jueves, 30 de agosto de 2012

Galaneros y ‘patiamarillos’, ¿quién se quedará con el agua?

Vanguardia Liberal
28 de agosto de 2012
Desde que los pobladores de Galán conocieron que el agua de la quebrada Chivirití sería para abastecer a Barichara, se ha desatado una disputa que cada día divide más a la comunidad y el gobierno departamental.
Pensadores, científicos y las Naciones Unidas pronostican que en menos de cinco décadas la guerra entre las grandes potencias será por el agua de continentes como África y América. En Santander dos pueblos, Galán y Barichara, sin ser potencias, parecen ratificar esta teoría. Se enfrentan por la construcción de un acueducto que sólo beneficiará al “pueblito más bonito de Colombia”, cuyo recurso hídrico saldrá de las tierras galaneras.

 Si bien es cierto que la disputa por el agua no ha trascendido de los diálogos acalorados entre la Veeduría por la Defensa del Agua de Galán y los funcionarios departamentales, y que la atención se ha fijado en la supuesta pelea entre el párroco de ese municipio, Ciro Octavio Sierra, y el Gobernador de Santander, Richard Aguilar Villa, por la supuesta oposición del primero a la construcción del acueducto, lo cierto es que la comunidad galanera pidió intervención de la Procuraduría General de la Nación, para que revise la situación, y la Gobernación tuvo que suspender la construcción de la obra.

Acostumbrados a la escasez

La llegada del invierno o del verano le cambia al panorama a los galaneros. En época de lluvia, llegar y salir del pueblo por la deteriorada carretera que comunica con el municipio de Socorro, llevando cargas de verduras, huevos, gallinas, bestias y abonos para la tierra es toda una tortura. En época de verano todo empeora, pues la sequía se apodera de las quebradas cristalinas, no hay líquido para los pobladores y menos para los cultivos y las reses de engorde, características de este municipio agropecuario.

Ante la escasez del líquido, los galaneros optaron por implementar jornadas de racionamiento, enseñaron a sus animales a consumir agua sólo una vez al día, cambiaron la cría de vacas lecheras por el ganado de genética y se prepararon para correr a los potreros cada vez que llueve y recoger en canecas el ‘oro líquido’ que cae del cielo.

Miembros de la Veeduría por la Defensa del Agua de Galán aseguran que durante los últimos 40 años han tenido que cambiar cuatro veces de fuente de captación de agua. “De las fuentes de abastecimiento que nos quedan, entre esas el Acerradero y la Chivirití, es de donde pensamos surtirnos en un futuro y ahora se la quieren llevar para Barichara”, comenta Camilo Rueda, miembro de la veeduría.

Diálogo de sordos

Enrique Caicedo, líder de la veeduría ciudadana, denuncia que se enteraron de la construcción de un acueducto para Barichara a mediados de marzo de 2011, pero fue un año después que los ánimos se calentaron, cuando una comisión encabezada por representantes de la Gobernación de Santander, el Plan Departamental de Aguas, miembros del Consorcio San Jerónimo, encargado de la obra, y una delegación de funcionarios y habitantes de Barichara llegó a Galán a informar sobre los alcances del proyecto.

“Nos engañaron, no era una reunión informativa, sino una socialización, y trajeron gente de Barichara. Pasaron una lista de asistencia para que firmáramos y cuando nos dimos cuenta decía en la parte de abajo “socialización del proyecto para la construcción de un acueducto para Barichara”. La comunidad se enfureció y desde ese día la veeduría y el cura del pueblo, pasamos a ser enemigos del Gobernador”, comenta Caicedo.

La veeduría ciudadana asegura que por esto y otra serie de “cuestiones sin resolver” es que ha elevado una denuncia a la Procuraduría General de la Nación para que intervenga y estudie si existen irregularidades en la concesión que le otorgó la Corporación Autónoma de Santander, CAS, a Barichara para extraer el agua de la quebrada Chivirití.

“Tal vez pecamos por confiados, pues pensamos que nos iban a dar solución al problema que tenemos con el acueducto del pueblo, los acueductos veredales (artesanales) para el riego de las plantaciones y el sustento de los animales, pero nada pasó” explica el veedor Camilo Rueda.

La comunidad también consignó en el documento entregado al Ministerio Público una serie de denuncias presentadas por los líderes y campesinos de la vereda San Isidro –de donde nace la quebrada Chivirití–. Allí se expone que ellos no negociaron la servidumbre con el Consorcio San Jerónimo, que sólo dieron permisos de paso por sus tierras y que luego se retractaron, porque les prometieron obras y auxilios para la comunidad y esto nunca llegó.

“Supuestamente se negociaron las servidumbres, pero eso no fue así. Primero se debe conciliar con los dueños de los predios, si se llega a un acuerdo esto se eleva a escritura pública y se registra en la Oficina de Instrumentos Públicos. Nada de eso se hizo y tampoco existe”, explica Caicedo.

“Todo esto se lo expresamos en reuniones, pero el Alcalde de Barichara y el Gobernador le echan la culpa al párroco y desvían la discusión. Esto ha llegado a tal punto, que hasta las iglesias cristianas del pueblo han intervenido y han tomado asiento en la Mesa Comunitaria que conformamos para mirar el futuro del agua en Galán. ¿Por qué no hacen un acueducto para los dos municipios? No estamos en contra de la gente de Barichara, pero no nos tienen en cuenta para nada”, concluye el veedor ciudadano.

Enrique Bueno Rey, Secretario de Infraestructura responde:

¿Cuáles son las alternativas que plantea la Gobernación?
En Galán estamos haciendo inversiones por más de $600 millones en la repotenciación del sistema de acueducto que existe, pues presentaba varias fallas en las redes de conducción  y distribución de agua. También planteamos surtir a Galán con el líquido, por medio de un sistema diferente, que refuerce las tres fuentes hídricas que tiene el municipio, sacando aguas de la quebrada Chivirití, pero en otro punto de captación; hemos planteado la posibilidad de que se modifique la reglamentación para que se hagan las compensaciones ambientales con la comunidad de la vereda San Isidro donde está la captación, que se implemente un programa para garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico, que permita ampliar el sistema y garantizar su cobertura. Consideramos que esta problemática tiene más un tinte político que cualquier otra cosa. Hoy en día la comunidad exige que tengamos que pagarles regalías y eso es absurdo. Hay interferencia de las autoridades eclesiásticas que no son técnicas ni son sociales.

¿Técnicamente es viable darles agua a los dos municipios desde la misma fuente hídrica?
Le hemos propuesto a la comunidad de Galán que nosotros hacemos el proyecto para formular la ingeniería y los diseños para esta obra, aportamos los recursos para la obra por 3 mil 800 millones de pesos, pero no les bastó. Hay un contrato que existe y hay que cumplirlo.

¿Es posible llevar agua a Barichara desde otra fuente que no sea la quebrada Chivirití?
Existe la posibilidad de un bombeo que es más costoso. Se podría surtir a Barichara con el acueducto regional de Chicamocha o del Oriente. El municipio tiene otras fuentes, pero son insuficientes, como Galán, cuya comunidad dice que en época de alta sequía tiene que hacer racionamiento.

¿Es necesario el acueducto para Barichara?
Según Pablo Figueroa, gerente de la cooperativa del Embalse El Común de ese municipio, la construcción de un acueducto para Barichara no es un capricho, pues esto obedece a un estudio adelantado por Acción Social de la Presidencia de la República, hace tres años aproximadamente. En él se analizaron las fuentes hídricas y de aguas subterráneas de municipios como Barichara, Socorro, Los Santos y Barbosa y se encontró que Barichara no tenía agua suficiente para abastecer a su comunidad. “La conclusión fue que la fuente más cercana para captar agua era la quebrada Chivirití de Galán, explica Figueroa.

Habla la CAS

La directora regional de la Corporación Autónoma de Santander, Flor María Rangel Guerrero, explicó a Vanguardia Liberal que tres fuentes hídricas son las que abastecen actualmente a la población de Galán, de las cuales se otorgó una concesión de 5,5 litros por segundo para el municipio galanero y de 29 litros por segundo para Barichara.

En época de lluvia, según los estudios adelantados por la CAS, el caudal de la quebrada Chivirití alcanza los 650 litros por segundo y en época de sequía lo más bajo que llega a estar es en 166 litros por segundo. “A pesar de la concesión que otorgamos son de 2,5 y 29 litros por segundo, es decir, 31,5 litros por segundo. Esto significa que sin hacer ninguna actividad de protección y de recuperación al recurso hídrico, el municipio de Galán tiene una disponibilidad de agua en verano de 130 litros por segundo”, explica la funcionaria.

Según Rangel Guerrero, se organizó una mesa de seguimiento para mirar la situación con la comunidad. “Buscamos que la comunidad nos acompañe en la realización de los aforos, que ellos verifiquen las mediciones para que les de tranquilidad.  Yo no conozco las razones de por qué decidieron que fuera esa cuenca para hacer el acueducto”.

Casi oculto en el costado oriental de la serranía Los Yareguíes, a cinco horas de la capital santandereana, se ubica Galán, un municipio con 3.800 habitantes, entre la zona urbana y rural, y un clima que alcanza los 20 grados centígrados. Café, yuca, maíz, tabaco y plátano, así como la ganadería, destacan a esta población de la Provincia Comunera como agropecuaria por naturaleza.

Según manifestó Flor María Rangel, directora regional de la CAS, la Alcaldía de ese municipio ha manifestó que existen situaciones vulnerables en cuanto a las necesidades de saneamiento básico en algunas veredas.

9.540 millones 934 mil 318 pesos cuesta la construcción del Acueducto de Barichara. Se contemplaba como fecha de inicio de la construcción de esta obra el 23 de marzo de este año. Sin embargo, la Secretaria de Infraestructura aseguró que la obra estará suspendida hasta nueva orden.

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Respetada pediodista Xiomara Montañez:

Muy atento al contenido y sentido de su publicación del pasado domingo 26 de agosto en relación con el Agua para el Acueducto de Barichara. 

Como integrante que fuí de la Veeduría Ciudadanapara el Agua, en momentos de la reciente y pasada crisis padecida por el colapso de la Represa del Común, abastecedora del precioso fluido para la municipalidad de Barichara, entre otras, es de lamentar  la situación que ahora se plantea. 

El tema  del Acueducto proyectado a abastecer con recursos hídricos de la quebrada Chivirití y la situación que ahora se divulga con lujo de detalle, a mi juicio, debe manejarse con excesivo tino e inteligencia, por las enormes repercusiones que estas situaciones suelen acarrear en la suerte de los vecindarios y más cuando hay intereses muy superiores de convivencia pacífica, políticos, sociales, económicos ; la región puede verse enormente perjudicada. 

El tema del agua es muy delicado desde la esquina que se quiera ver,  de la salud principalmente  y más cuando Barichara  es reconocida  como uno de los destinos de residencia permanente, transitoria o los turísticos del mayor interés tanto nacional como internacional. 

En aras de una información algo más técnica, concreta y menos sesgada a los aspectos puramente de controversia entre dos mucicipios, comedidamente le sugiero, respetada periodista, obviamente  si tiene a bien hacerlo, consultar  los expertos de la Universidad Industrial de Santander, Escuela de Ingeniería en lo que corresponde a las áreas de Aguas y Manejos Hídricos y lo propio a Ingeominas sobre el recurso de Aguas subterraneas, recurso que es y sigue siendo una excelente alternativa en lo político, técnico y económico. 

Cuando los técnicos que nos hicieron la socialización de los estudios en Barichara y sustentaron la viabilidad del proyecto bajo esas determinantes de diseño, nos quedó la duda si el estudio de esta alternativa se tuvo en cuenta con toda su significación por los diseñadores contratados. 

Sigo creyendo que, por lo menos teóricamente, crisis  como la vivida y padecida no debe volverse a presentarse, si se mantienen adecuada y técnicamente los dos pozos uno el recuperado y otro el perforado por Ingeominas.

Mi  interés es el del ciudadano del común que se pregunta si ¿esa es la situación de pugnacidad que se dice vive la región por una razón tan sensible  y fuera de eso, Barichara sin acueducto, cuál será la solución? 

Muchas gracias por la atención que le merezca mi sincera apreciación.

Jesus Hernan Villa-Roel Ramírez
C.C. 2927127 de Bogotá


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