El Tiempo
9 de marzo de 2013
Guillermo Gaviria, finquero, pasó de mayordomo del cafetero Ernesto Garcés a líder del gremio.
Guillermo Gaviria es la tercera generación de una familia de cafeteros vinculada a Garcés.
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Durante los 12 tensos días de protestas y bloqueos a vías, Gaviria, de 51 años, se tomó la vocería de uno de los gremios del grano más influyentes y poderosos: el de Antioquia, principal productor del país, con una participación de más del 16 por ciento.
Se le vio dándoles órdenes a los manifestantes que bloqueaban las vías, sobre a quién sí y a quién no dejar pasar. Y en tono firme –como uno de los más radicales voceros campesinos– salió a rechazar el primer acuerdo entre el Gobierno y la Federación de Cafeteros.
Además, fue él quien, a las 5 a.m. del viernes, dio la orden de levantar el paro.
Aunque Gaviria –dueño de los dos más grandes supermercados de Concordia–, es reconocido por campesinos y empresarios del suroeste antioqueño, en el país era prácticamente una figura desconocida.
“Él es un luchador, como los antiguos paisas. No tiene títulos ni cartones porque se ha hecho a pulso”, le dijo a EL TIEMPO el diputado conservador de Antioquia Bayron Caro cuando se le preguntó por Gaviria.
Y aunque Caro admitió que, en su campaña a la Asamblea, recibió apoyo del finquero, dijo que este no tiene aspiraciones políticas de ninguna clase.
“En elecciones, apoyo a uno o a otro, pero no es cuestión de partidos. Soy del partido de la gente que trabaja, del partido del café”, explicó Gaviria, una de las cabezas del Movimiento por la Defensa y la Dignidad Cafetera.
Nexos con Garcés
EL TIEMPO estableció que, efectivamente, Gaviria y Garcés se conocen desde los 60. En esa época, Francisco Gaviria, padre de Guillermo, era el administrador general de las tierras de Garcés en esa zona del país.
En el 2000, Francisco murió y su hijo Guillermo asumió parte de esas tareas.
Luego, Gaviria se asoció con su expatrón Garcés Soto y hoy tienen en compañía uno de los grandes supermercados de Concordia y la finca cafetera Josefina, con cerca de 30 hectáreas sembradas de puro café.
“Somos muy amigos. Lo conozco casi desde que nació. Es inteligente, buen trabajador, y muy organizado. Lo convertí en mi socio por sus capacidades y méritos”, dijo Garcés cuando se le preguntó por su nexo con el líder del paro.
Y aunque admitió que se reunió con él y con otras cabezas del movimiento cafetero, manifestó que su exmayordomo no es su vocero como lo dice mucha gente.
“Estuve de acuerdo con el paro pero no hago parte de ese movimiento”, explicó Garcés.
También aclaró que las cuatro novillonas y los seis cerdos que llegaron a los diferentes campamentos para alimentar a los manifestantes, fueron vendidas por él y no regaladas como dicen.
Reses y plata
Y aunque Gaviria le dijo a EL TIEMPO que su socio colaboró para la causa con plata en efectivo, Garcés dijo que aún no ha hecho ningún aporte, aunque está dispuesto a hacerlo porque el paro dejó muchas deudas.
“Es injusto que traten de estigmatizar a Guillermo. Si defiende los intereses de don Ernesto es como cafetero, porque esta pelea es de cafeteros grandes y pequeños”, dijo Jorge Gómez, diputado del Polo y activista del movimiento cafetero.
Gaviria también fue enfático al asegurar que no está actuando a nombre de su expatrón: “Lo admiro pero no lo represento. Él tiene sus posiciones y yo las mías y a veces coincidimos”.
Entre los temas en los que coinciden está un plan de vivienda para trabajadores de la zona. Gaviria acaba de anunciar que su expatrón está dispuesto a regalar la tierra para que arranque el proyecto del Gobierno que, según dice, allí está rezagado.
En el tema del café, también hay coincidencias. Ambos han repetido en diferentes escenarios que el Estado no ha pensado en lo grave que es acabar con el empleo y sacar campesinos a los cordones de miseria en ciudades “para crear más bandidos y violencia”.
Pero Gaviria insiste en que no es vocero de Garcés.
Las claves de acuerdo
UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com
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