jueves, 2 de julio de 2009

don Martín


Como estamos en un país tropical y productor de banano, es decir en una República Bananera, a veces se confunde o entremezcla realidad y ficción, cuando no, parecen la misma cosa. Y por lo general realidad no concuerda con la ficción.


El caso es que ayer llamé a Don Martín, alias paisa viejo para felicitarlo por su cumpleaños, pero escucho sorprendido que me dice: "no, hoy no es mi cumpleaños, es el 6 de agosto". Confundido me quedo, yo creía que era entre el uno y el dos de julio, y más tarde confirmo que nace el 2 de julio y me entero de la versión completa.

Parece ser que al pequeño Martín, por aquel entonces, cuando nació, años ah, su padre lo registró posiblemente en su Supatá natal un 6 de agosto y como muchos padres (que no madres), le puso como fecha de nacimiento el mismo 6 de agosto. Al hacerse mayor de edad, como casi todo adulto en este país, don Martín gestinó su cédula de ciudanía en la Registraduría Nacional del Estado Civil.

Años después tuvo la necesidad de hacer gestiones varias, para lo cual le pidieron el Registro Civil y oh sopresa, oh caos, la fecha de nacimiento que había en este, no coincidía con la
fecha de nacimiento de la cédula de ciudadanía, con lo cual, tendría que solicitar rectificación de cédula para que los datos coincidieran en los dos documentos.

Así pues, que a parte de ser unos días más joven según el Estado, le cambia hasta el signo zodiacal. En lugar de ser cáncer, pasa a ser leo. Aunque la verdad sea dicha, lo vemos más como Moncha le dijo en aquella ocasión: "amamantador del mundo", que como "rey de la selva".


En fin, hoy por si las moscas ya no lo llamé y supongo que tampoco lo haga el 6 de agosto. Por si acaso, le dije que se diera por felicitado. La duda me queda de cara al año que viene. Veremos cómo se tercia por aquellos días...

Lo importante es que celebramos su existencia y el gozo de su amistad. Así que feliz aniversario!!!!


1 comentario:

mgomezt dijo...

Gracias por recordarlo, el diagnóstico es correcto, pero lo bueno del cuento es que tengo doble cumpleaños y se debe celebrar doble