viernes, 10 de julio de 2009

Soneto con broncíneo estrambote a un proyecto universal


Suave extendamos de murtras una red por el mundo,

la soledad y el silencio, largos y cartujanos,
enseñan igual lenguaje a próximos y lejanos
capaces de comprenderse pronto en lo más profundo.

El cuarto blanco, encerrado el ruido inmundo,
es recinto de libertad que desata las manos
para acariciar con paz los proyectos más humanos
dando un sí total a Dios, irrevocable y rotundo.

Escuelas gratuitas de renovado humanismo
nos convierten en contemplativos de realidades
y más indulgentes con tantas debilidades.

Padre bueno: haz que solo y silente sea yo mismo
muy olvidado de mí, como un viejo ermitaño
y atento a tu clara voz como el bronce que ahora taño:

Soy en Ti, soy en Ti, soy en Ti...

Jaume Aymar i Ragolta
Puerto Plata, 8 de julio de 2009

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