Congreso evaluará el acuerdo
El Espectador
David Mayorga
8 de marzo de 2013
El subsidio acordado entre productores y Gobierno le costará al presupuesto estatal alrededor de $800.000 millones.
Aunque se trata de una medida temporal, las familias afectadas han vuelto a sus fincas.
Menos de 8 millones de sacos de café producidos en 2012. Once días de paro por cuenta de cultivadores. Treinta horas de negociación, de las cuales 12 se centraron en el ajuste de detalles. Y un subsidio de $145.000 por carga en el momento de la venta. Son los números detrás de las dos semanas intensas de protestas, bloqueos en las carreteras y reclamos a la política cafetera del país, que fueron resueltos con un acuerdo en el que el Gobierno se comprometió a girar $800.000 millones que, en estos momentos, no tienen un origen claro.
“Estamos hablando de una cuantía tan considerable que será indispensable ir al Congreso tan pronto se inicien las sesiones en este mes de marzo para plantear la necesidad de unos traslados presupuestales”, anunció Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, en diálogo con la emisora Blu Radio, en el cual indicó que los recursos provendrían de la Contribución sobre la Renta Empresarial para la Equidad (Cree), el nuevo impuesto incluido en la reforma tributaria de 2012 para financiar, entre otros, el desarrollo rural.
El causante de esta distorsión se llama Protección al Ingreso Cafetero (PIC), el subsidio que se integrará a partir del 18 de marzo al precio diario de la carga. Se entregará en el momento de la compra del grano, haciéndose efectivo cuando el valor en el mercado supere los $480.000 y desaparecerá cuando sobrepase los $700.000. De hecho, compone el 25% del ingreso que recibirá el caficultor.
Se trata, en todo caso, de un subsidio con una vigencia concreta. “Este es un apoyo temporal para que la caficultura supere una fase de caída en la producción y bajos precios. Pero no puede depender de manera permanente de apoyos del Gobierno. Los compromisos adquiridos no van más allá de 2013”, precisó Cárdenas.
Para los caficultores, el acuerdo alcanzado en la mesa se convierte en una solución estratégica que alivia la situación económica de más de 2 millones de personas que generan aproximadamente un tercio del PIB agrario del país.
“Es un acuerdo excelente. Con los términos alcanzados, muchos productores podrán volver a la actividad, pues esta ayuda vuelve a situarlos por encima de los costos de producción. Ojalá que a esto se añada una mejor estrategia que deprecie el peso más un comportamiento del precio internacional del café que ronde los US$1,43”, comenta Óscar Gutiérrez, líder del Movimiento por la Dignidad Cafetera.
La otra cara de la moneda es el balance estatal. La semana que termina obligó al Gobierno a cerrar millonarios compromisos con otros sectores productivos, como los $38.000 millones para los cacaoteros o el desmonte de $237 al galón de acpm para aplacar la furia de los transportadores. Y, si bien las vías han sido desbloqueadas, la solución podría no durar mucho tiempo: los arroceros, bananeros y algunos recolectores de caña han anunciado sus intenciones de protagonizar un nuevo paro. Y de concertar con el Gobierno posibles apoyos.
Los caficultores desbloquearon las carreteras en Cauca, Nariño y Tolima. El abastecimiento de alimentos comienza a restablecerse. / Andrés Torres |
Aunque se trata de una medida temporal, las familias afectadas han vuelto a sus fincas.
Menos de 8 millones de sacos de café producidos en 2012. Once días de paro por cuenta de cultivadores. Treinta horas de negociación, de las cuales 12 se centraron en el ajuste de detalles. Y un subsidio de $145.000 por carga en el momento de la venta. Son los números detrás de las dos semanas intensas de protestas, bloqueos en las carreteras y reclamos a la política cafetera del país, que fueron resueltos con un acuerdo en el que el Gobierno se comprometió a girar $800.000 millones que, en estos momentos, no tienen un origen claro.
“Estamos hablando de una cuantía tan considerable que será indispensable ir al Congreso tan pronto se inicien las sesiones en este mes de marzo para plantear la necesidad de unos traslados presupuestales”, anunció Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, en diálogo con la emisora Blu Radio, en el cual indicó que los recursos provendrían de la Contribución sobre la Renta Empresarial para la Equidad (Cree), el nuevo impuesto incluido en la reforma tributaria de 2012 para financiar, entre otros, el desarrollo rural.
El causante de esta distorsión se llama Protección al Ingreso Cafetero (PIC), el subsidio que se integrará a partir del 18 de marzo al precio diario de la carga. Se entregará en el momento de la compra del grano, haciéndose efectivo cuando el valor en el mercado supere los $480.000 y desaparecerá cuando sobrepase los $700.000. De hecho, compone el 25% del ingreso que recibirá el caficultor.
Se trata, en todo caso, de un subsidio con una vigencia concreta. “Este es un apoyo temporal para que la caficultura supere una fase de caída en la producción y bajos precios. Pero no puede depender de manera permanente de apoyos del Gobierno. Los compromisos adquiridos no van más allá de 2013”, precisó Cárdenas.
Para los caficultores, el acuerdo alcanzado en la mesa se convierte en una solución estratégica que alivia la situación económica de más de 2 millones de personas que generan aproximadamente un tercio del PIB agrario del país.
“Es un acuerdo excelente. Con los términos alcanzados, muchos productores podrán volver a la actividad, pues esta ayuda vuelve a situarlos por encima de los costos de producción. Ojalá que a esto se añada una mejor estrategia que deprecie el peso más un comportamiento del precio internacional del café que ronde los US$1,43”, comenta Óscar Gutiérrez, líder del Movimiento por la Dignidad Cafetera.
La otra cara de la moneda es el balance estatal. La semana que termina obligó al Gobierno a cerrar millonarios compromisos con otros sectores productivos, como los $38.000 millones para los cacaoteros o el desmonte de $237 al galón de acpm para aplacar la furia de los transportadores. Y, si bien las vías han sido desbloqueadas, la solución podría no durar mucho tiempo: los arroceros, bananeros y algunos recolectores de caña han anunciado sus intenciones de protagonizar un nuevo paro. Y de concertar con el Gobierno posibles apoyos.
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