viernes, 2 de abril de 2010

2666



Cataluña y Baleares invitados de honor al XII Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.

El Teatre Lliure de Barcelona, con la adaptación de la obra póstuma del genial escritor chileno Roberto Bolaño 2666, se está presentando en el Teatro de Bellas Artes de Bogotá.

Pablo Ley y Àlex Rigola han adaptado al teatro esta novela póstuma de Bolaño, admirado por su prosa cruda, directa y obsesiva, así como por el humor negro y desgarrado que hay en todos sus libros.

Los
cinco relatos independientes que conforman 2666 están conectados entre sí por la ciudad mexicana de Santa Teresa, donde han sido asesinadas en los últimos años más de tres mil mujeres.

Fiel a los relatos de Bolaño, el director Àlex Rigola lleva de la mano al espectador por un mundo macabro, mezcla de ficción, fantasía y realidad, en el cual la tensión dramática crece vertiginosamente y de manera fragmentada en cinco partes, cuatro descansos y casi cinco horas de función.

Durante este tiempo, con once actores que interpretan más de cuarenta caracterizaciones, desfilan por el escenario míticos personajes de Bolaño alrededor de los cuales se arma la trama policial, como los críticos literarios, que alternan seminarios con encuentros sexuales mientras tratan de develar el misterioso caso del escritor Benno Von Archimboldi; el periodista negro que al ir a cubrir un encuentro de boxeo termina sumergido en un submundo donde imperan la drogadicción, el crimen y la decadencia, y el profesor de filosofía que tiene experiencias paranormales aterradoras.

Cada parte tiene un formato teatral diferente (con rasgos de novela negra, teatro de objetos o al estilo David Lynch) y converge en una localización común: la ciudad de Santa Teresa. Inspirada en Ciudad Juárez, la ciudad es la verdadera protagonista y, en palabras del propio Bolaño, “representa lo peor de nosotros”.

Así, esta pieza teatral nos lleva al borde de lo que nos constituye y de lo que somos capaces de soportar, en un entramado de mitos, ocultaciones, mentiras y verdades. La obra cuenta con una magnífica banda sonora, que va desde Bob Dylan hasta Tom Waits y Beethoven, y con ingeniosos recursos para evocar de manera cruda pero efectiva los horrores de la sociedad a través de exigentes actuaciones y una puesta en escena muy contemporánea.


No hay comentarios: