martes, 7 de febrero de 2012

muerte masiva de abejas y colibríes en provincia Comunera


Nancy Gómez Cala
Vanguardia Liberal


En alerta se encuentran los grandes y medianos productores de los apiarios del Socorro y varios municipios de la Provincia, porque cada vez es mayor el número de abejas que aparecen muertas alrededor de los arbustos del denominado ‘balso negro’, planta de nombre científico Ochroma Pyramidale, así como dentro de sus flores.

Así lo denunció el empresario apicultor Daniel Clemente Blanco Osorio, vice presidente de la Asociación de Apicultores del Socorro, Asoapicom, quien informó que “desde hace tres años se viene presentando el fenómeno de la pérdida de las abejas, que van a la flor y no regresan. Antes de eso las cosechas eran buenas, luego de lo cual le echamos la culpa al invierno, pero todo parece indicar que es otra la causa”.

Explicó que evidenció la situación en su finca, donde hay siembras importantes de balso negro, empleado desde hace pocos años ampliamente para dar sombra a los cultivos de café, en reemplazo del guamo y otras especies nativas.

Me puse a observar que estas fincas son orgánicas, pues no hay fumigaciones de ninguna especie y sin embargo las abejas están desapareciendo. Encontraba cantidad de abejas muertas al lado de las colmenas, revisé con detenimiento las flores del árbol balso negro y me di cuenta que ellas se metían pero no salían, entonces fue cuando miré que en el piso había flores que habían caído, llenas de abejas muertas, de todo tipo de polinizadoras, así como avispas”, relató.

Los colibríes son otras víctimas fatales

Indicó que al parecer el grado de toxicidad de la planta es alto y podría representar un peligro para estas especies, así como para los colibríes, que también fueron encontrados sin vida junto a la planta.

Zonas identificadas

Según Asoapicom, el problema fue identificado en las veredas Bosque, Honda, Alto de Chochos, Alto de Reinas y en la vereda Barro Negro del municipio de Palmas del Socorro, así como en la vereda Bosque de Pinchote.

Lo más grave, es que al parecer, productores de la región piensan sembrar alrededor de 500 mil hectáreas de esta especie de planta que parece estar acabando con las abejas de la provincia, así como con los colibríes.

El caso fue puesto en conocimiento de la Corporación Autónoma Regional de Santander y del Comité de Cafeteros, con el fin de evaluar la situación y establecer soluciones a este serio problema ecológico.

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