sábado, 4 de octubre de 2008

Del pobre de Asís...


Señor,
hazme un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde hay error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo la luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Señor, que no me empeñe tanto
en ser consolado como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender,
en ser amado, como en amar;
porque dando se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
muriendo se resucita a la vida .
Amén.
PD: Un día como hoy de 1993 viajaba a Barcelona para quedarme por muy largo tiempo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Como pasa el tiempo definitivamente en esta vida no se sabe que nos depara el destino viajamos conocemos amigos, conocidos, compadres y por un viaje se nos abre un nuevo destino, solo Dios sabe donde iremos a parar pero todos sabemos que lo que buscamos es la felicidad, y la tranquilidad para nuestros corazones, felicidades por encontrar tu destino