jueves, 23 de mayo de 2013

se apagó la voz del gran Moustaki



El País
Ana Teruel
23 de mayo de 2013

Moustaki ha entrado ya en la historia de la cultura popular como uno de los más sensibles creadores de canciones de las últimas décadas


El cantautor Georges Moustaki ha muerto esta madrugada en Niza, en el sur de Francia, según informaron sus familiares a la prensa francesa. El Métèque más famosos de la canción francesa, nacido en Alejandría, Egipto, de padres griegos y francés de adopción, -llegó a París en 1951- había cumplido 79 años el pasado 3 de mayo. Llevaba unos años retirado de los escenarios debido a una enfermedad incurable de bronquios que le impedía cantar y se dedicaba a la escritura y la pintura.

“He tenido una vida apasionante. Me gustaría que lo siga siendo hasta el final”, admitió en una de sus últimas entrevistas, en 2011, al diario francés La Croix. En ella anunciaba a duras penas –“me cuesta expresarme, mis músculos se han derretido”- que una enfermedad respiratoria “irreversible” le habían forzado a abandonar definitivamente el canto. Su último concierto lo había dado dos años antes, en enero de 2009, en Barcelona, el cual no pudo finalizar debido a aquella dolencia. Alejado de los escenarios, en los últimos años seguía dibujando, pintando y escribiendo. A finales de 2012 publicó su Petit abécédaire d’un amoureux de la Chanson (L’Archipel), un himno a su pasión por la canción.


Nacido Giuseppe Moustacchi el 3 de mayo de 1934 en Alejandría, de padres judíos griegos, educado en la escuela francesa, políglota desde pequeño –su padre, Nessim, hablaba cinco idiomas y su madre, Sarah, seis- llegó a París casi todavía adolescente, en 1951. Vivió un tiempo haciendo puerta a puerta para vender libros de poesía y rápidamente conoció a Georges Brassens, quien le transmitió su vocación por la canción y en honor al cual tomó el nombre de Georges. Fue en 1952, en la sala de conciertos de Trois Baudets, en la que actuaba uno de sus ídolos del momento, Henri Salvatore. Brassens fue el encargado de introducirle con éxito al mundillo de la canción parisiense.

Moustaki conoció y trabajó con todos los grandes de la época, empezando con Edith Piaf, de la que fue amante en 1958 y para la cual escribió la letra de Milord, y de Barbara, con la que cantó La Dame Brune. “Moustaki, es mi ternura”, decía esta última del cantautor. Escribió más de 300 canciones para artistas como Yves Montand, Juliette Gréco, Dalida o Serge Reggiani, e interpretó muchas de ellas con éxito. Se reveló con intérprete con Le Métèque (1969), cantada primero por Pia Colombo, y que dio la vuelta al mundo.

Conocido también por su compromiso de persona de izquierdas, en las últimas elecciones presidenciales de 2012 no dudo en apoyar públicamente a Philippe Poutou, el candidato del partido de extrema izquierda Nuevo Partido Anticapitalista. “Mi sensibilidad se acerca a los libertarios, a los huelguistas. No a una ideología ni a un movimiento. No tengo ni la vocación ni la misión de imponer mis ideas. Tengo pulsiones, utopías”, explicó entonces en una tribuna de prensa.

Viajero incasable, enamorado de Brasil, cuyos ritmos introdujo también en la canción francesa, “su patria” no era otra que la isla parisiense de Saint Louis, en la que vivió durante prácticamente los últimos cuarenta años. Los últimos meses los meses sin embargo en Niza, donde murió, a orillas del Mediterráneo que tanto quería.


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