martes, 30 de agosto de 2011

donde los políticos tiran la piedra y esconden la mano


El ex alcalde de Barichara, Guillermo Bautista Silva, fue inhabilitado por 13 años
Patricia Salazar Pineda
Vanguardia Liberal

La Procuraduría Regional de San Gil sancionó a Guillermo Bautista Silva, ex alcalde de Barichara, por celebrar tres contratos con la Ferretería Construmar, mediante contratación directa, y que sumados ascienden a más de 82 millones de pesos.

Para el Ministerio Público, los contratos que tienen fecha del 9 de mayo de 2007, 26 de junio de 2007 y 24 de julio de 2007, violan los artículos 2009 y 315 del numeral 1 y 355 de la constitución nacional además de los numerales 20 y 31 de la ley 734 de 2002.

Vanguardia Liberal habló con el ex alcalde Bautista Silva, quien dijo ser respetuoso de las decisiones del Ministerio Público, pero que en esta oportunidad no acoge el fallo por cuanto fue apelado en segunda instancia.

El ex alcalde dijo que la Procuraduría hace referencia a tres contratos, y en su defensa asegura que fueron dos, más un adicional, y que además no existe fragmentación de contrato pues uno de ellos fue destinado a la compra de tanques de almacenamiento de agua para beneficiar a la comunidad en el suministro de agua potable, mientras que el otro, fue destinado para la adecuación de baterías de baño, es decir, saneamiento básico, lo que para el ex mandatario son dos destinaciones diferentes.

Finalmente Bautista Silva dijo que espera que su situación sea solucionada en segunda instancia ante la Procuraduría Regional de Bucaramanga.

lunes, 29 de agosto de 2011

falleció el guitarrista y compositor colombiano Gentil Montaña




Julio Gentil Albarracín Montaña
Purificació-Tolima, 24 de noviembre d 1942 - Bogotá 27 de agosto de 2011

Gentil Montaña, se destacó por ser un músico formado en la academia en Colombia y en Europa, luego de lo cual deja como herencia más de siete discos grabados como solista de guitarra, destacándose los que hizo con la Orquesta Filarmónica de Bogotá en honor a los Reyes de España, así como sus más famosas composiciones: Suites Colombianas: Nº1: Danza, Canción, Guabina y Pasillo. Nº2: Pasillo, Guabina, Bambuco y Porro Nº3: Pasillo, Guabina, Danza, Bambuco. Nº4: Pasillo, Danza, Bambuco, Porro.

domingo, 28 de agosto de 2011

energía solar



En un lugar como Barichara, donde hay tanta luz y sol, la energía solar tiene que ser bien 'explotada'. Y esto ya es una realidad, como este calentador de agua, modelo gaviotas. A mano derecha de la foto, en el suelo y casi invisible se pueden ver unas botellas de agua. Estas, con tan sólo 6 hora de exposición al sol, potabilizan el agua y es apta para el consumo humano. Y todo esto 're-utilizando' las botellas de litro plásticas de gaseosa, que muchas veces desechamos en todos los hogares...

miércoles, 24 de agosto de 2011

martes, 23 de agosto de 2011

clase de cocina



Algunas vecinas pidieron a Anna si las acompañaba en un curso de cocina. El domingo pasado tuvieron su primer encuentro, el resultado: tortilla de papas, pan y una torta... Y ya están listas para el próximo encuentro...

lunes, 22 de agosto de 2011

misión continental




En días pasados tuvimos la visita de las misioneras en nuestra vereda, dentro del marco de la Misión Continental. A partir de la propuesta hecha en la Conferencia de Aparecida, la diócesis de Socorro-San Gil, vive un Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización.

sábado, 20 de agosto de 2011

El Rollo de Fili / Barichara




El fotógrafo de el diario El Tiempo Filiberto Pinzón A. se dejó encantar por los paisajes coloniales de Barichara, en el departamento de Santander. La Revista CARRUSEL trae las fotos de su recorrido para que usted también se sorprenda con su arquitectura única.


viernes, 19 de agosto de 2011

En los 75 años del asesinato de García Lorca


Federico García Lorca
(Fuente Vaqueros, Granada, 5 de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar, ibídem, 18 de agosto de 1936 )

Elegía del Silencio

Silencio, ¿dónde llevas
tu cristal empañado
de risas, de palabras
y sollozos del árbol?
¿Cómo limpias, silencio,
el rocío del canto
y las manchas sonoras
que los mares lejanos
dejan sobre la albura
serena de tu manto?
¿Quién cierra tus heridas
cuando sobre los campos
alguna vieja noria
clava su lento dardo
en tu cristal inmenso?
¿Dónde vas si al ocaso
te hieren las campanas
y quiebran tu remanso
las bandadas de coplas
y el gran rumor dorado
que cae sobre los montes
azules sollozando?

El aire del invierno
hace tu azul pedazos,
y troncha tus florestas
el lamentar callado
de alguna fuente fría.
Donde posas tus manos,
la espina de la risa
o el caluroso hachazo
de la pasión encuentras.

Si te vas a los astros,
el zumbido solemne
de los azules pájaros
quiebra el gran equilibrio
de tu escondido cráneo.

Huyendo del sonido
eres sonido mismo,
espectro de armonía,
humo de grito y canto.
Vienes para decirnos
en las noches oscuras
la palabra infinita
sin aliento y sin labios.

Taladrado de estrellas
y maduro de música,
¿dónde llevas, silencio,
tu dolor extrahumano,
dolor de estar cautivo
en la araña melódica,
ciego ya para siempre
tu manantial sagrado?

Hoy arrastran tus ondas
turbias de pensamiento
la ceniza sonora
y el dolor del antaño.
Los ecos de los gritos
que por siempre se fueron.
El estruendo remoto
del mar, momificado.

Si Jehová se ha dormido
sube al trono brillante,
quiébrale en su cabeza
un lucero apagado,
y acaba seriamente
con la música eterna,
la armonía sonora
de luz, y mientras tanto,
vuelve a tu manantial,
donde en la noche eterna,
antes que Dios y el tiempo,
manabas sosegado.

Julio de 1920

miércoles, 17 de agosto de 2011

por los caminos de España




El Teatro Estudiantil Univalle, de Cali (Colombia) recorre los pueblos España llevando su espectáculo 'Égloga de Plácida y Victoriano', de Juan de Encina.

'Las huellas de La Barraca', organizada por
Acción Cultural Española (AC/E), está dedicada en 2011 a "La Barraca en la Universidad" para rememorar el estreno en 1932 de 'La vida es sueño', de Calderón de la Barca, en el Claustro de San Bernardo de Madrid, representada por Federico García Lorca y sus actores.

En esta sexta edición al ya tradicional programa de representaciones en localidades, centros penitenciarios y festivales de toda España se le suma un curso de verano y una exposición, que recorre también diversos puntos de nuestra geografía. Este 19 de agosto se cumplen 75 años del fusilamiento de García Lorca
.

domingo, 14 de agosto de 2011

fotografía animada de Jamie Beck y Burg Kevin




JAMIE BECK, un fotógrafo de New York, trabaja imágenes a las que dota de sutiles movimientos. Con la ayuda del diseñador de páginas web BURG KEVIN, ha desarrolado una
técnica que promete revolucionar revistas digitales y periódicos. BECK alienta, sutilmente, pequeños elementos de las fotos, en formato gif. Sus imágenes son sorprendentes. Agua en movimiento, el viento que mece objetos, reflejos en las ventanas, un periódico que en silencio se cierra…






sábado, 13 de agosto de 2011

2do Festival de Música Barroca en Barichara




En la segunda edición del Festival de Música Barroca de Barichara, el 12, 13 y 14 de agosto de 2011 el grupo La Rocinante presentarán tres conciertos con programación diferente cada uno pero con el tema barroco alemán en común. La intención del Festival de Música Barroca de Barichara es de promover música y educación musical y cultural en general en Colombia, tomando como enfoque y punto de partida conciertos de música barroca, ejecutada en instrumentos auténticos de la época. Se trata de crear una semana cultural basada en una presentación dinámica y llena de vitalidad de las grandes obras musicales de la época barroca y clásica, tanto europea como de las colonias.

Los conciertos en instrumentos originales forman el eje central alrededor del cual se van formando clases maestras en los diversos instrumentos que traen los músicos, seminarios y discusiones sobre temas como la ejecución de música en instrumentos históricos, o la obra de un compositor en particular, temas relacionados como por ejemplo arte y literatura contemporánea de las obras musicales. Se planearán proyectos educativos para niños en coordinación con escuelas y maestros de música locales.Todo esto en el contexto de un pueblo tan bello y maravilloso como lo es Barichara.

Jaime Garzón Forero: a 12 años de su muerte




Jaime Garzón Forero 1960 - 1999
12 años de impunidad del asesinato del periodista y humorista colombiano.

viernes, 12 de agosto de 2011

Aharon Appelfeld, el escritor del silencio


Tomado de: Conspiratio
Revista bimestral de editorial Jus
México

Aunque poco conocido en México, Aharon Appelfeld es uno de los escritores judíos más importantes en lengua hebrea sobrevivientes de la Shoa. Al igual que al poeta Paul Celan –nacido incluso en el mismo sitio 12 años antes, Czesnowitz, Bucovina, Rumanía– con el Holocausto le fue destruida la lengua materna alemana hablada en su casa. A diferencia suya, no intentó rehacer el idioma de los asesinos escribiendo en alemán. Despojado de ella, en medio de un largo silencio, aprendió el hebreo y volvió a nombrar el mundo. ¿Qué dice ese silencio? La presente conversación entre las escritoras Geneviève Brisac y Valérie Zenatti y el filósofo Alain Finkielkraut, llevada a cabo en el programa radiofónico de éste último, ilumina esa pregunta.

(...)

Alain Finkielkraut: Es importante señalar que la ciudad en la que Appelfeld nació forma parte de esos lugares de Europa que, inmóviles, han viajado mucho. Era una ciudad austrohúngara, que se volvió rumana precisamente en la época en que Appelfeld nació y que hoy es, me parece, ucraniana…

Valérie Zenatti: Eso explica, por otra parte, el hecho de que en su casa Appelfeld escuchara hablar alemán y no rumano. Tuvo una infancia feliz. La guerra, cuando tenía ocho años, se encargó de destruirla: se encontró en un gueto con su familia. A su madre la asesinaron y su padre y él fueron deportados a un campo del que logró escapar. Pasó el resto de la guerra sobreviviendo en el bosque o entre prostituas y criminales que lo acogieron. Esta experiencia caótica y absurda marcó el inicio de su vida. Luego, su llegada a Israel y el aprendizaje de una nueva lengua introdujeron otra ruptura en su vida.

(...)

Alain Finkielkraut: Historia de una vida es un libro del que, creo, Appelfeld difirió la escritura. Se le pedía relatar su vida y no podía. Intituló ese libro Historia de una vida y no “Historia de mi vida” porque, ciertamente es la suya, pero él no es el autor, esa vida se le asestó, y porque esta catástrofe inaudita fue una vida entre millones de otras. Banalidad de lo inimaginable. Como usted lo dijo justamente, el relato es fragmentario. Appelfeld quiere mantenerse cerca de su memoria, por más parcial que sea, y lo más lejos de la elocuencia. Vio “un océano de palabras” devorar “el silencio que reinó durante la guerra y poco después”. También dice: “Las palabras sobre la guerra fluían a raudales”. No es el Leteo el que a sus ojos se arriesga a inundar los acontecimientos, sino el énfasis. No escribe para agregar palabras, sino para hacer callar su chorro, para sustraer una vida a las palabras sonoras, a las palabras fáciles, a las palabras huecas, a los clichés. “A fuerza de vivir grandes experiencias, uno se vuelve mentiroso”, decía Camus. La pregunta de Appelfeld es: ¿cómo no volverse el orador o el mentiroso de aquello que nos sucedió?

(...)

Valérie Zenatti: En relación con el silencio, algo más, que se debe a su edad, le es propio: a los ocho años no hablaba todavía muy bien y, a los 14, cuando la guerra terminó, ya no sabía casi hablar. Durante años no habló, porque comprendió que hablar podía ser peligroso, incluso fatal: hablar significaba que lo podían desenmascarar, que podían adivinar que era judío. Por ello calló en las cuatro lenguas que cuando niño conocía un poco (el alemán de su madre, el yiddish de sus abuelos, el ruteno de los sirvientes y el rumano que se hablaba en las calles). Al final de la guerra sólo le quedaban fragmentos de ellas. El silencio, que usted evoca, es, por lo tanto, un doble silencio: el silencio del que no tuvo palabras y de quien sabía que las palabras de antes eran “palabras-cerradas”, es decir, palabras que en ningún caso podían describir la vida del gueto o de los campos de concentración. Como lo señala bien Appelfeld: nadie en el gueto decía por ejemplo, “hoy no estoy de buen humor” u “hoy me duelen los dientes”; todas esas palabras cotidianas carecían de sentido.

Alain Finkielkraut: (...) Es extraordinario que en el seno de la inhumanidad total, apocalíptica, encuentre la humanidad misma –la humanidad, como dice Levinas, “animalidad desrazonable”–: el ser persevera en su ser con una hosquedad tanto más feroz cuanto más se siente amenazado y, sin embargo, milagrosamente, aquí o allá, las trayectorias llegan y las manos se tienden. Esta imagen muy concreta recorre el libro, va de una experiencia a la otra, de tal manera que los que le han tendido la mano constituyen el hilo rojo de su existencia. Appelfeld vio cumplirse lo humano en el don sin palabras. Había que hacer una obra a la altura de ese silencio.

(...)

Alain Finkielkraut: Appelfeld hace también este señalamiento muy simple y muy profundo: “Dios sólo puede habitar en la campiña”. En la ciudad, efectivamente, el hombre sólo se encuentra a sí mismo; sus productos, sus artefactos, sus edificios, sus luces, sus programas. En la campiña, en cambio, el hombre está presente, pero no omnipresente: vive del don. Es necesario el don para que la idea de un donador y del que da las gracias aparezca. La Shoa para los judíos no fue tanto la prueba del silencio de Dios como el increíble acontecimiento del Homo -absonditus. Cuando el hombre falta, cuando, con milagrosas excepciones, se eclipsa , el don da y la naturaleza toma el lugar de la humanidad. “Al filo de los días aprendí que los objetos y los animales eran verdaderos amigos. En el bosque estaba rodeado de árboles, de matorrales, de pájaros y de animalitos. No los temía, estaba seguro de que no me harían ningún daño. Con el tiempo me familiaricé con las vacas y los caballos. Me procuraron el calor que conservé en mí hasta este día. A veces me parece que no fueron los hombres los que me salvaron, sino los animales que encontré en mi camino. Las horas que pasé junto a los cachorros, los gatos, las ovejas, fueron las más hermosas horas de la guerra. Me apretaba a ellos hasta olvidar quién era; me dormía junto a ellos y mi sueño se volvía entonces profundo y apacible como en la cama de mis padres”.

(...)

Geneviève Brisac: Quiero contar una historia que a su vez contó Appelfeld. Se encontraba en Oslo impartiendo una conferencia. Era invierno y hacía frío para un hombre que venía de Israel donde hacía calor. Al descender del avión vio, pintados en los muros, muchos letreros antisemitas que lo inquietaron. Al iniciar la conferencia alguien le preguntó cómo explicaba todos esos letreros. Como es su costumbre cuando se le hace una pregunta, guardó un momento de silencio y respondió: “Salí de mi casa hace dos días, hacía buen tiempo y calor; tomé el avión, me sentía mal, tenía frío y estaba muy cansado; luego llegué con ustedes que me habían invitado, y me encuentro con letreros antisemitas pintados en los muros. Les pregunto a ustedes, que me invitaron, ¿por qué?”. Simplemente es incomprensible.

(...)

Alain Finkielkraut: Para alcanzar esa belleza, Appelfeld ha sabido resistir la exhortación de olvidar, pero también la actualidad frenética y obsesiva de los ultimatums. En una entrevista con -Philip Roth, dijo: “Los acontecimientos cotidianos tocan todas las puertas, pero ellos saben que yo no recibo huéspedes tan agitados”. En otra parte, en relación con la cuestión que evocamos anteriormente, dijo: “No deseo tener una visión muy mística de la escritura, pero es cierto que al tomar mi pluma entro en un mundo espiritual. Todo vuelve a la vida y vuelvo a encontrar a mis padres. Es como una necesidad psicológica de construir una especie de reparación. Sólo el silencio puede permitirte entrar en esas regiones”. Silencio religioso, estrépito del mundo.

jueves, 11 de agosto de 2011

la poesía desde el silencio


"Todas las palabras del mundo, lo único que intentan hacer es tratar de describir el silencio.."
Elena-Liliana Popescu



Elena Liliana Popescu (Nació el 20 de julio de 1948, en Turnu Măgurele, Teleorman, Rumania. Es poeta, traductora y editora rumana. Es licenciada y Doctora en Matemáticas, por la Universidad de Bucarest, de la que actualmente, es profesora. Está casada con el académico Nicolae Popescu, matemático rumano, y tienen tres hijos. Después de 1989, inicia una actividad en el periodismo rumano con ensayos de interés general, así como artículos contemporáneos sobre temas sociales y políticos. Elena Liliana Popescu es miembro de la Unión de Escritores de Rumania, sección de Poesía.





NOS HABRÍAMOS DICHO SILENCIOS


No sé
de nada mejor
que el Silencio
para decir
lo qué es la muerte,
lo qué es la vida…
¡Ojalá hubieras estado!
Nos habríamos dicho
silencios
y habríamos conocido
mejor
el Silencio
de nosotros mismos.
No sé
de nada mejor
que el Silencio,
para llenar
el instante,
el dolor,
la palabra…

(Canto de Amor, 1999)

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HIMNO AL SILENCIO

El que aspira todavía a expresar
la vivencia sensible en la poesía,
el invitado a la cena regia
que alimenta con su don la humilde fantasía

el que ofrenda todo cuanto tiene
Al que significa la Vida misma,
el que eternamente vuelve a las fuentes
y siempre está propicio a admitir el consejo

de quien está dispuesto a enseñarle,
el que se atreve a mirar en silencio
y ver en actos que parecen aislados
Al que, Él solo, sabe de su dolor

y los mantiene en vida mediante el amor,
el que con la poesía intenta abarcar
la esencia viva oculta en elixires
y del cuadro de la Vida desprender

lo que el Pintor quiso destacar
en las sombras del Rostro de la inmortalidad,
el que se atreve a dirigirse
con efímeros versos al género humano

mojando su pluma en la muda desesperación
resucitando la esperanza con palabras
extendiendo su amor
por todas cuantas son,

El que tuvo una vez tanto que decir
con sus ingeniosas rimas,
¿podría acaso componer un poema
que no fuera el del Silencio infinito?


(Himno a la Existencia, 2000)


martes, 9 de agosto de 2011

1 año del gobierno Santos





lunes, 8 de agosto de 2011

así nos ven


Mundial Sub-20 Peculiaridad en torno a los ojeadores

Los ojeadores buscan talentos en avioneta

El gran tamaño de Colombia y las pobres infraestructuras en cuanto a carreteras en el país hacen que los ojeadores europeos tengan que cubrir el Mundial en avioneta. Todos los días conviven juntos y se desplazan de ciudad en ciudad en busca de los mejores talentos del torneo.

A. Gabilondo 07/08/2011
AS


No hay espacio estos días en Colombia en el que se hable más de fútbol que en el Beechcraft 1900D de la compañía Searca. En él pasan gran parte del tiempo los ojeadores de la mayoría de los grandes clubes llegados desde Europa. La agencia IMG se encarga de organizar un viaje para todos ellos que se adapte a sus necesidades, que suelen ser analizar a cuantos más jugadores mejor en un espacio corto de tiempo.

Esta iniciativa se repite siempre que hay un torneo juvenil de estas características, pero esta vez ha tenido una aceptación casi completa por parte de los equipos europeos por la comodidad que conlleva. Con este chárter no hay que esperar en los aeropuertos, se evitan las serpenteantes y deficientes carreteras de Colombia y se puede ver un partido en una ciudad una noche y otro en una diferente en la siguiente. Justo lo que buscan estos meticulosos cazatalentos, capaces de absorber las principales cualidades de un futbolista con verlo sólo un puñado de veces en acción.

En total son 14 las entidades representadas en este peculiar viaje organizado. Real Madrid, Barça, Sevilla y Villarreal, como miembros españoles, más Juventus, Arsenal, Manchester United, Chelsea, Lille, PSG, Niza, Girondins, Benfica y AZ Alkmaar. Un elenco de laureados clubes que conviven codo con codo con sus rivales deportivos por el confort que supone recorrer un país como Colombia en avioneta. Hay otras entidades que han preferido hacer esto mismo en furgoneta, sobre todo las sudamericanas, pero eso les ha supuesto pérdida de tiempo y comodidad. Por último, equipos como el Málaga y la Real Sociedad cubren el torneo por libre, yendo y viniendo según sus necesidades.

Pero la verdadera sobredosis de fútbol y viajes la están realizando los que optaron por la variante de IMG. Cada día viajan por la mañana en la avioneta a la sede en la que esa misma noche hay encuentro, almuerzan algo ligero en un hotel, descansan un rato y se marchan al estadio a analizar a los futbolistas que más les cautiven de este Mundial.

Vida en el aire. Desde que llegaran a Colombia el día 30 han repetido este proceso de forma sistemática. Ocho días seguidos de vuelos internos para poder alcanzar todos los puntos del país en los que haya encuentros. El trayecto más largo les llevó de Cali a Barranquilla y les supuso casi dos horas. El resto de los días, el viaje suele rondar la hora de duración. Eso supone que ya acumulen unas diez horas de vuelo por los cielos colombianos, no siempre amables con esta pequeña y vulnerable nave con apenas 20 pasajeros a bordo. Uno de ellos, Mathieu Grossin, es el enlace de IMG en el país y el que se encarga de que todo salga bien. Le acompañan otras dos personas venidas desde España.

Los intervalos entre ciudad y ciudad se aprovechan para ir redactando los informes sobre los diferentes futbolistas analizados. Se habla de todos ellos con naturalidad en el avión, pero cada uno se guarda para sí mismo la información confidencial que considere oportuna, como es lógico. Se da la paradoja también, por ejemplo, de que Arsenal y Barcelona cohabiten tan cerca cuando las posturas entre ambos clubes en torno al fichaje de Cesc parecen tan distantes. O que el club culé y el Madrid compartan sinceridades pese a ser acérrimos rivales en el plano deportivo.

Un viaje inolvidable surcando Colombia por el aire. Una aventura que anoche llegó a su fin con la conclusión de la primera fase. En este punto los ojeadores ya han visto a todos los jugadores del torneo y pueden tener listos los análisis de cada uno de ellos. Y la comodidad de la avioneta ha resultado clave para ello.

domingo, 7 de agosto de 2011

Historia ordinaria


Por: Alfredo Molano
El Espectador


Cultivaba papa, ulluco, maíz. Un día, antes de mediodía se lo llevaron los soldados de la plaza de su pueblo para el cuartel, tal como se hacía en las guerras civiles del siglo XIX.

No lo amarraron, pero lo empujaron en un camión. Aprendió a obedecer como un autómata y luego lo mandaron a combatir la guerrilla en el Tolima, lejos de su casa. Combatió. Salió con libreta de primera y con un tartamudeo que obligaba a su interlocutor a completar la frase. Trató de entrar al Sena, quería ser carpintero, o plomero, o zapatero. No pudo. Buscó trabajo para repartir pizza, pero necesitaba bicicleta; buscó ser repartidor de chapolas, era un puesto para 58 aspirantes. La competencia lo derrotó. Fue desmoronándose después de dos años de llenar solicitudes, hacer colas, llamar por teléfono y recibir “venga después”, para después decir “lo sentimos, no fue aprobada su solicitud”. Dio muchas vueltas hasta que se lo llevaron unos piscicultores de tilapia roja a trabajar en Fusagasugá. Tenía que hacer de todo: echarles comida a los peces cuatro veces diarias, seleccionar los más grandes, sacarlos del agua, “sacrificarlos”, congelarlos, empacarlos, salir a entregar los pedidos. A los seis meses era otro. Sonreía. Al año, el tartamudeo se fue. Compró una moto que quería para conseguirse una novia. Sin mujer es imposible vivir. Se casó —tuvo un niño a quien bautizó con el raro nombre de Rialti —. Compró un celular.

Un día lo llamaron para felicitarlo por su trabajo, por su cumplimiento, por sus buenas maneras, por su fe en el futuro, por su patriotismo, y le pidieron que pasara por la oficina del banco que tenía una muy buena noticia que darle. Llegó al banco acabado de afeitar y recién peinado. Esperó una hora hasta que lo atendieron. Nuevas felicitaciones. “El gerente del banco ha examinado su hoja de trabajo y quiere premiarlo con una tarjeta de crédito, un instrumento indispensable para progresar en esta época. Más aun, el gerente considera que usted tiene una capacidad de endeudamiento de dos millones de pesos. Así que, firme aquí”. Con la tarjeta en la mano se dedicó a usarla: otro celular, un televisor, un reloj, un casco con visera para la moto, un bluyín para la señora y una botella de whisky. Al fin, la cuenta: 380.000 “a pagar en cualquier oficina de la entidad”. Ignoró la obligación porque de no hacerlo, con qué comía, con qué le echaba gasolina a la moto, con qué compraba los pañales de la criatura.

Al mes siguiente, la deuda había aumentado. Los intereses comenzaron a crecer. El otro mes —pensó— será distinto. Nada. No hubo otro mes. Siguió cojeando, abonando centavos, pesitos, nunca logró ponerse al día. Perdió la moto, el famoso departamento jurídico se le fue encima, el banco se pagó por la derecha. Naturalmente, lo botaron del puesto. No tenía derecho a prestaciones. Sin moral, echó por la calle del medio y terminó en una gallada robando celulares en las busetas y asaltando incautos en los cajeros automáticos. Es una de las funciones sociales más violentas de la banca: quebrar a los pobres, concentrar sus ingresos, acumular el capital.

Así se explican los billones de ganancia semestrales que con tanto orgullo se divulgan en los medios.

viernes, 5 de agosto de 2011

Kothbiro - lluvia venidera





Kothbiro significa “lluvia venidera” en lengua Luo. Ayub Ogada nació al abrigo de una familia perteneciente al pueblo Luo de Kenya. De su cultura aprendió a tocar el Nyatiti, una especie de lira de ocho cuerdas, y el Djembé, instrumento de percusión de mano muy común en el África negra.

La canción parte de una melodía tradicional Luo que se canta cuando se avecinan tormentas. En Kenya es poco común que llueva, y el agua es todo un acontecimiento. Entonces se canta esta canción que cuenta a los niños que la lluvia está por llegar y que se debe poner el ganado a resguardo para salvaguardar la riqueza familiar. Aprenden a través de la canción lo que se debe hacer, pues muchos todavía no han visto llover nunca y no saben lo que eso significa.

En algunas formas de la tradición, el conocimiento se transmite de un modo subjetivo a través de la música. En sociedades con ausencia de escuelas, donde la educación se vive a través las familias y por transmisión oral, las canciones contienen pequeñas perlas de sabiduría que ayudan a los niños a comprender y aprender. Así, a partir de una experiencia física (acción) que se siente a través de una melodía y una letra (emoción), se comprende en profundidad lo sucedido (mente), produciéndose con ello un aprendizaje.

La belleza de la música tradicional recae en su transmisión de valores sociales, educativos, y en su utilización pues muchas tonadas se usan para momentos cotidianos en el trabajo, la crianza, las relaciones… Algo que se ha ido perdiendo en occidente, donde usamos muy poco la música en nuestra cotidianidad sino es como objeto de consumo.

RealWorld, la discográfica que fichó a Ayub Ogada después de descubrirle tocando el Nyatiti en las calles de Londres, pretende fomentar y promocionar este tipo de música venga del lugar del mundo que sea. Sus discos son auténticas perlas.

Ogada forma parte ya de un elenco de excelentes musicos africanos con proyección en occidente, junto con Richard Bona (Camerún), Youssou N’Dour (Senegal), o Ladysmith Black Mambazo (Suráfrica), entre otros.

La letra en Luo:

Hah
Hahye hahye aye hahye
BIS

Om maa na pum imjya
Kothbiro
Ke luru do ketaa-lha
BIS

(x2)

Hah
Hahye hahye hahye

Yah yebi tom nuguee
Um kuru tili bare made
Kothbiro
Kem luru do ketaa-lha

(x2)

Y su traducción:

Om maa, ¿oyes lo que digo?
La lluvia está por llegar
Trae a nuestro ganado de vuelta a casa

Yahye, los niños
¿Que es lo que estáis haciendo?
La lluvia está por llegar
Trae a nuestro ganado de vuelta a casa

Kothbiro está incluida en el disco En Mana Kuoyo -”Simplemente Arena”- (RealWorld, 1993), y también se incluyó en la banda sonora de la película El Jardinero Fiel de Fernando Mereilles (Focus Features, 2005). También aparece en las diapositivas incluidas en este post del indio quechua Chamalú.

jueves, 4 de agosto de 2011

cuando el silencio aparece...












-Es decir que la sabiduría llega cuando el silencio aparece…


-Exacto, si tienes un problema no pienses tanto. No hace mucha diferencia. Trata de estar en silencio, luego abre los ojos y te aseguro que la mitad del pro­blema ha desaparecido. Pensando sólo lo multiplicas. Tienes un problema pero después de un año tienes cien problemas. No pensar es más sabio. Cuando le digo a un occidental “quédate en silencio” lo ve como algo imposible, es como hablarle a una vaca. No entiende, no existe en su cultura “no hacer nada”, pero eso es lo que necesita, no pensar en nada. Con los ejercicios de Tog Chod, hechos especialmente, vas hacia una mente vacía, en silencio. La conclusión de la filosofía de Tog Chod es que las expectativas y el miedo son enemigos de tu vida. La vida es solo un día. Hoy es el día para vivir. Hoy es el día, es la forma de cambiar el resto de tu vida. Hoy es la causa del ayer y a su vez la causa del mañana. El ayer y el ma­ñana están pasando ahora. Tog Chod es una forma de estar en el presente, en el momento, y reducir el miedo y las expectativas.


El guerrero pacífico - Tulku Lobsang


miércoles, 3 de agosto de 2011

levantamiento



Sigue el levantamiento y arreglo de algunas calles de Barichara... Luego del caos,viene la calma...

martes, 2 de agosto de 2011

Laura



Es muy típico que por estos lares los conductores bauticen sus vehículos.... y más si son volquetas, buses, camiones o tractomulas... Para la muestra un botón, eh aquí esta volqueta llamada Laura...

lunes, 1 de agosto de 2011

El arte de habitar


Por: William Ospina
El Espectador


Uno de los primeros deberos de la educación es enseñarnos a habitar el territorio, pero Colombia es un extraño país con el que no es fácil familiarizarse.

Este territorio es una suerte de rompecabezas y los mapas muestran apenas una parte de la realidad, un aspecto de las cosas que existen. Para entender un mundo hay que superponer mapas de suelos, de cultivos, de climas, de cursos de agua, de fenómenos atmosféricos, de períodos históricos, de poblaciones, de culturas. Como diría Borges, el mejor mapa es la realidad y el mejor aprendizaje la vida misma.

Mirando el mapa, uno creería que Medellín y Santafé de Antioquia tienen muchas cosas en común, pues pertenecen al mismo departamento. Lo mismo podríamos creer de Cali y Buenaventura, de Popayán y Guapi, de Pasto y Tumaco, de Manizales y La Dorada, de Bogotá y Girardot, de Tunja y Puerto Boyacá, de Bucaramanga y Barrancabermeja. Pero en más de un sentido no hay sitios más distintos.

Se diría que Colombia es varios países, que cada uno llega a cierta altura. Un país desde el nivel del mar hasta los ochocientos metros: de mares, de ríos, de lanchas, de luz madura, de sensualidad a flor de piel; otro país desde los ochocientos hasta los mil seiscientos: de bosques floridos, de cafetales, de platanales, de ciudades llenas de vegetación; otro de los mil seiscientos para arriba: de abismos, de niebla, de lloviznas, de páramos, de pueblos sombríos, de montañas misteriosas y de nieves perpetuas. Por eso las ciudades que se parecen entre sí y parecen pertenecer a la misma región son Pasto y Tunja, Cali y Villavicencio, Leticia y Magangué, Medellín y Armenia. Y lo que parece un error son más bien las divisiones políticas dictadas por la mera cercanía física.

Durante mucho tiempo Bogotá gobernaba el país como si todo estuviera a dos mil seiscientos metros de altura, como si aquí no hubiera tierra caliente, ni selvas, ni caimanes, ni anacondas, ni guacamayas, ni hormigas arrieras. Como si aquí no hubiera comunidades indígenas, ni descendientes de esclavos africanos, como si no se hablaran ochenta lenguas distintas, y Colombia fuera un país de gente blanca, católica, europea; de muebles vieneses y humor británico; de gabardinas y paraguas negros bajo una lluvia eterna y gris. Los presidentes de la República visitaban a veces con sus ministros a Cartagena o a Mompox enfundados en sacolevas negros, y la gente no acababa de saber qué velorio era aquel.

Aquí basta viajar tres horas en cualquier dirección para encontrarse en otro país: para ir de la resolana a la niebla, de la alegría a la melancolía, de la extroversión al silencio, de las praderas a los abismos, de la selva al desierto, de la sequía a la inundación. Todo esto parecería un problema y una dificultad, pero es todo lo contrario: una lección de riqueza y, bien leído, bien entendido y bien celebrado, ha debido enseñarnos hace tiempos el respeto de la diversidad, la alegría de la pluralidad, la belleza de los contrastes. No hay nada más diverso, más entretenido, que viajar aquí diez horas por tierra, de Bogotá a Cali, de Medellín a Cartagena, de Bucaramanga a Santa Marta, de Buenaventura a La Dorada

Colombia es exuberante, pero ¿cómo sería cuando el río Magdalena estaba lleno de caimanes, cuando la sabana de Bogotá estaba llena de venados, cuando por los cielos de Cundinamarca cruzaba el vuelo enorme de los cóndores que le dieron su nombre? Porque Cundinamarca significa, o significaba, “el país de los cóndores”.

Hemos tenido pésimas costumbres, y quizá la peor es la manía de exterminar la fauna silvestre. Uno de los peores vicios que llegaron de Europa fue la cacería inútil: empezaron su trabajo los rifles y las carabinas, y no quedó un tigre en Risaralda, ni un armadillo en Caldas, ni un saíno en Córdoba, ni un cóndor en Cundinamarca, ni un venado en la Sabana, ni un caimán en el Magdalena ni una babilla en el Cauca, ni una anaconda en el Meta. Y mejor no recordemos que hace un par de generaciones aquí no había muchacho que no llevara una honda de hilos de caucho para derribar pájaros por gusto.

No nos enseñaron que Colombia es el país con mayor variedad de aves del mundo, y que teníamos la oportunidad extraordinaria de convertirnos en grandes ornitólogos, observadores y conocedores de muchas especies de pájaros, o ser como Matiz y Rozo, los artistas de la Expedición Botánica, de quienes dijo Humboldt que eran los mejores dibujantes de plantas del mundo. Mejor les hubieran regalado a los muchachos binóculos para que se asombraran con los colores de los plumajes, con las formas de los azulejos y los toches, de los sinsontes y los carpinteros, de las torcazas y los barranqueros, en vez de reaccionar ante cada trino del camino con una piedra infame.

No hemos sido suficientemente agradecidos con la tierra en que vivimos. No le dan a uno el paraíso para que lo arrase, sino para que lo cultive y lo dignifique; no le dan tantos climas para que uno simplifique el mundo, sino para que comprenda su riqueza; no le dan tanta variedad de árboles para que uno convierta el hacha en el símbolo de una cultura, sino para que aprenda los nombres y las propiedades, las diferencias de las maderas y de las hojas.

Porque hay maderas balsámicas, como las llamaba Aurelio Arturo, y hay maderas dóciles al arte; y cuando es preciso derribar un árbol por alguna razón importante, hay que saber agradecer por él y convertirlo en objetos nobles. Hay árboles que entienden de música y árboles que saben de amistad, hay maderas que perfuman el mundo y cortezas milagrosas que curan y que enseñan.