El desalojo Neoliberal
Arcadia nº 89
del 15 de febrero al 14 de marzo de 2013
Patrick Morales, antropólogo |
Es deber del Ministerio de Cultura invertir en la renovación de esos centros históricos. Pero por lo que usted dice, pareciera que la inversión en patrimonio material acaba estando en contra del patrimonio inmaterial.
Exactamente esa es la paradoja.
¿Cómo puede evitarse eso?
En estos planes especiales de manejo y protección la idea de “participación comunitaria” se limita a informar a la comunidad. Los planes son hechos por arquitectos expertos, pero no toman en cuenta a los habitantes. Uno de los retos del Ministerio de Cultura es tomar en serio estos códigos culturales, estas maneras de habitar y las identidades de la gente que vive allí. ¿Cómo no tomar en serio la visión de quienes llevan trescientos años, en el caso de Getsemaní, relacionándose con su territorio? Además, hay que estar atentos porque después de Cartagena viene Barichara, y luego San Gil, y vienen los cuarenta y cuatro centros históricos del país. Esto es un llamado a que haya voluntad política y creatividad en los instrumentos de planeamiento para evitar este proceso de gentrificación.
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