Y madrugó la visita para marcharse a primera hora.
El resto del día transcurrió tranquilo, como si fuera uno de aquellos domingos en que sólo se leía la prensa, se disfrutaba del ajiaco al medio día y se reposaba en la hamaca.

PD: Qué tal el Badiu?

...Aprendiendo a desaprender... viviendo la soledad y el silencio... en la Murtra Bellavista del Silencio de Barichara...
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