domingo, 29 de septiembre de 2013

José Mujica, presidente de Uruguay, habla en la ONU - septiembre de 2013 -




Mujica advirtió en la Asamblea General de ONU que si el mundo no cambia su rumbo, y controla los enormes cambios que la globalización ha impuesto, la especie humana corre el riesgo de sucumbir. "Es posible un Mundo con una humanidad mejor, pero tal vez hoy la primera tarea sea salvar la vida". "El Mundo requiere a gritos reglas globales que respeten los logros de las Ciencias, que abunda pero no gobiernan", dijo.


sábado, 28 de septiembre de 2013

en los zapatos del otro


El Espectador
Diana Castro Benetti
27 de septiembre de 2013

Todo dolor es inoportuno. No pide permiso para instalarse en el lugar más incómodo. Duele, el pie, el dedo, la barriga, la espalda.

 Duele en exceso cuando somos pequeños o el pellizco de alguien malvado. Duele cuando los dolores son tan de adentro que son difusos y huidizos. Duele todo el cuerpo por la fiebre común o sólo un pedacito cuando está quebrado. Duele en las noches con los fríos o cuando se dilatada con el calor. Cuerpo y dolor, uno solo porque el uno aloja al otro, el uno necesita al otro.

Resulta extraño que a unos les duele más que a otros y a unos les duele lo que a otros no. Dolores subjetivos porque no hay medida ni realidades únicas sobre qué debe doler y qué no. Márgenes que le devanan los sesos hasta al más científico. Nunca duele lo que debe doler o si duele, no se sabe el por qué. Cuerpo y dolor, verdadero condimento para fanáticos, exóticos religiosos o sadomasoquistas y al que, a veces, ni el opio atenúa. Es como si el placer no tuviera sentido sin el dolor.

También hay dolores invisibles y transparentes. Los que están atados a las expectativas del afecto, al recuerdo de una caricia que ya no está o al anhelo difuso de una unión cósmica. Están esos dolores que duelen en ninguna parte pero que andan por todos lados como si fueran el vacío. Están los huecos de las ausencias y los dolores de los que nunca volvieron. A nadie le duele más porque a todos les duele por igual aunque el dolor siempre sea distinto, propio, único. Dolores, gentes y tiempos que se alimentan de nostalgia y melancolía ancladas en el hígado o en otros siglos.

Y el dolor también pasa porque, por fortuna, viene a ser como un invento. No es ni eterno ni permanente. Como imaginario busca sus excusas, defiende sus argumentos y se amarra a sus propias decisiones según el rango o los aguantes personales. Nos duelen los supuestos, lo que se nos impone, lo que un alguien nos impide. El dolor puede obligar al cambio y a la atención consciente en el presente, invoca la existencia. Es maestro y verdugo a la vez.

Pero cuando se mira un poco más allá de sí, hay dolores que también duelen como los de las injusticias, las inequidades, los egoísmos y las violencias absurdas. Duelen los dolores de los otros, de los que sufren, de los que no tienen opciones, de los que luchan sin resultado, de los débiles, de los atropellados. Son esos dolores que por infinitos no se pueden ni revelar y tantos quieren acallar. Y aunque todos esos dolores tienen la misión del despertar y del reflejo, como diría cualquier buda, ojalá nos dolieran más los dolores de los otros para que algún día podamos, por fin, desertar del sinsentido de estar haciéndonos doler.


viernes, 27 de septiembre de 2013

todo lo del pobre es robado


El Espectador
Julio César Londoño
13 de septiembre de 2013



El gobierno reversó el miércoles la Resolución 970 del ICA, que ordenaba sembrar únicamente semillas certificadas y pagar “derechos de autor” por cada resiembra. Es como si hubiera que pagarle al expropietario de la vaca cada que se la ordeñe. 

La piratería (admitiendo que la haya en este caso) es el desquite del tercer mundo contra los abusos centenarios del primero. Quizá algunos perdamos unos pesos por esta práctica, pero millones se benefician con esas canciones, películas, libros, etc. Quizá se pierdan millones de empleos formales, pero cientos de millones de personas encuentran oportunidades de subsistencia en la economía informal, es decir, en la real.

El operativo de la policía para raponearles las provisiones a los campesinos del paro puede considerarse un exceso de la Fuerza Pública. “Un acto aislado”, como zumba el mantra. Pero el caso de las retroexcavadoras destrozando miles de bultos de semillas de arroz de los campesinos del Huila y sepultándolas en un relleno sanitario, es diferente. Es una política de estado amparada en tratados internacionales, avalada por nuestros institutos científicos y las federaciones gremiales, y armada con “dientes” legales y con el persuasivo recurso de los fusiles. Es admirable cómo vela el gobierno por el cumplimiento de una norma que solo favorece a las multinacionales. Si pusiera la mitad de este empeño en garantizar derechos elementales de los ciudadanos… olvídenlo, era un chiste tierno

Los representantes gremiales no se quedan atrás. El presidente de la SAC afirma en El País del domingo que los TLC son una de las causas de la crisis del campo. Pero tres líneas más abajo intenta minimizar el impacto de los tratados afirmando que las importaciones agropecuarias solo suplen el 3% del consumo nacional. ¿Al fin qué, señor Mejía? ¿También usted anda usted extraviado en los laberintos de los TLC? Si son repudiados por los sindicatos de las potencias y de los países subdesarrollados, ¿no será que esos tratados solo benefician a los pulpos del comercio internacional? 

El inepto exministro de agricultura, los directores de los centros de investigación, los senadores (con excepción de Robledo) y hasta los representantes gremiales han repetido con juicio la lección: las semillas certificadas (Montsanto, Dupont, Syngenta…) están libres de virus y bacterias y garantizan rendimientos óptimos en la producción.  Oyéndolos, es inevitable una sensación de déjà vu. Lo mismo dijeron hace cien años de la chicha (que era “antihigiénica”) para prohibirla y favorecer a los fabricantes de cerveza. Lo mismo dijeron hace diez años para prohibir la venta de leche cruda y favorecer a las grandes envasadoras de lácteos. Lo mismo dirán mañana para obligar a los vendedores callejeros de arepas a utilizar masa de maíz importada. Y certificada por el ICA, claro. Reza bien el viejo adagio: “Todo lo del pobre es robado”. 

Durante milenios, los americanos hemos cultivado centenares de variedades de excelente maíz, y el trigo de cada día ha alimentado miles de generaciones europeas, y los pueblos asiáticos cultivan el mejor arroz del mundo desde antes de la invención del arado. Y todo se hizo sin el concurso de esas multinacionales que hoy patentan los cereales y el yagé y mañana registrarán el agua y las estrellas. 

Para terminar, una propuesta ingenua. ¿Por qué no renuncian a sus sueldos oficiales los congresistas, los burócratas, los seudocientíficos y los policías que atentan contra la seguridad alimentaria del país, y se limitan a vivir solo de las comisiones que les pagan sus clientes, las multinacionales?  ¿O será que perpetran infamias ad honorem?


miércoles, 25 de septiembre de 2013

el vecino que mató por ruido


El Espectador
Por: Dharmadeva
23 de septiembre de 2013

Tómese el tiempo para cerrar los ojos unos segundos y escuchar su entorno con cierta atención.
Descubrirá que el silencio desapareció de nuestras vidas. 

Hemos montado una civilización sobre las máquinas, y todas sin excepción son fuente de vibraciones que perturban: ahí están el ruido sutil y pernicioso de los transformadores, el estruendo de la obra de al lado, el jet que hace temblar los ventanales y los miles de automóviles cuyo rugido literalmente nos enferma. Hace unos pocos días en Bogotá hubo un asesinato por causa del ruido de un vecino. Vamos pasando el límite.

La contaminación auditiva es una de las más descuidadas por los organismos de control, y por los ciudadanos. Se excede el límite de decibeles la mayor parte del tiempo: los ruidos industriales y domésticos, el tráfico, el volumen de la música, las sirenas del negocio de las ambulancias que se han vuelto pesadilla incontrolable, golpean los tímpanos y afectan el sistema nervioso.

El derecho al silencio, que debería estar consignado entre los derechos fundamentales, es violado sin reato alguno. A usted le imponen los pitos de la calle, la música ambiental en los supermercados, restaurantes y centros comerciales, el bullicio en los prohibidos altoparlantes callejeros, la guadañadora en la finca del vecino, la televisión en el aeropuerto, la emisora en el bus. No es de extrañar que los niños que estudian en entornos que sobrepasan los niveles humanos de tolerancia tienen, desde luego, dificultades serias de aprendizaje, déficit de atención y problemas de lenguaje y comportamiento.

No hay un segundo en el que el sistema nervioso pueda evadirse de los agresivos estímulos auditivos del entorno.

Quizás una de las consecuencias más graves del ruido incontrolado es la perturbación del sueño, cuyos efectos son fatales para el individuo y la comunidad. Usted lo sabe: dificultad para conciliar, despertarse durante los momentos reparadores de sueño profundo, incremento de la presión arterial, vasoconstricción, arritmia cardíaca, desespero... Desde luego, al día siguiente de un sueño interrumpido por la moto que pasa, el camión de la basura o el volumen de la música vecina, hay fatiga general, depresión, incapacidad de desempeñarse adecuadamente, y una irritabilidad miserable.

Y desde luego ha desaparecido en consecuencia el silencio interior, la fuente de la paz y de la construcción de una vida espiritual que nos dé un sentido. “Porque el silencio detiene y ordena”, dice Ramón Andrés, un estudioso del silencio. “Esta necesidad de vivir ensordecido es uno de los síntomas reveladores del miedo”. Vamos perdidos. Así anda esta modernidad estrepitosa, que en el subdesarrollo es aún más patética y evidente, tapando el ruido con más ruido. Mientras a los que manejan el planeta, y el petróleo, les conviene que seamos unos borregos aturdidos.


 

martes, 24 de septiembre de 2013

II Campeonato de Baristas Down en Galicia, España


Fórum del Café
23 de septiembre de 2013

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El Pazo de Lestrove de Padrón acogió el pasado 13 de setiembre el II Campeonato Barista Down de Galicia, el único campeonato barista en el mundo para personas con síndrome de Down, organizado por Cafento, la Fundación Down Compostela, la asociación Down Vigo, Pousadas de Compostela y la Asociación de Hostelería de Compostela.

Los participantes, formados durante toda la semana por baristas de Cafento de acreditado prestigio en la profesión, se dividieron en cuatro equipos, dos de Compostela y dos de Vigo, que tuvieron que preparar 2 espressos, 2 capuccinos y 2 cócteles tomando como base el café.

Tras una excelente demostración de sus habilidades frente a la máquina de café, uno de los equipos de Vigo, "Café Molido" formado por Lara Paula Gómez, Almudena Gesto, Roberto Roque, Victoria Giráldez, Pilar Troncoso y Sonsoles Couñago,  se alzó con el primer premio de la competición, el cual les ofrece la posibilidad de realizar prácticas laborales en conocidos establecimientos hoteleros de su ciudad: Gran Hotel Nagari, Hesperia Vigo, NH Palacio de Vigo, Pazo los Escudos y Tryp Los Galeones.

Además, los integrantes del mejor equipo de Compostela tendrán también la posibilidad de realizar prácticas en su ciudad, por gentileza de los establecimientos colaboradores: AC Palacio del Carmen, A Tafona do Peregrino, Hostal dos Reis Católicos, NH Obradoiro, Puerta del Camino, San Lorenzo y Tryp Santiago.
 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Álvaro Mutis Jaramillo


Bogotá, 25 de agosto de1923 - Ciudad de México 22 de septiembre de 2013 


NOCTURNO
(Los trabajos perdidos)

Esta noche ha vuelto la lluvia sobre los cafetales.
Sobre las hojas de plátano,
sobre las altas ramas de los cámbulos,
ha vuelto a llover esta noche un agua persistente y vastísima
que crece las acequias y comienza a henchir los ríos
que gimen con su nocturna carga de lodos vegetales.
La lluvia sobre el cinc de los tejados
canta su presencia y me aleja del sueño
hasta dejarme en un crecer de las aguas sin sosiego,
en la noche fresquísima que chorrea
por entre la bóveda de los cafetos
y escurre por el enfermo tronco de los balsos gigantes.
Ahora, de repente, en mitad de la noche
ha regresado la lluvia sobre los cafetales
y entre el vocerío vegetal de las aguas
me llega la intacta materia de otros días
salvada del ajeno trabajo de los años.


 ---

Pienso a veces…

Pienso a veces que ha llegado la hora de callar.
Dejar a un lado las palabras,
las pobres palabras usadas
hasta sus últimas cuerdas,
vejadas una y otra vez
hasta haber perdido
el más leve signo
de su original intención
de nombrar las cosas, los seres,
los paisajes, los ríos
y las efímeras pasiones de los hombres
montados en sus corceles
que atavió la vanidad
antes de recibir la escueta,
la irrebatible lección de la tumba.





sábado, 21 de septiembre de 2013

restaurantes en Barichara


El Espectador
Por: Para serle franco
20 de septiembre de 2013

Barichara, en Santander, es sinónimo de piedra tallada, tapia pisada, paisaje, tranquilidad, viento suave, arte, poesía, diseño, música y cultura.

Y allí se continúa germinando también una vocación gastronómica. Ya escribí sobre el restaurante Las Cruces; hoy lo hago sobre otros dos muy buenos ejemplos.

El restaurante Barichara a la Piedra, está ubicado 1 km antes de llegar al pueblo, en un paraje con árboles altos y frondosos y grandes piedras, bañado por una quebrada con un pozo grande de agua refrescante en donde al antojo se puede disfrutar de un relajante chapuzón. Es un restaurante sin paredes, abierto a la naturaleza. La comida es llevada a la mesa en placas rectangulares de piedra volcánica previamente calentadas en un horno a alta temperatura. Apenas el chef coloca la porción de carne respectiva en cada piedra, se lleva de inmediato a la mesa y allí se va cocinando al tiempo que se va disfrutando bocado a bocado. Hay opciones de pescado, pollo o carne de res, previamente adobadas con salsas muy buenas, una de ellas de varias pimientas dulces, otra de pesto casero. Y a estos placeres, hay que brindarles buen maridaje con una botella de vino blanco y frío. Un gran aplauso a Patricia y Diego por la magnífica idea de montar Barichara a la Piedra, y, además, en este bello y pétreo escenario universal. Teléfono: 321 468 3027.
El restaurante La Nube, en el hotel de su mismo nombre, ofrece un desayuno de huevos machacados con carne oreada, diferente y delicioso. Hay que echarles ojo a sus cocteles naturales energéticos. El más sorprendente, el Sueño Profundo, hecho de lechugas, perejil, limón y sal, es sencillamente fuera de serie, hace gemir de gozo. Y no es una broma, es literalmente un jugo de lechugas y es magnífico. O el Bronceado Natural, con zumos de zanahoria, naranja, tomate, manzana y limón. O el Energía para el Camino, con yogur casero, uvas, germen de trigo y miel. Cocteles frutales superiores a la mayoría de los que se ofrecen en los restaurantes más afamados de Bogotá. Al almuerzo me encantaron el cabro al romero y la carne oreada sobre rodajas de pepino. Se merece un gran aplauso pues las dos preparaciones enaltecen estos platos santandereanos, el cabro y la carne oreada, con unas variaciones que no diluyen o esconden su textura y sabor original. Dirección: calle 7ª Nº 7-39, teléfono: 7 726 7161.

Indicador CLAP (calidad-local-atención-precio)

otorgado a los restaurantes: BUENO.

Sus comentarios serán bienvenidos a:

paraserlefranco@yahoo.com


 

viernes, 20 de septiembre de 2013

la mierda de vaca






Celebramos la aparción de la página web del maestro en agricultura orgánica Jairo Restrepo Rivera: 


jueves, 19 de septiembre de 2013

la rebelión de las ruanas




Publicado el 15/09/2013 
 "La Rebelión de las Ruanas" 
Especiales Pirry. 
Canal RCN. 
15 septiembre 2013

miércoles, 18 de septiembre de 2013

un cuento


El Espectador
William Ospina
14 de septiembre de 2013

ALGUNA VEZ LE DIJE A MI AMIGA TAnia Roelens que me entristecía un poco viajar por Francia, porque en un trayecto en tren entre París y Burdeos, unas cinco horas, no había visto una sola persona en los campos: sólo de pronto, allá, en la distancia, un tractor en movimiento por la llanura, y eso era todo. 

Acostumbrado a andar por Colombia, donde se ve gente por todas partes, caminantes por las vías a cualquier hora, casas a orillas de las carreteras hasta en el páramo, me parecía desolador ese espectáculo de un mundo hermoso y vacío. Tania me dijo que yo exageraba, pero un día tuvimos la oportunidad de hacer juntos el viaje, y pudo comprobar que era verdad lo que le dije. Era otra estación, no recuerdo ya si otoño o primavera, pero igual no había nadie.

Acaso lo que me parecía triste era comparar los campos actuales con esos que vemos en los cuadros de Brueghel, las campiñas de Europa hace siglos, las rondas, las granjas, las partidas de caza, los niños corriendo por los sotos, los caballos, las carretas, un paisaje lleno de belleza natural y de conmovedora humanidad.

Me dije que a lo mejor era una fantasía del pintor: que la vida en los campos, en los escasos tiempos en que no había guerra, no podía ser tan animada, a pesar de lo que nos cuentan las leyendas, los cuentos de hadas, las novelas, los poemas de Joachim du Bellay, de Ronsard o de Víctor Hugo.

Pero un día tuve la oportunidad de visitar la Moldavia rumana, cerca de la frontera con Rusia, en un otoño espléndido que llenaba de amarillos y ocres y naranjas y rojos los bosques de hayas y castaños, de robles y arces, y descubrí que aquello que yo creía fantasía existía realmente.

En esos campos, que además están llenos de pequeñas capillas pintadas de colores, había campesinos amontonando el heno junto a las granjas, mujeres afuera de unas casas llenas de adornos, carretas cargadas de remolachas y de frutas, arrastradas por caballos enormes color de fuego, niños que saltaban por las cañadas, perros, pájaros: un colorido y una vida que no parecían realidad sino leyenda.

Le señalé esas cosas a un escritor europeo que iba conmigo y me dijo: “Son cosas premodernas, ya se acabarán”. Me aseguró que el futuro eran esos campos franceses con agricultura tecnificada, donde la gente no tenía que padecer las miserias, los sufrimientos del mundo rural. A mí ese mundo no me parecía tan triste como los campos tecnificados de Francia, ni tan tedioso, pero callé discretamente, porque estaba claro que yo pertenecía a una manera de ser y de mirar condenada a desaparecer.

Pero no he dejado de sentir, viendo cómo viven las personas incluso en las sórdidas banlieus parisinas, que no necesariamente este mundo urbano es lo más deseable, y parecen darme la razón los muchos habitantes urbanos que luchan por conseguirse una casa de campo y vivir lejos de los termiteros neuróticos, en la vecindad de unos duraznos, unos almendros y algún arroyo lleno de hojas.

Es verdad que la nostalgia nos hace idealizar el pasado, considerar deseables unas maneras de vivir que para muchos no fueron precisamente felices, pero también es cierto que a menudo las promesas de la modernidad no son más que señuelos, y en el horizonte desaforado de las metrópolis no se encuentra tampoco ese paraíso de confort y de plenitud que mienten los augures de la sociedad industrial.

En Colombia, en los años cincuenta, los teóricos de la economía hasta les recomendaban a los gobiernos estimular el éxodo de campesinos, porque la industria absorbería esa fuerza de trabajo desplazada. El futuro era la ciudad, sus servicios, sus espectáculos. Pero bien sabemos cuál fue el futuro que recibió a los campesinos en las ciudades, y si no lo sabemos podemos leer de nuevo la historia de la violencia urbana, de la exclusión, del hambre, de las mafias y el sicariato, de la delincuencia, tantas cosas que no aparecían en la cartilla de los augures.

En el futuro que están diseñando para Colombia estos gobiernos, no caben, ya se sabe, los campesinos, como nos enseñó a verlos la tradición. Alguien les contó a los funcionarios que en Estados Unidos ya no hay campesinado sino agricultura industrial, y ellos parecen convencidos de que hay que acabar rápido con la agricultura tradicional y con los campesinos.

También nos contaron que Colombia dejó de ser un país rural y se convirtió en un país urbano: “el 75 por ciento en las ciudades, el 25 en los campos”. El arroz y el maíz vendrán del norte, el café de Ecuador, la papa de Polonia o de Rusia, los peces contaminados de Vietnam. El pasado quedó atrás. Y así como en los años cincuenta la violencia expulsó a dos millones de campesinos, en los últimos 20 se expulsaron otros cinco millones y fueron arrebatadas cinco millones de hectáreas.

Este gobierno, frente al paro agrario, nombró un ministro de Agricultura que al parecer trae la intención de proponerles a los campesinos que olviden el viejo modelo y se hagan socios de la industria. Pero quedan más de 12 millones de campesinos: la población de Bogotá, Cali y Medellín juntas. Y así como en los años cincuenta los desterrados no encontraron en las ciudades esa industria acogedora que les ofreciera trabajo, sino hambre, rebusque y violencia, mucho me temo que ni este gobierno ni los siguientes van a convertir a esos millones de campesinos en prósperos empresarios, ni a Colombia en Francia.

Pero sí hay empresarios a los que les conviene echar ese cuento. Un cuento más increíble que los cuadros de Brueghel.

 

martes, 17 de septiembre de 2013

3er festival de cine verde de Barichara - del 17 al 21 de septiembre -




Festiver 2013Denis Delestrac, Felipe Morell, Marcelo Castillo, son algunos de los invitados internacionales que tendrá este festival comprometido con el medio ambiente.

Barichara será el epicentro del Festival de Cine Verde, del 17 al 21 de septiembre


FESTIVER recibirá entre sus invitados a realizadores como Denis Delestrac, director, productor y guionista francés de documentales como Human Rights (2003), Mystery of the Nyle (2005). Pax Americana and the Weaponization of Space (2010), su primer documental como director, escritor y productor asociado, ha recorrido distintos festivales mundiales y plantea la militarización del espacio exterior, cuya consecuencia podría ser una guerra espacial. Su documental Sand Wars (2012), la película que abrirá la presente edición, es una reflexión sobre la explotación de la arena y sus efectos letales para el planeta.

Junto a Delestrac estará Felipe Morell, director y productor experto en animación que ha trabajado junto a Steven Spielberg en cintas como La era del hielo 2, Tarzán 2, y Príncipe de Egipto. El director ecuatoriano Marcelo Castillo estrenará Yakuaya, una película que narra la historia de una gota de agua desde su nacimiento en un glaciar hasta su llegada al mar. Participará también Loris Omedes, productor español responsable de títulos documentales como Virgen de la alegría (1996), Lalia (1999), Balseros (2002) que en 2004 recibió una nominación al Oscar.


Entre los colombianos invitados al festival estarán Priscila Padilla, directora del documental La eterna noche de las doce lunas (2013); Iván Quiñones, director de fotografía de películas como En coma (2011) y la actriz Margarita Ortega.


FESTIVER fue creado en 2011 por los actores y gestores Toto Vega y Nórida Rodríguez, desde entonces se ha posicionado como un festival pionero del cine ambiental. En esta edición, al igual que en las anteriores, FESTIVER llevará a cabo una siembra de árboles para compensar la huella de carbono del evento.


Entre otras actividades del festival, se encontrarán el mercado verde, con una variedad de productos ecológicos y amigables con el medio ambiente y exposiciones de fotografía y diseño. 

La programación de FESTIVER incluye varios estrenos de animaciones, largometrajes y cortometrajes documentales y de ficción que propenden por la concientización y sensibilización sobre el medio ambiente.

Denis Delestrac, Felipe Morell, Marcelo Castillo y Loris Omedes, invitados internacionales a FESTIVER 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

gobernador de Santander pide reducir el Páramo de Santurban para facilitar la minería a gran escala



“La petición se sale de todos los procedimientos”: Instituto Humboldt

El Espectador
Angélica María Cuevas Guarnizo
13 de septiembre de 2013

El gobernador de Santander le pidió al presidente Santos que la delimitación final del páramo sea igual a la del Parque Natural declarado en enero. Expertos creen que el 90% del vital ecosistema quedaría desprotegido. 

Páramo de Santurbán

Aunque la nueva ministra de Ambiente, Luz Elena Sarmiento, acaba de dar un plazo de tres meses para presentarle al país los nuevos límites del páramo de Santurbán, que ya fueron trazados por el Instituto Humboldt y que inevitablemente van a tener grandes repercusiones para las actividades económicas de alta montaña (como la ganadería, la agricultura y la minería), el gobernador de Santander, Richard Aguilar, quiso adelantarse al trámite y le solicitó al presidente Juan Manuel Santos que los lindes del páramo coincidan con los del Parque Natural Regional Santurbán, declarado en enero. (ver carta del gobernador)

En una carta que el portal La Silla Vacía dio a conocer ayer, el gobernador Aguilar le dice al presidente que el proceso de delimitación de páramos está “exponiendo a la comunidad a un estado de incertidumbre y desestabilización de la economía” de quienes viven en zonas que fueron declaradas áreas protegidas, y habla de los despidos masivos de trabajadores vinculados a las empresas mineras que se encuentran en la zona y de las “múltiples peticiones de las comunidades” que reclaman su derecho al trabajo.

“Teniendo en cuenta que Santander es un departamento minero”, el gobernador le solicitó al presidente Santos “hacer coincidir, en lo posible, el proceso de delimitación del Parque Natural Regional con el del páramo de Santurbán”, una propuesta que a los ojos de organizaciones ambientales como la Asociación Interamericana para la Defensa del Medio Ambiente (AIDA), codirigida por la doctora en ciencias de la Universidad de Yale Anna Cederstav, es a todas luces descabellada.

“Tenemos entendido que el Parque Natural Regional Santurbán sólo estaría protegiendo el 10% de un gran sistema de páramos”, dice Cederstav, “y los graves impactos ambientales que traerían las explotaciones mineras serían devastadores para estos ecosistemas. Está comprobado que los daños no sólo afectarán las zonas de extracción sino las aguas y el aire que las rodean. En Bolivia, los desechos de la mina en el cerro Porco, en Potosí, se extendieron por 800 kilómetros de río”.

Para la directora de AIDA, el Gobierno deberá entregarles otras alternativas económicas a los campesinos que se han dedicado a la ganadería y la minería en los páramos, porque de lo contrario se pondría en riesgo el agua que abastece a más de dos millones de habitantes.

De acuerdo con Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, la petición del gobernador “se sale de todos los procedimientos”, pues no está ajustada al método con el que se están delimitando los páramos de Colombia. “La manera en que se designa un área protegida regional es técnica y políticamente muy distinta a la designación científica de un páramo. Santurbán es muy extenso y gran parte de sus ecosistemas quedaron por fuera del Parque”

Sin embargo, “el Instituto respaldará la decisión que tome el Ministerio de Ambiente frente a este tema”, indicó Baptiste.

Aunque la polémica propuesta del gobernador Aguilar es bien vista por algunas comunidades y empresas mineras que tienen intereses de expansión en la zona, como Eco Oro (antigua Greystar), llama la atención que la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga también avale la solicitud.

“Lo expresado por el señor gobernador refleja el sentir de las organizaciones de base que están asentadas en la zona. Creemos que si la línea de páramo corresponde con la del Parque, se cumplirá con las expectativas de conservación”, le dijo a El Espectador el director encargado de la autoridad ambiental, Luis Alberto Flórez.

Antes de que el Ministerio de Ambiente emita alguna respuesta frente al tema, los ambientalistas recuerdan que el presidente Santos prometió que respetaría la detallada delimitación entregada por el Instituto Humboldt y que la Corte Constitucional ha sido clara en estipular (sentencia C-339 de 2002) que en Colombia las zonas excluidas de minería no se pueden limitar a las áreas protegidas por el sistema de Parques Naturales.

acuevas@elespectador.com
@angelicamcuevas


sábado, 14 de septiembre de 2013

Santos lanza el “pacto agrario” como respuesta a la huelga nacional


El País
Elizabeth Reyes L
13 de septiembre de 2013

El presidente colombiano Juan Manuel Santos. / Leonardo Muñoz (EFE)

Tras tres semanas de las protestas de campesinos colombianos, que mantuvieron bloqueadas numerosas vías hasta el pasado martes y que le valieron al presidente Juan Manuel Santos el desplome de su popularidad y un remezón ministerial, este jueves el Gobierno lanzó el “Gran Pacto Agrario”, un mecanismo de concertación con el que espera pasar la página de la huelga y reconstruir el campo colombiano, un sector que ha estado en el olvido durante décadas, donde la pobreza sobrepasa el 46,8%, y que ha sido, además, afectado como ninguno por el conflicto armado.

“Estas protestas campesinas nos obligan a realizar una reingeniería a nuestra manera de pensar el desarrollo [del sector agrícola]”, reconoció Santos durante la posesión de cuatro de sus nuevos ministros. Y esa reingeniería tiene que ver, entre otras cosas, con la construcción de ese Pacto donde se ha dicho que tendrán cabida el gobierno, los sectores productivos, los campesinos, indígenas, afrocolombianos, parlamentarios, alcaldes, gobernadores y académicos. Santos espera que de allí salga “una verdadera política agropecuaria, moderna, equitativa hacia el futuro”.

Sin embargo, no todos los líderes campesinos que protagonizaron la huelga nacional acudieron a la primera cita y otros que sí fueron, como Héctor Centeno, portavoz de los campesinos de Boyacá y Cundinamarca, no acogió la propuesta de Santos y se retiró del recinto. El movimiento Dignidad Agropecuaria Nacional, que agrupa a pequeños cafeteros, paperos, cacaoteros, arroceros, lecheros, entre otros agricultores, había anunciado en un comunicado que no participaban por “la insistencia oficial en no modificar los TLC y las propuestas de la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia) por la agricultura a gran escala como centro de la política agropecuaria”.

Santos –quien estuvo al inicio y al cierre de la jornada– insistió en que el Pacto es incluyente y además está en sintonía con los acuerdos que sobre el tema agrario firmados con las FARC en La Habana. “Lo que muestra este punto 1 acordado en La Habana es que todos coincidimos en la necesidad –la urgencia mejor– de enfocar la política pública hacia el bienestar de la gente en el campo y de crear las condiciones para competir en los mercados globales”, dijo.

Al final del día, el presidente colombiano anunció que firmó un paquete de decretos para poner en marcha algunas de las medidas a las que se comprometió con los campesinos que protagonizaron las huelgas. El primero es que quitará los aranceles a los insumos agrícolas, un régimen de libertad vigilada para el control de precios de estos insumos y la creación de una comisión para la regulación de los mismos. Precisamente uno de los reclamos más urgentes de los campesinos era el alto costo de los fertilizantes y los insumos.

Santos también dijo que fortalecerá la estructura del Ministerio de Agricultura con la creación de un Viceministerio para el Desarrollo Rural, que se elimina el contingente de importación de los lactosueros y que de ahora en adelante se formaliza el Sistema de Participación Popular “para que acordemos el Pacto Nacional por el Agro y lo implementemos con éxito”, explicó.

El anuncio más importante fue el acuerdo con Venezuela para reactivar el comercio binacional. Este país comprará 600 millones de dólares en productos agropecuarios a Colombia “lo que implica un aumento del 20% de las exportaciones hacia Venezuela, y vamos a asegurarnos de que el sistema de pagos otorgue las debidas seguridades a los productores”, dijo Santos y reconoció que Venezuela necesita hoy “nuestros productos y nosotros necesitamos vendérselos”.

La lista incluye 40.000 toneladas de leche en polvo y UHT (ultra-pasteurizada), 60.000 cabezas de ganado en pie, 42.000 toneladas de carne, 6.000 toneladas de mantequilla y margarina, 20.000 toneladas de aceite de palma, 32.000 cajas de huevos fértiles, y casi 1,7 millones de pollos recién nacidos.

En la última semana, Santos y sus ministros han llegado a acuerdos con cada uno de los sectores agrícolas que se fueron a la huelga, logrando el desbloqueo de vías. Los campesinos reclamaban subsidios para pequeños productores, restricciones a las importaciones y el contrabando, acceso a créditos, manejo de deudas, control a los precios de insumos, fertilizantes y del transporte de sus productos, y también por el impacto de los Tratados de Libre Comercio.

El gobierno firmó un acta con las etnias indígenas pastos y quillacingas (al sur), para comprarles 40.000 litros diarios de leche durante los próximos 15 meses. También se prohibió la rehidratación de leche en polvo importada. Por su parte, los agricultores de departamentos como Boyacá, Cundinamarca y Nariño lograron que se estableciera una restricción (salvaguarda) a la importación a la papa fresca, precocida y congelada, cebolla cabezona, frijol, arveja, tomate, pera, leche en polvo y quesos frescos provenientes de países del Mercosur y la Alianza Pacífico. Así mismo, que no se aplicará una norma que castigaba la utilización de semillas no certificadas.

En los departamentos del sur del país, el vicepresidente Angelino Garzón logró llegar a un principio de acuerdo con el último grupo de manifestantes que bloqueaban varias vías de esa región y se comprometió a conformar una comisión para negociar las peticiones de los huelguistas sobre el acceso a la tierra, la sustitución de cultivos ilícitos y las garantías para participar en la construcción de políticas agrarias.

La gran expectativa de los campesinos es que el gobierno cumpla con los acuerdos. Incluso, hoy mientras Santos lanzaba el Pacto Agrario, integrantes de la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA), celebraron una Cumbre Agraria y Popular, también en Bogotá, donde confirmaron que la huelga continuará en algunos sectores.

viernes, 13 de septiembre de 2013

elogio de la lentitud



10 de septiembre de 2013

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Quinta parte del examen al Interesante libro de Carl Honoré (In Praise of Slow: How a Worldwide Movement Is Challenging the Cult of Speed).

Elogio de la lentitud. Un movimiento mundial desafía el culto a la velocidad, de Carl Honoré:

“Todos los negocios se llevan a cabo con un ritmo rápido. La compra y la venta, la cuenta y el peso, incluso la charla por encima del mostrador, todo se hace con un grado de rapidez y mucha práctica…

Los lentos y aburridos descubren pronto que no tienen ninguna posibilidad, pero, al cabo de cierto tiempo, como un caballo lento enganchado a un coche rápido, desarrollan un ritmo desconocido hasta entonces. A medida que se extendían la industrialización y la urbanización, el siglo XIX presenciaba un desfile interminable de inventos que contribuían a que la gente viajara, trabajase y se comunicara con más rapidez. En 1850 se registraron más de mil quinientas máquinas en la Oficina de Patentes estadounidense, máquinas que, como observó un visitante sueco, servían para la aceleración de la velocidad y el ahorro de tiempo y trabajo. Londres inauguró la primera línea de metro en 1863. En Berlín, el primer tranvía eléctrico empezó a funcionar en 1879. Otis produjo la primera escalera mecánica en 1900. En 1913, los Fords del modelo T salían de la primera cadena de montaje del mundo. Las comunicaciones también se aceleraron: el telégrafo apareció en 1837, seguido por el primer cable transatlántico en 1866 y, una década después, el teléfono y la radio inalámbrica. Pero toda esta nueva tecnología no habría podido ser utilizada sin una precisa medición del tiempo. El reloj es el sistema operativo del capitalismo moderno, lo que posibilita todo lo demás: las reuniones, las fechas límite, los contratos, los procesos de fabricación, los horarios, el transporte, los turnos de trabajo…

Lewis Mumford, el eminente crítico social, identificó el reloj como la máquina esencial de la revolución industrial. Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando la creación de la hora oficial hizo que la potencia del reloj se desarrollara al máximo. Hasta entonces, cada ciudad medía el tiempo basándose en el mediodía solar, ese momento misterioso en que las sombras se desvanecen y el sol parece estar directamente por encima de nuestras cabezas. El resultado era un baturrillo anárquico de zonas horarias locales. Por ejemplo, a comienzos de los años ochenta, la hora de Nueva Orleans llevaba veintitrés minutos de retraso con respecto a la de Baton Rouge, situada a 120 kilómetros al oeste. Cuando nadie podía desplazarse más rápido que un caballo, tales absurdos apenas importaban, pero ahora los trenes cruzaban el paisaje con suficiente rapidez como para percatarse de la anomalía. A fin de posibilitar unos horarios de ferrocarril eficientes, las naciones empezaron a armonizar sus relojes.

En 1855, la mayor parte de Gran Bretaña había aceptado el tiempo transmitido por telégrafo desde el Real Observatorio de Greenwich. En 1884, 27 naciones convinieron en reconocer Greenwich como el primer meridiano, lo cual condujo finalmente a la creación de la hora oficial global. En 1911, la mayor parte del mundo se regía por la misma hora. Persuadir a los primeros trabajadores industriales de que vivieran de acuerdo con el reloj no fue tarea fácil. Muchos de ellos trabajaban a su propio ritmo, hacían pausas cuando se les antojaba o no se presentaban en su puesto, lo cual era un desastre para los directivos de la fábrica que les pagaban por horas.

A fin de enseñar a los operarios la nueva disciplina del horario que exigía el capitalismo moderno, las clases dirigentes promovieron la puntualidad como un deber cívico y una virtud moral, mientras denigraban la lentitud y la tardanza como pecados capitales. En su catálogo de 1891, la compañía Electric Signal Clock advertía contra los males de no mantener el ritmo: Si hay una sola virtud que debería cultivar más que cualquier otra quien desee triunfar en la vida, es la puntualidad; si hay un error que debe evitarse, es el retraso. Uno de los relojes de la empresa, que recibía el apropiado nombre de Autócrata, prometía revolucionar a los rezagados y los impuntuales.

En 1876, cuando apareció en el mercado el primer despertador de cuerda, la puntualidad recibió un formidable refuerzo. Pocos años después, las fábricas empezaron a instalar relojes para que los trabajadores marcaran el inicio y el final de cada turno; así la afirmación de que el tiempo es oro se convirtió en un ritual cotidiano. Cada vez era más insistente el apremio para que cada segundo contara, y el reloj portátil se convirtió en un símbolo de posición social. En Estados Unidos, los pobres se afiliaban a clubes que sorteaban un reloj todas las semanas. Las escuelas también apoyaban la aspiración a la puntualidad. En el libro de lectura de McGuffey, editado en 1881, se advertía a los niños de los horrores que podía desencadenar la tardanza, como accidentes de trenes, negocios fracasados, derrotas militares, ejecuciones por error y amoríos frustrados: Siempre sucede así en la vida, los planes mejor trazados, los asuntos más importantes, las fortunas de los individuos, el honor, la felicidad, la misma vida se sacrifican a diario porque alguien ha sido impuntual.

A medida que el reloj se imponía y la tecnología posibilitaba que todo se hiciera con mayor rapidez, el apresuramiento ocupó todos los rincones de la vida. Se esperaba del individuo que pensara, trabajara, hablara, leyera, escribiera, comiera y se moviera con más rapidez. Un observador decimonónico bromeó diciendo que el neoyorquino medio siempre camina como si tuviera una buena cena por delante y un alguacil por detrás. En 1880, Nietzsche detectó una cultura creciente de la prisa, del apresuramiento indecente y sudoroso, que quiere tenerlo todo hecho en el acto.

Los intelectuales empezaron a reparar en que la tecnología nos estaba moldeando tanto como nosotros la moldeábamos a ella. En 1910, el historiador Herbert Casson escribió que con el uso del teléfono, la mente ha adquirido un nuevo hábito. Nos hemos desprendido de la lentitud y la pereza… La vida se ha vuelto más tensa, despierta, enérgica. A Casson no le habría sorprendido saber que quien se pasa largas horas trabajando con un ordenador puede impacientarse con quienes no se mueven a la velocidad del software.

A finales del siglo XIX, un proto-asesor de dirección empresarial, Frederick Taylor, dio otra vuelta de tuerca a la cultura de la celeridad. En la Acería Bethlehem de Pensilvania, Taylor utilizó un cronómetro y una regla de cálculo para determinar, hasta la última fracción de segundo, el tiempo que debería requerir cada tarea, y entonces las ordenó a fin de obtener la máxima eficiencia. En el pasado, el hombre ha ocupado el primer lugar —dijo en un tono amenazador—. En el futuro, el Sistema debe ocupar el primer lugar. Pero, aunque sus escritos se leían con interés en todo el mundo, Taylor obtuvo unos resultados mediocres cuando llevó a la práctica su administración científica. En la Acería Bethlehem enseñó a un obrero a mover lingotes de hierro cuatro veces más rápido que la media en una jornada. Pero muchos otros obreros se marcharon, quejándose de estrés y fatiga. Taylor era un hombre duro con el que resultaba difícil congeniar, y acabaron por despedirle en 1901.

Pero a pesar de que vivió sus últimos años en una relativa oscuridad y los sindicalistas lo odiaban, su credo (primero el programa, luego el hombre) dejó una marca indeleble en la ideología occidental. Y no únicamente en el lugar de trabajo. Michael Schwarz, quien produjo en 1999 un documental sobre el taylorismo, dijo: Es posible que Taylor muriese lleno de oprobio, pero probablemente se rió el último porque sus ideas acerca de la eficiencia han llegado a definir nuestra manera actual de vivir, no sólo en el trabajo sino también en nuestra vida personal.

Más o menos por la misma época en que Taylor calculaba cuántas centésimas de segundo se tardaba en cambiar una bombilla eléctrica, Henry Olerich publicó una novela titulada A Cityless and Countryless World [Un mundo sin ciudades y sin países], que retrataba una civilización de Marte, donde el tiempo era tan precioso que se había convertido en la moneda.

Al cabo de un siglo, su profecía prácticamente se ha cumplido: hoy, el tiempo es más parecido al dinero que nunca. En los países anglosajones incluso se utilizan las expresiones ser rico en tiempo y, más a menudo, pobre en tiempo.

¿Por qué, entre tanta riqueza material, la carencia de tiempo es tan endémica? Gran parte de la culpa la tiene nuestra propia mortalidad. Es posible que la medicina haya añadido más o menos una década a los setenta años establecidos en la Biblia, pero seguimos viviendo a la sombra del mayor de todos los límites: el de la muerte. No es de extrañar que tengamos la sensación de la brevedad del tiempo y nos esforcemos por lograr que cada momento cuente.

Pero si el instinto de actuar así es tan universal, ¿por qué unas culturas son más proclives que otras a la carrera contra reloj?

Hasta cierto punto, la respuesta puede radicar en nuestra manera de considerar el tiempo. En algunas tradiciones filosóficas —la china, la hindú y la budista por nombrar sólo tres—, el tiempo es cíclico. En la isla canadiense de Baffin, los inuit utilizan la misma palabra, uvatiarru, para designar tanto en el pasado distante como en el futuro distante.

En esas culturas, el tiempo siempre viene y se va a la vez. Nos rodea de una manera constante, renovándose, como el aire que respiramos. En la tradición occidental, el tiempo es lineal, una flecha que vuela implacable del punto A al B.

Es un recurso finito y, en consecuencia, precioso. El cristianismo apremia para que utilicemos bien cada momento.

Los monjes benedictinos se regían por un horario muy apretado porque creían que el diablo buscaba trabajo a las manos ociosas. En el siglo XIX, Charles Darwin resumió la obsesión occidental por aprovechar cada minuto al máximo con una severa llamada a la acción: Un hombre que desperdicia una sola hora no ha descubierto el significado de la vida.

En el shinto, la religión nativa de Japón, que coexiste en armonía con la forma autóctona del budismo, el tiempo es cíclico. Sin embargo, después de 1868, y con un ardor casi sobrehumano, Japón emprendió la tarea de ponerse a la altura de Occidente. A fin de crear una moderna economía capitalista, el Gobierno Meiji importó el reloj y el calendario occidentales y empezó a promover las virtudes de la puntualidad y el máximo aprovechamiento del tiempo. El culto de la eficiencia se intensificó después de que la Segunda Guerra Mundial dejara el país en ruinas. Hoy, cuando uno se detiene en la estación de Shinjuku, en Tokio, y observa a los pasajeros que corren a tomar un tren, a pesar de que llegará otro al cabo de dos minutos, sabe que los japoneses han engullido la idea del tiempo como un recurso finito.

El consumismo, que Japón también ha dominado, es otro poderoso incentivo para ir rápido. En una época tan lejana como la década de 1830, el escritor francés Alexis de Tocqueville culpaba al instinto que nos hace comprar de la aceleración que estaba adquiriendo el ritmo de la vida: Quien se interesa exclusivamente por la búsqueda del bienestar mundano siempre tiene prisa, pues sólo dispone de un tiempo limitado a su disposición para asirlo y disfrutarlo”.


jueves, 12 de septiembre de 2013

12 productos “cáncer” creados por Monsanto


BWN Argentina
Por Diego Ignacio Mur - ( Twitter: @DiegoMur ) -

Para muchos es "paranoico" e incluso "caricaturesco" señalar a la Corporación Monsanto de la familia Rothschild como el "Imperio del Mal", sin embargo una breve revisión histórica expone como sembró y cosechó miseria durante el transcurso de un siglo. Aspartamo, DDT, Agente Naranja, Armas Nucleares, PCB, la hormona de Crecimiento Bovino, etc. Cuando usted reflexiona por un momento sobre los productos desarrollados por Monsanto, ¿qué encuentra? Esta es una lista certificada por organismos legales mundiales, describiendo doce creaciones que Monsanto lanzó al mercado:

1. Sacarina. John Francisco Queeny fundó "Monsanto Chemical Works", con el objetivo de producir sacarina para Coca-Cola. Estudios realizados durante la década de 1970 mostraron que este químico produce cáncer en ratas y otros mamíferos de prueba. Sin embargo, tras descubrir que causa el mismo efecto en humanos, Monsanto sobornó a médicos e instituciones para seguir comercializandola.

2. PCBs. Durante la década de 1920, Monsanto comenzó a expandir su producción química mediante bifenilos policlorados (PCB), para producir fluidos refrigerantes de transformadores eléctricos y motores. Cincuenta años después, la EPA publicó un informe citando a los PCBs como causantes de cáncer en animales, con pruebas adicionales indicando que produce cáncer en seres humanos. Casi 30 años después los PCBs fueron prohibidos en EE.UU., este químico sigue apareciendo en la sangre de las mujeres embarazadas, como se informó en un estudio de 2011. En muchas áreas de Argentina se sigue utilizando PCBs.

3. Poliestireno. En 1941, Monsanto comenzó a enfocarse en plásticos y el poliestireno sintético, que todavía es ampliamente utilizado para envasar alimentos. El poliestireno fue clasificado quinto en la lista de 1980 de la EPA, donde se enumeran productos químicos cuya producción genera los residuos más peligrosos. Al estar en los envases de comida ingerimos poliestireno (efecto de migración), que causa depresión, cáncer y daños a los nervios. Los vasos y recipientes hechos de este material sintético son difíciles de reciclar. Deben ser derretidos utilizando un equipo adecuado que la mayoría de los centros de reciclaje no poseen. Dentro de 1000 años, la bandeja de carne que usted compró en Carrefour o Wall-Mart seguirá existiendo en alguna parte del planeta. Es fatal para la vida marina: Flota en la superficie del océano, se descompone en pequeñas esferas que los animales comen. Las tortugas de mar, por ejemplo, pierden su capacidad de sumergirse y mueren de hambre.

4. Bomba Atómica y armas nucleares. Poco después de ser adquirida por Thomas and Hochwalt Laboratories, la corporación Monsanto se convirtió en una división de su Central Research Department. Entre 1943 y 1945, este departamento coordinó esfuerzos de producción clave con Manhattan Project. Lea sobre el mayor accidente industrial de Norteamérica.

5. DDT. En 1944, Monsanto empezó a fabricar el insecticida DDT, con la excusa de combatir a los mosquitos "transmisores de malaria". En 1972, el DDT fue prohibido en EE.UU. - Sus efectos adversos para la salud humana incluyen infertilidad, fallos en el desarrollo, destrucción del sistema inmunológico, muerte. El DDT impide al andrógeno unirse con su receptor, bloqueando, por lo tanto, al andrógeno para conducir un normal desarrollo sexual, dando lugar a anormalidades. Durante un experimento llevado a cabo en el Mar Caspio (Mediterráneo), el DDT a una concentración de 1 ppb redujo la población de peces hasta un 50%. El transporte atmosférico de largo de esta sustancia afecta actualmente a todos los seres vivos del planeta. Fue detectado en el aire del Ártico, terreno, hielo y nieve y virtualmente en todos los niveles de la cadena alimentaria mundial. Los sedimentos del fondo en lagos y los lechos de los ríos actúan como reservas para el DDT y sus metabolitos. Todos los bebés humanos nacen con DDT en la sangre.

6. Dioxinas. En 1945, Monsanto comenzó a promover el uso de pesticidas químicos en la agricultura con la fabricación del herbicida 2,4,5-T (uno de los precursores de agente naranja), que contiene dioxina. Las dioxinas son un grupo de compuestos químicamente relacionados que se conocen como los "Doce del patíbulo" - Son contaminantes ambientales persistentes que se acumulan en la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de los animales. Durante décadas, desde que fue desarrollado por primera vez, Monsanto fue acusada de encubrimiento o no informar sobre la contaminación por dioxinas en una amplia gama de sus productos.

7. Agent Orange. Durante la década de 1960, Monsanto fue el principal fabricante de Agente Naranja, un herbicida / defoliante utilizado como arma química en la guerra de Vietnam. La fórmula de Monsanto tenía niveles de dioxinas mucho mayores que el Agente Naranja producido por Dow Chemicals, el otro fabricante (por lo que Monsanto fue el acusado clave en la demanda presentada por veteranos de la guerra en los Estados Unidos). Como resultado del uso de Agente Naranja, Vietnam estima que más de 400.000 personas fueron asesinadas o mutiladas, 500.000 niños nacieron con defectos de nacimiento, y un máximo de 1 millón de personas quedaron discapacitadas o sufrieron problemas de salud, por no hablar de los efectos a largo plazo que lesionaron a más de 3 millones de soldados americanos y sus descendientes. Memos internos de Monsanto muestran que la corporación conocía perfectamente los problemas de contaminación por dioxinas del Agente Naranja cuando vendió el producto al gobierno de EE.UU. (para su uso en Vietnam). Sin embargo, la "Justicia" norteamericana permitió a Monsanto y Dow apelar y recibir protección financiera por parte del gobierno, ignorando a los veteranos que buscan una compensación por haber sido expuestos al Agente Naranja. 

Recién en el año 2012, 50 años más tarde del rociamiento con Agente Naranja, comenzaron algunos esfuerzos por limpiarlo. Mientras tanto, el legado de Monsanto para las generaciones futuras se traduce nacimientos de niños deformes, que continuarán durante las próximas décadas. ¿Piensa que no puede suceder aquí? Varios cultivos argentinos son modificados genéticamente para resistir un herbicida hecho con el principal componente del Agente Naranja (2,4-D), con el fin de luchar contra las "súper malas hierbas" desarrolladas por el RoundUp. Estos químicos persisten en los alimentos hasta llegar a las góndolas del supermercado y más tarde a su estomago.

8. Abono a base de petróleo. En 1955, Monsanto empezó con la fabricación de "fertilizantes" a base de petróleo, luego de comprar una refinería petrolera. Los "fertilizantes" a base de petróleo matan microorganismos benéficos del suelo esterilizando la tierra y creando dependencia, es como una adicción a los sustitutos artificiales. Dado el creciente precio del petroleo no parece una opción demasiado económica ni prospera...

9. RoundUp. Durante la década de 1970 Monsanto fundó su división Agricultural Chemicals, para producir herbicidas, y uno en particular: RoundUp (glifosato). La propaganda de Monsanto es que puede erradicar "las malezas" un día para el otro. Por supuesto los agricultores lo adoptaron de inmediato. La utilización de este químico aumentó cuando Monsanto introdujo las semillas "RoundUp Ready" (resistentes al glifosato), lo que permite a los agricultores a saturar el campo con herbicidas sin matar estos cultivos (transgénicos). Monsanto es una corporación muy poderosa, como lo demostró recientemente haciendo firmar a Obama un Acta de Protección para sus crímenes. Y aunque el glifosato inicialmente fue aprobado por organismos reguladores de todo el mundo, y es ampliamente utilizado en Argentina y Estados Unidos, más tarde fue prácticamente erradicado de Europa. El RoundUp fue hallado en muestras de aguas subterránea, así como en el suelo, y el mar, e incluso en las corrientes de aire y las lluvias. Pero por sobre todo en alimentos

Es el causante de la desaparición de abejas, y produce malformaciones, infertilidad, cáncer y destrucción del sistema inmunológico. Los estudios independientes demostraron efectos sobre la salud consistentemente negativos que van desde tumores y función orgánica alterada, hasta muerte por intoxicación.

El RoundUp es Agente Naranja con distinto nombre. Para más información visite: Ecos De Romang, el sitio mas actualizado sobre los desastres ocasionados por Monsanto en Argentina. Lea: Histórico juicio por contaminación con herbicidas que provocó 300 muertos.

10. El aspartame (NutraSweet / Equal). Fue descubierto accidentalmente durante una investigación sobre hormonas gastrointestinales. Se trata de un producto químico dulce que en primera instancia, mató a un mono bebé y dejó a otros 5 dañados gravemente (sobre un total de 7 monos), en un ensayo clínico realizado para que la FDA apruebe el Aspartame. ¡Y la FDA lo hizo! (1974). En 1985, Monsanto adquirió la empresa que fabricaba aspartame (GD Searle) y comenzó a comercializar el producto rebautizándolo NutraSweet. Veinte años más tarde, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. publicó un informe que enumera 94 problemas de salud causados ​​por el aspartamo. (Vea un vídeo rápido aquí.). Otras notas relacionadas que puede leer sobre este químico letal de Monsanto:

Aspartamo o aspartame, el veneno dentro de Nutrasweet, Equal y otros edulcorantes. Searle (Monsanto). Coca Cola "Light" y otras...

La verdad incomoda sobre el jugo de naranja "recién exprimido", y otras bebidas 

La sucia verdad detrás de Coca Cola: Es peor que el tabaco 

11. Hormona de Crecimiento Bovino (rBGH). Esta hormona modificada genéticamente fue desarrollada por Monsanto para ser inyectada en las vacas lecheras y aumentar la producción de leche cuando no hay escasez de leche. Las vacas sometidas a rBGH sufren un dolor insoportable debido a la inflamación de las ubres, y mastitis. El pus de la infección resultante entra en el suministro de leche que requiere el uso de antibióticos adicionales. La leche rBGH produce cáncer de mama, cáncer de colon, y cáncer de próstata en seres humanos

Lea: La leche argentina produce cáncer de colon, mamas y próstata. 

12. Cultivos Genéticamente Modificados OGM / GMO / GM. A principios de la década de 1990, Monsanto comenzó el "empalme" de genes de maíz, algodón, soja y canola. Utilizó ADN de fuentes extrañas para lograr dos características principalmente: Un pesticida generado internamente, y resistencia al herbicida RoundUp de Monsanto. En otras palabras, las plantas envenenan y matan a los insectos y mamíferos que las devoran, y, resisten el agroquimico (pariente del Agente Naranja) RoundUp que persiste en ellas incluso tras su procesamiento hasta llegar al consumidor. 

Por supuesto la transgenesis se ha extendido. Papas, frutillas, manzanas, tomates, lechuga, tabaco, peras, sandías. TODO tiene su versión OGM. 

Pese a las décadas de propaganda diciendo que los cultivos genéticamente modificados podrían alimentar al mundo, que tendrían más nutrientes, resistencia a la sequía, o mayor rendimiento, ninguna de esas promesas se cumplió. Los cultivos GM no alimentan al mundo, causan cáncer. No tienen más nutrientes, de hecho no alcanzan ni un 10 % de los nutrientes de los cultivos orgánicos. No resisten a la sequía. No brindan mayor rendimiento sino menor rendimiento, mientras encarecen la producción. La mayoría de las ganancias de Monsanto provienen de las semillas diseñadas para tolerar el RoundUp, este diseño transforma a los "alimentos" en armas mortales para la humanidad. Los ingresos de Monsanto aumentan constantemente ya que los agricultores se ven obligados a usar más y más químicos debido a la proliferación de super malezas que evolucionan desarrollando resistencia al RoundUp. 

Monsanto y los medios de comunicación masivos ocultan que el Amaranto orgánico era el verdadero alimento proyectado para la humanidad del futuro. Cura el cáncer, lo previene, es el cereal más nutritivo del planeta y fue la primera planta en germinar en el espacio. Tal es así que los astronautas de la NASA utilizan amaranto para mantenerse saludables y no soja. 

Al igual que durante los primeros días de los PCB, el DDT, o el Agente Naranja, Monsanto ha engañado y sobornado con éxito a los organismos públicos y reguladores generales implantando la creencia de que el RoundUp y los cultivos modificados genéticamente son beneficiosos y "seguros". 

Sin embargo Monsanto tuvo que ordenar a Obama que firmara una Ley en salvaguarda de la corporación para defenderse de las denuncias y demandas producto de 100 años de nuevos estudios que demuestran los efectos negativos e impactos ambientales de los OGM. Monsanto ataca dichos estudios científicos mediante medios de comunicación masivos controlados, denigrando e ignorando a las organizaciones independientes, y científicos honestos. Pero además, Monsanto cuenta con asociaciones industriales, blogs, científicos sobornados, "ciencia independiente" falsa y todo tipo de herramientas que a su vez, los mismos medios de comunicación corruptos patrocinan, sumado a cientos de miles de artículos de relaciones públicas "privadas" realizados por empresas que con frecuencia fueron fundadas, son financiadas y mantenidas por Monsanto. 

 Desafortunadamente, muy pocos de nosotros tomamos el tiempo para localizar a los miembros fundadores, y las relaciones de estas fuentes no válidas con Monsanto. (Leer más en esta página.

La FDA respalda enfáticamente a Monsanto, ya que comparte funcionarios con Monsanto mediante el fenómeno "Puertas Giratorias". En el siguiente gráfico elaborado por Millones contra Monsanto puede ver algunos ex vicepresidentes de Monsanto y abogados de la firma que más tarde ocuparon cargos en la FDA. Y no se olvide de Clarence Thomas, el ex abogado de Monsanto, que siendo juez de la Corte Suprema de Justicia, falló a favor de Monsanto en cada caso presentado. 

El viento y las abejas transportan mutaciones genéticas de Monsanto a la naturaleza salvaje, comprometiendo el ecosistema global. Muy pronto todas las plantas serán transgénicas. 

13. Un producto extra para este informe: Las semillas Terminator. A finales de 1990, Monsanto desarrolló tecnología para producir granos estériles incapaces de germinar. Estas "semillas Terminator" obligarían a los agricultores a comprar nuevas semillas de Monsanto cada año, en lugar de guardar y reutilizar las semillas de sus cosechas como lo hicieron durante siglos. Afortunadamente, esta tecnología fracasa en al mercado. Por lo cual Monsanto decidió exigir a los agricultores la firma de un contrato de acuerdo para que no re-utilicen ni vendan las semillas, lo que les obliga a comprar nuevas semillas y se antepone a la necesidad de un "gen terminator". El fracaso parcial de las semillas terminator es una suerte para nosotros ... ya que también eran susceptibles a polinización cruzada y podrían haber contaminado cultivos y bosques en todo el mundo. Lo cual no significa que este objetivo siga en los planes de Monsanto. 

¿Cómo se traduce el legado de Monsanto para la humanidad? 

Entre el 85% y el 90% de los alimentos ​​que usted consume cada día tiene OGMs y tóxicos químicos de Monsanto, y residuos de RoundUp. (Las cifras en esa fuente están desactualizadas) 

¿Como logra Monsanto su impunidad? Según la Asociación de Consumidores Orgánicos en un documento del año 2011, "Hay una correlación directa entre el suministro de alimentos genéticamente modificados y los $ 2,000,000,000,000 de dólares que el gobierno de EE.UU. gasta anualmente en atención médica, es decir, una epidemia de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta y un vinculo comercial con los laboratorios de fármacos y vacunas. 

En lugar de frutos sanos, verduras, granos y animales alimentados con hierba natural, las granjas industriales de Estados Unidos y Argentina producen un exceso de comida chatarra de ingeniería genética para ocasionar enfermedades cardíacas derrame cerebral, diabetes y cáncer, con el respaldo de subsidios agrícolas, mientras que los agricultores orgánicos no reciben dichas subvenciones. 

La historia de Monsanto refleja un cuadro persistente de sustancias químicas tóxicas, demandas, y ciencia manipulada. ¿Es este el tipo de entidad que queremos para controlar el suministro de alimentos de nuestro mundo? 

Monsanto no está sola. Otras empresas del "Big Six" incluyen a: Pioneer Hi-Bred International (filial de DuPont), Syngenta AG, Dow Agrosciences (filial de Dow Chemical), BASF (que es una compañía química que expande rápidamente su división de biotecnología) y Bayer CropScience (filial de Bayer). Vea una lista completa de las empresas de la ingeniería genética en este sitio web.