Es de humanos pedir perdón... Son muchos los ejemplos que se podrían citar. Pero nos parecen significativos los dos últimos de los cuales hemos tenido noticia:
Ayer leíamos que los húngaros pedían perdón por la violencia racista contra los gitanos,"por no haberles aceptado desde hace 500 años" durante el entierro de un padre y su hijo de cinco años, asesinados la semana pasada en un acto de violencia racista que conmovió a todo el país.
Hoy leemos que el Estado Colombiano pide perdón por desaparición y asesinato de 43 pobladores de Pueblo Bello (Antioquia).
"Les pedimos perdón a ustedes. A padres, madres, esposas, hijos, hijas. Lamentamos no haber escuchado sus voces antes. Sabemos que nada va a reparar el dolor que ustedes han sentido". Con estas palabras el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, rindió un desagravio a los familiares de esos campesinos que resultaron víctimas de los paramilitares de Fidel Castaño, el 14 enero de 1990.
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