por: Federico Bongiorno
Blog: positive viajes
junio 12 de 2013
En mi viaje por la ciudad más innovadora del mundo,Medellín, no podía perderme el Café Colombiano. Éste camino, generalmente todos lo realizan de la siguiente manera: visitan una finca (lugar donde se cultiva), para luego llegar al laboratorio donde se realiza el último proceso antes de llegar al consumidor. Al ver que todo el mundo realizaba el camino de esta manera, nos sentimos en la posición de mostrar algo diferente, y hacer el camino desde la taza terminada, hacia la finca donde se cultiva.
Nuestro recorrido del Café comenzó en el Laboratorio del Café de la empresa Mikaela, donde nos recibieron con unas riquísimas tazas de café de diversos tipos. Nos contaron la historia de como surgieron, y su afán de mostrar el café como una experiencia, y no como una bebida de rutina. Nos hicieron un recorrido por sus instalaciones, mostrándonos el proceso desde que llega el café, hasta que ya obtienen los granos finales para su venta. Algo muy interesante que nos contaban, es que en Colombia (un país reconocido por tener uno de los mejores cafés del mundo), solía pasar que se exportaba el mejor café colombiano, mientras que a su propia población les quedaba lo “peor” del mismo. A través de su iniciativa, comenzaron a ingresar en el mercado colombiano un café de mejor calidad, para que su país pueda disfrutar de una excelente taza.
Nuestro paso por esta empresa fue el siguiente:
- Nos deleitaron con unas riquísimas tazas de café en sus más variadas opciones, acompañados por unos exquisitos productos de su taller de sabores: Mikaela.
- Realizamos un recorrido por sus instalaciones, conociendo sus maquinarias, sus procesos, y la manera en que buscan seleccionar el mejor café para su posterior venta.
- Nos dieron tips a través de los cuales podemos servir el café de una mejor manera en el día a día. Por ejemplo, que a la hora de comprar el café, debemos fijarnos en la fecha de su elaboración, y no en la de su vencimiento.
- Disfrutamos de una canción en vivo de la gran artista Angelica, quien cantó un tema en contexto con nuestra visita: “Té y Café”.
Luego del ameno momento que nos hicieron vivir, como si estuviéramos en nuestra propia casa, nos despedimos de ellos para continuar nuestro recorrido por la ciudad. No nos dejaron irnos, sin antes obsequiarnos productos de su elaboración (que por cierto ya los disfruté con mi familia en casa, y son realmente fantásticos).
Nuestro viaje, continuó por donde se debería empezar. Aunque suene un tanto rato, luego de probar las tazas del café colombiano, nos dirigimos a la finca cafetera “Los Arrayanes” en Antioquia. Luego de unas 2 horas y media, y unos 690 zarandeos en la combi, llegamos. Nos recibieron muy amablemente, en un rincón de paisaje paradisíaco donde se gesta el café colombiano. Nuestra visita a la finca, se dividió en las siguientes etapas:
- Hicimos un recorrido por las alturas de la finca, donde se encuentra el café en el proceso de cultivo, donde nos mostraron sus diversas tecnologías para tratarlo, y como lo trasladan desde tubos, hasta las zonas bajas donde se procesa (de esta manera se evitan cargarlo por estas largas extensiones de tierra). El paisaje desde allí arriba es realmente genial. Mientras ascendíamos comimos unas ricas naranjas naturales cortadas en el momento, y a la vez contribuimos a la cadena alimenticia siendo un tanto atacados por los mosquitos del lugar. Realmente aprendimos muchísimo, y disfrutamos de un paisaje fantástico.
- Nos invitaron a comer una rica bandeja paisa, para luego dejarnos un rato libre, en el que fuimos a sentarnos en las piedras que bordeaban el arroyo, metiendo los pies en el mismo para descansar un rato entre tanta hermosa naturaleza.
- Hicimos un recorrido por las maquinarias y procesos que se le realiza al café para su exportación o su venta a productores.
- Visitamos el “Salón del recuerdo”,
donde descansan herramientas, fotos y recuerdos de muchísimos años de
antigüedad. Es uno de los sitios predilectos de nuestro anfitrión, donde
se repasa la historia del café, desde tiempos remotos, hasta el día de
hoy.
En este viaje nos hicieron conocer más a fondo la cultura del café que se vive en Colombia, donde se busca obtener una bebida que sea una experiencia de encuentro entre amigos, entre familias, y no solo una bebida rutinaria. A través del Café me hicieron conocer más a fondo una cultura.
Que se mantenga vigente el tan famoso “Nos juntamos a tomar un café” en la charla de amigos. Y realmente, mientras nos llevaban por sus pagos, nos hicieron sentir en un ambiente de amistad, que enaltezco a gran escala. Espero que todos alguna vez en su vida puedan disfrutar el Café Colombiano, que tantas veces nos lleva a vivir una experiencia en nuestro día a día. Y esencialmente: “Nunca dejes de viajar”.
1 comentario:
Hola,
quería saber si la foto es de la cuchilla los arrayanes en Medellin, y entonces si la puedo utilisar en mi thesis de maestría. Necesito una foto de la cuchilla... Por favor, respondeme para que podría referir a tu foto en la thesis.. :)
Elin.Dahl09@gmail.com
Saludos de Suecia!
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