miércoles, 28 de diciembre de 2011

Escuchando a Gaviria


Por: Patricia Lara Salive
El Espectador
15-12-2011

El expresidente César Gaviria publicó el pasado domingo una interesante propuesta sobre drogas, que no ha suscitado mayores comentarios y que bien vale la pena considerar.

Luego de aclarar que se trataría de practicar la “política del menor daño”, tal como lo están haciendo los países europeos, respondiéndose antes: ¿qué es lo que menos daño le causa a la sociedad?: ¿el prohibicionismo, que lleva a los consumidores de drogas a la cárcel, o una política de salud para tratar a los consumidores de droga como enfermos?; y después de felicitar al presidente Santos por haberse atrevido a plantear la necesidad de discutir abiertamente el tema, Gaviria dice que la discusión pedida por él, en la que participarían todos los países, demandaría “un consenso mundial que implicaría reformar muchas convenciones de la ONU, lo que haría este proceso extremadamente largo”.

Pero, en cambio, dice que los presidentes de los países más afectados por el problema, Colombia, Brasil y México, sí “podrían fortalecer la lucha contra el tráfico internacional de drogas y, al mismo tiempo, aplicar una política interna de volver el consumo de drogas un problema de salud”. Y agrega: “podrían también exigirles a los Estados Unidos un debate interno sobre sus políticas prohibicionistas en materia de consumo, sin poner en peligro las obligaciones que tenemos con la comunidad internacional de luchar con eficacia contra el tráfico internacional”. Gaviria plantea que “una declaración formal de los tres pondría este tema en la agenda de discusión de la política norteamericana”. Y concluye: “Sería infinitamente mejor para Colombia si pudiera avanzar hacia la despenalización de la marihuana y aún de la cocaína (...). Nos economizaríamos una inmensa cantidad de violencia, guerrilleros, paramilitares, bandas urbanas, etc”.

¿Hasta cuándo Colombia (acompañada por México y Brasil) va a seguir poniendo los muertos, permitiendo que se corrompan sus instituciones y que la guerra se le vuelva eterna, sólo para darles gusto a los Estados Unidos y a los países que hacen el negocio del siglo vendiéndoles a nuestros narcos las armas y los precursores químicos y, al hacerse los de la vista gorda, dejando que inviertan las millonadas que ganan con la venta de droga en inmuebles y en otros activos en sus países? ¿Hasta cuándo vamos a continuar haciendo semejante papelón tan costoso e indigno?

Presidentes Santos y Calderón y presidenta Dilma Rousseff: ¡bien vale la pena que consideren la propuesta del expresidente y exsecretario general de la OEA, César Gaviria!

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¡Paz en la tumba de Álvaro Camacho Guizado, intelectual de muchos quilates, defensor de las causas justas, a quien el corazón y, sobre todo, esos traicioneros cigarrillos que después de un primer infarto seguía fumándose a escondidas, le hicieron una mala jugada! ¡Qué falta nos va a hacer su crítica a todos los poderes! Para su familia, mis sentidas condolencias…

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Regalos de Navidad: recomiendo el espléndido CD de Cabas, Si te dijera; La Gozadera, de Bonka, y los bellos libros de Villegas Editores: El mundo del arte en San Agustín, de Efraín Sánchez; Pedro Ruiz, con textos de William Ospina sobre ese artista, y Alejandro Obregón, una linda muestra cronológica de lo más representativo de su pintura.

Y ahora sí, queridos lectores, ¡Feliz Navidad!

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