepción de que lo político sólo es una cuestión pública, o lo que es peor, que lo público no afecta ni incide en lo singular, sobrevolando de modo insensible nuestra situación. No hablamos de ninguna voluntad de intromisión en la intimidad o en la esfera de lo más propio, pero insistimos en que esta soledad personal tiene raíces y consecuencias sociales y públicas.

Olvidar que en numerosos pueblos y ciudades muchísimas personas viven y se sienten solas, incluso desamparadas, que los espacios comunes se agostan, que no pocos jóvenes no tienen entornos, contextos ni oportunidades para desarrollarse adecuada y colectivamente, que hay muchos niños que no encuentran hogar ni siquiera en su casa, que en múltiples trabajos priman condiciones de aislamiento y separación, que no siempre en las aulas queda garantizada la suficiente convivencia o integración, que a veces el combate por cuidar de la propia salud deja a algunos en situación de cierta indefensión, o que determinadas discapacidades no son suficientemente atendidas, confirma una soledad, otra soledad, la soledad social, la de quienes sólo reciben discursos compasivos, paternalismos, filantropías, pero no verdadera solidaridad.

Esa supuesta “atención” marca aún más la soledad, cuyo alcance, desde luego, no se agota en la presente mirada. No bastan los falsos alivios. Más aún, en ocasiones las grandes celebraciones o los múltiples intercambios no hacen sino ratificar un mundo con superpoblación de solitarios.

No se trata de pretender saldar políticamente la soledad. Hay una soledad constitutiva, en cierto modo insuperable, pero, incluso en tal caso, si es compartida, es extraordinariamente más llevadera. La fecundidad de determinada soledad buscada no impide, sin embargo, una sospecha que nos hace subrayar que no acabaremos ni de entender ni de afrontar en serio estas situaciones de abandono o de discriminación, de necesidad, si no asumimos que la soledad no es una simple situación individual y que hemos de reivindicar y realizar políticas explícitas para afrontar sus consecuencias y evitar su entronización social.

Más aún, en situaciones complejas, de crisis o de zozobra, el desamparo profesional o laboral, o la falta de formación podrían acentuar el aislamiento. Por ello se precisan estructuras, organismos, instituciones e instrumentos de solidaridad y de garantía y defensa de los derechos. No sólo para facilitar apoyos, subvenciones, indemnizaciones, remuneraciones, compensaciones, tan necesarios, sino para garantizar entornos sociales de afecto y de comprensión y de derechos sólidos. No simple asistencia, sino mayores condiciones, más dignas y más justas, de vida.

Frente a las estrategias de aislamiento, para hacer que uno se las vea solo y a solas, en un supuesto tú a tú, que, en situación de desigualdad y de poder, adopta formas de dominio, es preciso impulsar espacios comunes, compartidos. Nada une más, en todo caso, que luchar juntos por algo, que participar en un proyecto y en una tarea que no es sólo individual.

No basta el ánimo para afrontar la soledad social. No es suficiente con el soporte, asimismo necesario, para situaciones de dependencia, sino que lo decisivo es procurar los debidos requisitos para la máxima autonomía personal. El aislamiento social, personal, económico, obstruye la libertad. Sin esta autonomía personal no hay vías de desarrollo y se trata de crear condiciones para que sea posible la vida integral en común. Una sociedad de solitarios encerrados en sí mismos es una sociedad desarticulada e indefensa.

Se precisan instituciones y hombres y mujeres comprometidos. Acentuada una sociedad de solitarios, las decisiones y la responsabilidad de elegir y de implicarse requieren espacios compartidos, apoyos, participación; en definitiva, corresponsabilidad.


viernes, 2 de marzo de 2012

'Chocó' brilló bajo las estrellas en Cartagena





Por: Luis Fernando Mayolo (@mayolito)
Foto: EFE
24 de febrero de 2004
Revista Shock

Aunque dicen que nadie es profeta en su tierra, este no será mi caso. El que estemos aquí presentes estrenando por primera vez nuestra película, ya es un gran precedente”. Esta fue la frase contundente con la que Jhonny Hendrix Hinestroza, director de la película colombiana ‘Chocó, abrió este jueves 23 de febrero el Festival de cine de Cartagena.

Por primera vez su película se presentaba en Colombia, luego de recibir comentarios muy positivos en el Festival de cine de Berlín y el marco no podía ser mejor, cerca de 2000 mil personas, sentadas cómodamente en sillas y tribunas bajo las estrellas en la Plaza de la Paz, ubicada justo debajo de la Torre del Reloj, en el centro histórico de la Heroica.

Vestido para la ocasión y con la seguridad e inspiración que sólo dan los nervios, el director colombiano se robó la atención de la noche, a pesar de la presencia de grandes personalidades de la vida nacional como el presidente Juan Manuel Santos, que también realizó tremendo discurso, citando entre otros a uno de los precursores del cine, George Meliés: “Si alguna vez se han preguntado de dónde vienen los sueños, miren a su alrededor”, dijo el mandatario de los colombianos, que cumpliendo con el protocolo y el glamour de la ocasión entró por la alfombra roja como lo han hecho cientos de estrellas del séptimo arte. Lo seguiría uno de los invitados de honor, el mexicano Gael García Bernal y por supuesto el elenco de la cinta colombiana, Karen Hinestroza, Esteban Copete, Fabio García, Daniela Mosquera y Jesús Benavides.

Uno a uno el realizador de ‘Chocó’ fue subiendo a la tarima principal a todo su equipo de trabajo, no sin antes disculparse por los nervios que ya se le notaban en cada una de sus palabras. El último en llegar al escenario fue su hijo, quien lo abrazó con fuerza en medio de los aplausos de un público conmovido con el espectáculo.

“Ya teniendo aquí a mis poetas, les presento la película. Chocó es una obra humilde que no representa todo lo que es un pueblo, sino una pequeña parte de una región y sus problemáticas”, afirmó Hinestroza, agregando: “Me gustaría que no sólo la critiquen, sino que nos ayuden a evolucionar como pueblo”.

El filme comenzaría finalmente a las 9 p.m. una hora después de lo esperado, en una noche con cielo despejado. El público tomó asiento mientras las luces se apagaban rápidamente y sin contemplaciones.

80 minutos en los que se apreció el contraste de la belleza de un territorio natural bastante virgen y la dureza de un modo de vida en el que impera el desplazamiento, la explotación ilegal de la minería y la violencia doméstica.

Una historia sencilla y sin mayores pretensiones, como dijo su director, pero con una fotografía impresionante, aprovechada al máximo gracias a los planos bien abiertos que explotaban con el tiempo necesario y sin apresurarse los paisajes propios de lo rural.

A su vez, una carga folclórica poderosa que siempre es protagonista, con cantos tradicionales del pacífico, en los que sobresalen las interpretaciones femeninas y el exquisito ‘sabor’ de la marimba de chonta.

Perfectamente por momentos podría ser un musical, para algunos un poco chocante, para otros maravilloso, con una carga genética ‘made in’ Colombia, en la que también tiene cabida juegos populares y rondas infantiles.

Pero no se engañe, el trasfondo de lo que se cuenta es muy doloroso y proyecta cómo la mujer chocoana lucha por superar el maltrato, la pobreza y seguir adelante, eso si, con mucho respeto y sin caer en la porno miseria.

Cuando me preguntan de dónde surgió la idea de ‘Chocó’, siempre respondo que por mi madre, ella fue mi poesía y mi inspiración, y muchas de las escenas son recuerdos que tengo de ella”, dice Jhonny Hendrix, quien afirma querer rendir más un homenaje a la cultura y un pueblo, que hacer una crítica social.

Aquí trabajamos con la mano en el corazón”, dice el director, quien a pesar de llevar largo rato en la escena audiovisual nacional con su productora Antorcha Films en Cali, presenta con orgullo su ópera prima, logrando reunir un elenco de primera categoría, en el que predominan los actores naturales y músicos tan destacados como el maestro Esteban Copete.

Este viernes continúa la fiesta cinematográfica, con un encuentro con el actor y productor Gael García Bernal y el director inglés Roland Joffé, quien es recordado por películas como ‘La Misión’ , ‘La letra escarlata’ y su más reciente producción ‘Encontrarás dragones’, que protagoniza la exchica Bond Olga Kurylenko.

Además, comienzan las proyecciones gratuitas en las diferentes salas habilitadas de la ciudad, debutando entre ellas cintas tan esperadas como ‘Porfirio’ del realizador Alejandro Landes y ´Pescador’, del ecuatoriano Sebastián Cordero, recordado por películas como ‘Rabia’.


jueves, 1 de marzo de 2012

Abandonada, pero con cariño de madre


Por: Juan Arias
Blog: Vientos de Brasil
El País
29 de febrero de 2012


Una niña de unos dos meses ha sido abandonada ayer en un carrito de la compra en un supermercado de la zona pobre de São Paulo. ¿Una más? Quizás. Pero he querido leer para mis lectores las entrañas de la noticia, que no parece en la fría crónica periodística.

Dicen las agencias que una niña de unos dos meses, fue encontrada en un carrito de la compra en el supermercado Bergamais, en el barrio Lauzane Paulista, en la zona norte ( es decir la pobre) de la ciudad de São Paulo, la mayor de América Latina y una de las tres mayores y más ricas del mundo.

Dicen que fue recogida por la Policía Militar y llevada a un hospital y que se encargará de ella el Consejo Tutelar de menores.

Días atrás otro bebé había sido encontrado arrojado en un basurero. Las manos que abandonan estos niños suelen ser manos de mujer, madres. Todas ellas merecen respeto y silencio, porque no tenemos el derecho de juzgar el drama que late en cada uno de estos abandonos.

Pero como hay madres y madres, hay manos y manos. He titulado intencional y polémicamente este post “Abandonada, pero con cariño de madre”. Podrá parecer una provocación. ¿Cómo se puede abandonar a un recién nacido con cariño?

He indagado un poco y he sabido que la niña no estaba mezclada con otros objetos de la compra. Estaba dentro de una cunita, tapada con una manta, cubierta con mimo. Y los médicos dicen que estaba bien de salud.

En el supermercado una mujer, madre de otro bebé se ofreció para darle el pecho a la niña abandonada. Muchos ya quieren adoptarla.Yo, viendo la foto, y leyendo la noticia, he intentado ponerme en el lugar de la madre anónima que abandonó a su hija. De lo que habrá detrás de ese gesto desesperado. No la abandonó en la calle, como un bulto más. La dejó en un supermercado por donde pasan muchas madres y mujeres. Me la imagino colocando con cariño la mantita para cubrir a su pequeña que estaba con vestido nuevo.

Me imagino quizás su último beso, sus lágrimas mientras salía corriendo para que nadie la viera.

Dicen las agencias que los circuitos de televisión van a intentar localizar a la mujer que abandonó a la niña. Quizás la localicen, quizás vaya a una cárcel, quizás dentro de unos días nadie volverá a hablar de ella. La niña será adoptada y un día se preguntará como yo, qué habría sentido su madre, al tener que dejarla en aquel carrito de la compra, en aquel supermercado.


A lo mejor me equivoco y todo fue diferente. No importa. De lo que no cabe duda es que detrás de cada niño o niña abandonados en un basurero o en un supermercado, late un terrible drama humano, del que todos, digo TODOS, somos en parte responsables.


Ninguna madre, en sus cabales, deja a su bebé, cubierto con un mantita, para siempre, sin que algo muy duro y muy grave se cierna sobre su vida, generalmente pobre.