domingo, 30 de diciembre de 2012

nuestro 2012


 


sábado, 29 de diciembre de 2012

Baricharte





Exposición Nacional de Artes Plásticas
Diciembre 27 de 2012 - Enero 15 de 2013
Instituto Aquileo Parra - Barichara -


viernes, 28 de diciembre de 2012

Buscan constituir red de acueductos


Vanguardia Liberal
Nancy Acuña Rodríguez
11 de diciembre de 2012

A la reunión asistieron los comités de cada uno de estos municipios que serán los encargados de dar impulso a la creación de la red.

Nancy Acuña R   / VANGUARDIA LIBERAL
Delegados de algunas asociaciones de acueductos veredales de 12 municipios, asistieron al tercer encuentro convocado por Pastoral Social de la Diócesis de Socorro y San Gil con miras a estructurar la Red de acueductos de la región ‘Agua para la vida’.(Foto: Nancy Acuña R / VANGUARDIA LIBERAL)
 
Tercer encuentro regional de los comités de impulso a la creación de la red regional ‘Agua para la vida’, propuestas que se ha venido trabajando desde el Secretariado de Pastoral Social -Sepas-, de la Diócesis de Socorro y San Gil.

Hasta el momento se tienen 166 acueductos comunitarios en las parroquias donde se adelanta un proceso de capacitación en torno al derecho al agua como bien común.

Estos acueductos pertenecen a 12 municipios de las provincias Guanentá y Comunera: Charalá, Ocamonte, Coromoro, Cincelada, Encino, Páramo, Valle de San José, Mogotes, Aratoca, Barichara, Chima y Guadalupe.

A la reunión asistieron los comités de cada uno de estos municipios que serán los encargados de dar impulso a la creación de la red. El proyecto es que tener una red constituida por más de 166 acueductos comunitarios que son gestionados por la propia comunidad que tiene sus fuentes de agua, su propia organización, cumplen con todos los requisitos de ley y están haciendo el esfuerzo para potabilizar el agua.

Así lo informó Carlos Augusto Carvajal Durán, coordinador del equipo móvil de Sepas, quien señaló que se trabaja en la construcción de la red, identificando la misión, la visión, los objetivos, la estructura orgánica y operativa y el año entrante estos comités impulsarán la realización de las asambleas anuales con miras a fortalecer la red en sus municipios y la red regional ‘Agua para la vida’.

opinan

Concepción Cristancho
Corregimiento de Riachuelo, municipio de Charalá, acueducto de Santa Bárbara de la cual se benefician 66 familias: “La asociación es un mecanismo que va a ayudar a solucionar muchos problemas que tenemos porque nosotros de organización hemos sido renuentes pero hoy contamos con las asociaciones en las 7 veredas del corregimiento. Es bueno que nos orienten, nos guíen porque nosotros somos capaces de ser autosuficientes en nuestras comunidades y podemos cuidar el recurso hídrico porque nosotros mismos conocernos el entorno. Ojala el Estado mire con buenos ojos las asociaciones porque nosotros queremos manejar nuestro recurso”

Alejo Picón Zambrano,
Vereda la Palmita del municipio de Mogotes, acueducto la Palmita del cual se benefician 165 familias: “Esta es una información muy buena porque nosotros tenemos organizado el acueducto pero algunas veredas y los acueductos estaban funcionando a través de las JAC y con esto encontramos una organización nueva y la gente está solicitando concesión de agua a la CAS y están tratando de organizar los acueducto en una forma más unida e inclusive algunos tenemos la concesión de los filtros para el agua potable”.

Germán Ortiz Angarita
De la vereda Santa Helena de Barichará, asociación de suscriptores del acueducto rural de la vereda Santa Helena, beneficia a 87 familias: “Esta reunión es muy buena porque nos están asesorando bien para que nosotros mismos tengamos el acueducto y podamos repartir el agua bien como debe ser para toda la comunidad y estamos luchando para ver si algún día tenemos acueducto para toda la vereda.


miércoles, 26 de diciembre de 2012

Laura Valentina Rodríguez Buenahora



Bautizamos ayer, día de Navidad, a Laura Valentina en la Catedral de Barichara. Celebramos sus padres, Elda y Noé; sus hermanas Sílvia y Juliana; sus padrinos Anna y Mauricio y el P. Ariel, vicario de la parroquia.

martes, 25 de diciembre de 2012

lunes, 24 de diciembre de 2012

navidad 2012



¿No me veis?
Desde ahora Yo soy un Dios de carne. No me busquéis allá arriba, en el cielo.
Buscadme aquí abajo, entre los más afligidos de todos los hermanos.
Buscadme en cualquier hombre que pasa necesidades, por rico o pobre que sea; por cercano o por lejano; por amigo o por contrario que os haya sido.
Buscadme entre los hombres que son de aquí abajo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

La Hermandad del Osito


A pesar de sus cuchicheos y pataletas, quizá las adolescentes puedan enseñarnos algo sobre el silencio.

Las niñas tienen miedo. Siempre lo han tenido (al menos desde que se inventó la juventud, hace unos tres siglos) y siempre lo tendrán. Las jovencitas de doce, trece años, tienen miedo, y es tan natural que parece increíble que logren engañarnos con sus desplantes, sus faldas cortísimas, sus noviazgos precoces, la actitud de tedio y desdén con que pretenden conjurarlo. El paso desde una niñez dulce, doméstica e inocente a la trastabillante adolescencia y la rutinaria adultez es una de las experiencias más potentes y a veces más duras de la vida entera. Para los hombres también, pero para las niñas, postulo, afirmo, aseguro: más.

Si es casi de ciencia ficción. Tienes un cuerpo, el tuyo, el de siempre, el que todo el mundo conoce, y de pronto tienes otro, un cuerpo nuevo, con ondulaciones desconocidas, extrañas proporciones y oscuridades donde antes había lisura y olor a infancia. El increíble Hulk en cámara lenta. La Mujer Maravilla en el dormitorio. La llegada del período en las niñas suele ser celebrada por algún adulto de la familia, muchas veces el padre, y con la mejor de las intenciones, con un emocionado “Ya eres una mujercita”. No imaginan el terror que produce esa frase. Es tanto lo que supone, lo que parece venirse encima cuando se es apenas un proyecto de mujer grande.


Como un auto en rodaje (aunque eso ya no existe, parece), muchas niñas se retraen a la melancolía sin objeto o en cambio chirrían, actúan destempladamente, se sobreactúan. Creo que es por la presión del entorno, por lo desconcertante de las reacciones a los cambios físicos y el brote del interés sexual; es demasiado para unas emociones nuevitas, balbuceantes, no templadas todavía por la experiencia y la mentira.


Como viví por supuesto ese largo e invisible rito de paso, y hoy lo adivino en una niña que se parece a mí, nunca he podido olvidar un relato de Steven Millhauser que sin decir nada de esto lo dice todo. El cuento se titula “La Hermandad de la Noche” y se presenta como una serie de testimonios acerca de unos hechos que tienen trastornado a un pueblo cualquiera de los Estados Unidos más provincianos: las niñas de ese pueblo, las hijas adolescentes de la respetable clase media, jovencitas que conservan un osito polvoriento en dormitorios que rezuman todavía el dulzor de la niñez, abandonan subrepticiamente sus hogares por las noches, se escabullen por patios apenas iluminados y se reúnen en casas abandonadas, en bosques o cementerios.


Nadie sabe con certeza qué hacen allí, pero entre los adultos empiezan a correr rumores de una sociedad secreta, de actos inconfesables, sacrilegio, trances religiosos, el diablo, brujería, depravación. Los murmullos y el terror de los padres aumentan porque las niñas no revelan el secreto ni siquiera bajo los peores castigos o amenazas. Mientras algunos padres desesperados acumulan ojeras preguntándose qué hicieron mal, mientras los pusilánimes se limitan a contemplar la terrible desolación que se cierne sobre sus vidas, otros amarran a sus hijas a sus camas rosas con vuelos: en sus propios dormitorios con ositos las golpean, las espían y maldicen el día en que nacieron.


Pero las muchachas no hablan. Y entonces los padres las acusan de crímenes que en el fondo los tranquilizan, porque son algo conocido, algo que, aunque horrible, se puede comprender. Porque lo verdaderamente tenebroso es esa nada, esa oquedad donde debiera haber una explicación. ¿Qué ocurre en realidad en ese pueblo perdido de Minnesota? La verdad es simple y devastadora: las niñas solo ocultan su pasión por el retiro y el silencio. No están haciendo nada extraño, o en realidad lo que hacen es extrañísimo, impensable. Las niñas huyen por las noches para estar quietas, calladas, en paz. En los sótanos, en la oscuridad de los parques, por unas horas no hacen más que estar en silencio. No quieren oír nada, no quieren ser oídas.


Millhauser retoma el tema desde otro ángulo en Enchanted Night (creo que no se ha publicado una traducción; hace muchos años hicimos una a cuatro manos con la escritora chilena Andrea Maturana, pero la editorial había comenzado a morir y ese trabajo se perdió). Las narraciones de Millhauser funcionan por acumulación, crecen como un tumor mutante, y por eso no es raro encontrarse con historias suyas que parecen haber brotado en otra parte para no agotarse jamás; aquí, a medianoche, una banda de chicas de trece o quince años irrumpe en las casas del barrio como sombras sibilantes bajo la luz de la luna. Dejan inocentes huellas en las cocinas de sus padres, potes volteados, restos de comida, notas en hojas de cuaderno que dicen, nadie sabe por qué, “Somos vuestras hijas”.


Este es, y no hay que ser adolescente para percibirlo, un mundo opresivo a fuerza de abundancia, abundancia de palabras, de órdenes, de engaños, de información falsa, incompleta o perniciosa. Es la ansiedad la que habla, un habla de burbujas y de algodón de azúcar, palabras que se disuelven en el aire, sin sustento, sin calma. La incontinencia verbal se celebra, la parquedad es una tara social. Hay libros, sistemas en diez pasos, metodologías de psicología barata para dejar de ser introvertido. En las escuelas se aviva al joven líder lleno de energía y seguridad, al que habla con desplante, mientras el mundo mucho más diverso de los callados pasa por fuera, sin ser detectado en el radar de los adultos. En casa la televisión nos insulta al elevar el volumen durante las tandas comerciales, los omnipresentes vendedores nos aterran con la certidumbre de que mienten sin remedio, la comunicación instantánea nos acerca sin habernos preguntado si queríamos acercarnos realmente, y a quién.


Entonces es cuando recuerdo la Hermandad de la Noche y pienso algo simple: qué gran idea. Pues si la vida interior de las niñas ha tenido siempre un gran dilema –el osito o el escote, quiero pero no quiero, quiero saber pero no todavía–, ¿por qué no resolverlo abriendo espacios mudos para soltar la presión? Los especialistas recomiendan hablar, hablar, hablar: contar todo lo que te pasa. Bah, yo no, no siempre. Quizás a veces sea más sano mandar al diablo esa nube de voces y buscar la calma en un paisaje sin palabras, en una hermandad que sabe cuándo callar y cuándo levantarse para seguir con la vida. Quizá ese sea un consejo extraño pero no tan desquiciado para una adolescente. ¿Y luego los grandes no podemos hacer lo mismo?


Las niñas tienen miedo. Siempre lo han tenido (al menos desde que se inventó la juventud, hace unos tres siglos) y siempre lo tendrán. Las jovencitas de doce, trece años, tienen miedo, y es tan natural que parece increíble que logren engañarnos con sus desplantes, sus faldas cortísimas, sus noviazgos precoces, la actitud de tedio y desdén con que pretenden conjurarlo. El paso desde una niñez dulce, doméstica e inocente a la trastabillante adolescencia y la rutinaria adultez es una de las experiencias más potentes y a veces más duras de la vida entera. Para los hombres también, pero para las niñas, postulo, afirmo, aseguro: más.


Si es casi de ciencia ficción. Tienes un cuerpo, el tuyo, el de siempre, el que todo el mundo conoce, y de pronto tienes otro, un cuerpo nuevo, con ondulaciones desconocidas, extrañas proporciones y oscuridades donde antes había lisura y olor a infancia. El increíble Hulk en cámara lenta. La Mujer Maravilla en el dormitorio. La llegada del período en las niñas suele ser celebrada por algún adulto de la familia, muchas veces el padre, y con la mejor de las intenciones, con un emocionado “Ya eres una mujercita”. No imaginan el terror que produce esa frase. Es tanto lo que supone, lo que parece venirse encima cuando se es apenas un proyecto de mujer grande.


Como un auto en rodaje (aunque eso ya no existe, parece), muchas niñas se retraen a la melancolía sin objeto o en cambio chirrían, actúan destempladamente, se sobreactúan. Creo que es por la presión del entorno, por lo desconcertante de las reacciones a los cambios físicos y el brote del interés sexual; es demasiado para unas emociones nuevitas, balbuceantes, no templadas todavía por la experiencia y la mentira.


Como viví por supuesto ese largo e invisible rito de paso, y hoy lo adivino en una niña que se parece a mí, nunca he podido olvidar un relato de Steven Millhauser que sin decir nada de esto lo dice todo. El cuento se titula “La Hermandad de la Noche” y se presenta como una serie de testimonios acerca de unos hechos que tienen trastornado a un pueblo cualquiera de los Estados Unidos más provincianos: las niñas de ese pueblo, las hijas adolescentes de la respetable clase media, jovencitas que conservan un osito polvoriento en dormitorios que rezuman todavía el dulzor de la niñez, abandonan subrepticiamente sus hogares por las noches, se escabullen por patios apenas iluminados y se reúnen en casas abandonadas, en bosques o cementerios.


Nadie sabe con certeza qué hacen allí, pero entre los adultos empiezan a correr rumores de una sociedad secreta, de actos inconfesables, sacrilegio, trances religiosos, el diablo, brujería, depravación. Los murmullos y el terror de los padres aumentan porque las niñas no revelan el secreto ni siquiera bajo los peores castigos o amenazas. Mientras algunos padres desesperados acumulan ojeras preguntándose qué hicieron mal, mientras los pusilánimes se limitan a contemplar la terrible desolación que se cierne sobre sus vidas, otros amarran a sus hijas a sus camas rosas con vuelos: en sus propios dormitorios con ositos las golpean, las espían y maldicen el día en que nacieron.


Pero las muchachas no hablan. Y entonces los padres las acusan de crímenes que en el fondo los tranquilizan, porque son algo conocido, algo que, aunque horrible, se puede comprender. Porque lo verdaderamente tenebroso es esa nada, esa oquedad donde debiera haber una explicación. ¿Qué ocurre en realidad en ese pueblo perdido de Minnesota? La verdad es simple y devastadora: las niñas solo ocultan su pasión por el retiro y el silencio. No están haciendo nada extraño, o en realidad lo que hacen es extrañísimo, impensable. Las niñas huyen por las noches para estar quietas, calladas, en paz. En los sótanos, en la oscuridad de los parques, por unas horas no hacen más que estar en silencio. No quieren oír nada, no quieren ser oídas.


Millhauser retoma el tema desde otro ángulo en Enchanted Night (creo que no se ha publicado una traducción; hace muchos años hicimos una a cuatro manos con la escritora chilena Andrea Maturana, pero la editorial había comenzado a morir y ese trabajo se perdió). Las narraciones de Millhauser funcionan por acumulación, crecen como un tumor mutante, y por eso no es raro encontrarse con historias suyas que parecen haber brotado en otra parte para no agotarse jamás; aquí, a medianoche, una banda de chicas de trece o quince años irrumpe en las casas del barrio como sombras sibilantes bajo la luz de la luna. Dejan inocentes huellas en las cocinas de sus padres, potes volteados, restos de comida, notas en hojas de cuaderno que dicen, nadie sabe por qué, “Somos vuestras hijas”.


Este es, y no hay que ser adolescente para percibirlo, un mundo opresivo a fuerza de abundancia, abundancia de palabras, de órdenes, de engaños, de información falsa, incompleta o perniciosa. Es la ansiedad la que habla, un habla de burbujas y de algodón de azúcar, palabras que se disuelven en el aire, sin sustento, sin calma. La incontinencia verbal se celebra, la parquedad es una tara social. Hay libros, sistemas en diez pasos, metodologías de psicología barata para dejar de ser introvertido. En las escuelas se aviva al joven líder lleno de energía y seguridad, al que habla con desplante, mientras el mundo mucho más diverso de los callados pasa por fuera, sin ser detectado en el radar de los adultos. En casa la televisión nos insulta al elevar el volumen durante las tandas comerciales, los omnipresentes vendedores nos aterran con la certidumbre de que mienten sin remedio, la comunicación instantánea nos acerca sin habernos preguntado si queríamos acercarnos realmente, y a quién.


Entonces es cuando recuerdo la Hermandad de la Noche y pienso algo simple: qué gran idea. Pues si la vida interior de las niñas ha tenido siempre un gran dilema –el osito o el escote, quiero pero no quiero, quiero saber pero no todavía–, ¿por qué no resolverlo abriendo espacios mudos para soltar la presión? Los especialistas recomiendan hablar, hablar, hablar: contar todo lo que te pasa. Bah, yo no, no siempre. Quizás a veces sea más sano mandar al diablo esa nube de voces y buscar la calma en un paisaje sin palabras, en una hermandad que sabe cuándo callar y cuándo levantarse para seguir con la vida. Quizá ese sea un consejo extraño pero no tan desquiciado para una adolescente. ¿Y luego los grandes no podemos hacer lo mismo?
 

martes, 18 de diciembre de 2012

Precio interno del café ha disminuido 39%


El Espectador
26 de noviembre de 2012

A comienzos del año estaba en promedio en cerca de $870.000 y ahora se cotiza a $540.000 por carga.

Café de Colombia...
Foto: David Campuzano

Un panorama preocupante del sector cafetero mostró el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Género Muñoz, al solicitar al gobierno políticas claras en materia agropecuaria.

Todo no se puede concentrar en la minería, como viene sucediendo, concentrados en la llamada 'enfermedad holandesa' cuando acá tenemos una enfermedad colombiana.

El dirigente cafetero manifestó que la producción para este año apenas llegará a los ocho millones de sacos de 60 kilos. Destacó que este año la cotización interna ha caído alrededor de 39% el precio de la carga de café al punto que hoy se encuentra bordeando los 540.000 pesos, cuando inició el año por encima de los 800.000 pesos.

Dijo que en lo corrido del año el precio internacional ha disminuido 33%, esto unido a la apreciación de 6% experimentada por el peso colombiano, ocasionó una disminución cercana del 39% en el precio interno del grano.

"Como resultado de lo anterior, las familias cafeteras han dejado de percibir cerca de $1,1 billones por concepto del valor de la cosecha", dijo el gerente del gremio cafetero.

Muñoz remarcó que en este año se alcanzará la meta de renovación de los 120.000 hectáreas, hasta el momento va en 99.000 y en los últimos cinco años se han renovado 393.000 hectáreas.

"Debido a que la producción de un determinado período depende de la calidad y cantidad de floraciones que se haya presentando ocho meses atrás, la producción del primer trimestre del año, estuvo fuertemente afectada por las condiciones climáticas generadas en el país por el Fenómeno La Niña que se prolongó hasta 2011", indica el gerente de la Federación. 

El informe presentado, previo al congreso cafetero que comienza este miércioles, dice que a partir de marzo y hasta el final del tercer trimestre de 2012, la cosecha cafetera presentó importantes signos de recuperación por la mejoría en las condiciones climáticas registradas en las zonas cafeteras; la entrada en producción de algunas áreas renovadas en vigencias anteriores y la disminución en la infección de la roya de niveles de 44% a unos más controlables inferiores a 8%. 

En cuanto a las exportaciones, el gremio informó que entre enero y octubre de 2012, se registró la venta externa de 5,6 millones de sacos, cifra inferior en un 7,0% a la observada durante el mismo periodo de 2011.

Explica el estudio que no obstante el menor volumen de exportaciones registrado, la comercialización de café colombiano en los mercados internacionales mantiene una dinámica favorable. Se destaca la exportación de 2 millones de sacos a Estados Unidos, país al que se embarca el 40% de las exportaciones totales de grano del país, lo que convierte en el primer destino para la exportación de café colombiano.  

lunes, 17 de diciembre de 2012

Sobre el musgo de estrellas


Por: William Ospina
El Espectador
15 de diciembre de 2012

Mi madre me ha cotado que el nuevo papa
—no digamos su nombre—
expulsó del establo que ilumina la estrella a la mula y al buey:
no hay pruebas suficientes de esa doble tibieza
junto al pequeño dios de los pastores.

¿Y qué más pruebas quiere ese prelado
que millones de seres poniendo en sus pesebres a las bestias tranquilas
sobre el musgo de estrellas intermitentes?
¿Qué más pruebas exige que la canción del ángel en los supermercados?

Que agradezca más bien que nadie olvida
la noche hermosa de hace veinte siglos.

Yo, que no soy cristiano, que aparté de mi alma curas y obispos,
vuelvo a hacer el pesebre de Francisco de Asís, cuando diciembre empieza,
“con aserrín y conchas”, con casas diminutas y camellos enormes,
pastores de resina tomados de Millais o de Leonardo,
y hasta cisnes de plástico, la sustancia no importa, bajo un cielo glorioso sobre estanques de vidrio,
y quietos ríos de papel de estaño, reyes desportillados, ángeles de alas rotas,
pinos en los desiertos, zorros perdidos,
lastimosas ovejas de algodón, (acaso apenas Hölderlin en Alemania entenderá estas cosas).

La dicha de unos árboles con luces en la calle desierta,
el consuelo feroz de que algo nazca bajo estas nubes venenosas,
la prueba, una vez más, de que en la vida sólo creen los pobres,
que van de puerta en puerta. En ningún hospital habrá cupo esta noche,
porque el emperador ha decretado el censo —no para ampliar los cupos—,
y la pareja va de Ceca en Meca, sin dónde dar a luz, y sin un dracma.

Díganle que sí hay mula al obispo de Roma, porque en mula llegaron de su pueblo distante hace unas horas
(¿quiere que la muchacha viaje a pie, con ese vientre hinchado y doloroso, por los largos caminos?),
y cada vez hace más frío, y ni en Berlín ni en Roma, ni en Ulm, ni en Buenos Aires,
ni en Padua ni en Guarumo habrá posada para estos peregrinos,
y la estrella que atrae a los reyes del oro, del coltán y el petróleo,
no es una supernova, ni la desnuda Venus, sino el ojo encendido de un satélite,
y este canto que vuela entre el cielo y la tierra es la terca canción de la bondad humana,
la única tibieza del invierno del mundo es el pobre que abre su puerta al pobre.

Pero si el dios existe, no llegará a un palacio,
a ese templo de Roma, donde todo es de mármol,
sino al pequeño establo: que lo sepa el pontífice, donde si hay algo tibio
es ese pobre buey cansado y viejo que es un dios en sí mismo.

Porque la vida sigue, y hay que luchar con estas nubes verdes.
Yo le digo a mi madre: volvamos a cantar como en la infancia.
Los pontífices pasan,
pero el buey y la mula permanecen.

domingo, 16 de diciembre de 2012

El fin del mundo ya ha llegado


Por: Juan Arias
El País
15 de diciembre de 2012

Los gobiernos de los Estados Unidos y de Rusia habían asegurado que NO habría fin del mundo el próximo día 21, según indica una interpretación del calendario maya.

A los Estados Unidos, sin embargo, el fin del mundo, o algo peor aún, les llegó ayer con el trágico asesinato de veinte niños inocentes. El fin del mundo ya llegó para aquellos padres y madres, porque no hay nada tan cruel como el que los padres tengan que enterrar a un hijo en la flor de la vida.

Ha habido quién se ha construido hasta un bunker para defenderse de la llegada del fin del mundo. Y los psicólogos temen que haya hasta suicidios. Ha habido algo peor.
 
Los poetas que suelen ser los más sabios, aunque los menos escuchados, son a la vez las mejores pitonisas en momentos de miedos apocalípticos. Ante el horror de la barbarie y el desencanto universal hay que agarrarse, a una chispa de esperanza. Y esa nos la brindan sólo la poesía.

Una poeta brasileña ha escrito en su blog: “Ya que el día 21 el mundo va acabar, conviene que "absorbamos toda la belleza posible y que creamos que todos los problemas del mundo que nos acucian se van a resolver". Y también tener el coraje de decir “te amo” a los que de verdad amamos.

Eso sin esperar a que esas personas mueran,  porque será ya  tarde para decirles ese "te amo". 

Seguro que a esos padres y madres de los niños bárbaramente sacrificados en la escuela de los Estados Unidos, les habrá quedado el dolor de no haberles dicho más veces a sus pequeños que les amaban, porque todo amor es poco para los inocentes que se están abriendo a la vida.

Ayer, el Presidente Obama, dijo en sus palabras llenas de emoción: "Esta noche Michelle y yo abrazaremos a nuestras hijas y les diremos que las queremos".

Citando el poema, Fin, de Murilo Mendes, recuerda la poeta que en el fin del mundo “deberíamos escuchar los quejidos de todos, desde Adán hasta el último hombre”. Hoy tenemos que escuchar los quejidos de las familias de los niños masacrados.

El mundo sufre porque le faltan quienes, como los poetas, son capaces de purificarlo con sus gritos de alarma, desnudando su vacío, recogiendo sus lágrimas y anatematizando a los que cubren de indignidad y dolor al Planeta.

Y también capaces de recordándonos que la belleza y el bien siguen existiendo, como las brasas bajo las cenizas aún en medio al dolor y a la barbarie. 

-El fin del mundo ya ha llegado también , sin esperar al 21 próximo, para todos los que están sufriendo en su carne herida de dolor, los azotes de una crisis económica que los han desnudado de sus esperanzas y los ha hundido en una inmerecida pobreza. 

-El fin del mundo ya ha llegado para todos aquellos a quienes banqueros, políticos y religiosos corruptos les obligan a vivir olvidados en los hospitales, en las cárceles, en las salas de justicia, en el desempleo y en el desahucio. O en los asilos. 

-El fin del mundo ya ha llegado para los que han perdido la esperanza en un mundo más igualitario, más libre, con menos lobos voraces, con menos cosas y más ideales. 

-El fin del mundo ya ha llegado para los que se sienten abandonados, sin amor, en un ambiente hostil, sin futuro, humillados por los aprovechados del sistema. 

-El fin del mundo ya ha llegado para aquellos que temen traer un hijo al mundo porque no quieren dejarlo a un destino que ven negro, peor que el que ellos viven. 

-El fin del mundo ya ha llegado para los que sufren los zarpazos de la depresión o del estrés que les ahoga como la muerte. 

-El fin del mundo ya ha llegado para todos los enfermos sin cura; para los niños sin el calor de un hogar; para todas las mujeres violadas y ultrajadas por el machismo voraz y perverso. Para los niños con cáncer. 

-El fin del mundo ya ha llegado para los que sufren las tinieblas de una dictadura, para los que tienen que soportar democracias ficticias enmascaradas de fascismo. Y para los masacrados en Siria y en todas las guerras en curso.

-El fin del mundo ya ha llegado para el entero continente africano abandonado a su suerte.

-El fin del mundo NO ha llegado, sin embargo, ni llegará para los depredadores, para los que medran subidos sobre las espaldas de los otros; para los que como repiten como un expresidente de la República de Brasil “prefiero el olor del estiércol de los caballos al olor de los pobres”.Ellos salen siempre a flote de todos los cataclismos.

-El fin del  mundo NO ha llegado para los que empeñan en que no haya paz entre Israel y Palestina. Ellos parecen inmortales.

-Pero el fin del mundo TAMPOCO ha llegado ni llegará para los que, aún hundidos en los escombros de la desesperanza, aplastados por la injusticia o por el dolor, siguen creyendo y luchando por un mundo que puede ser menos deshumano. Son aquellos cuya fe en el hombre y en la vida es dura como un diamante. 

-El fin del mundo NO ha llegado ni llegará nunca para los poetas, porque ellos creen que hasta de las grietas del cemento puede surgir milagrosamente la vida. 

Las últimas palabras de Jean Cocteau fueron: "Los poetas no mueren. Sólo fingen morir".

Los poetas no mueren, ni cuando los matan. Por eso, por ejemplo, el gran García Lorca, asesinado por el franquismo, sigue vivo y sus versos sobrevivirán al fin del mundo.

No mueren los poetas, pero tampoco mueren los niños cuando los matan. Siguen vivos como testigos mudos de la mayor de las injusticias de la Historia.

viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Dios habla hoy?


por: Catalina Ruiz-Navarro
El Espectador
12 de diciembre de 2012

El aborto es un homicidio", dijo hace un mes Alfonso Llano en su columna y planteó una discusión teológica eludiendo una vez más el problema de salud pública que presenta la prohibición absoluta del derecho a las IVE. 

En “Fundamentalismo de izquierda”, pintó a los católicos como una mayoría discriminada, al estilo de la Pobre Viejecita, y puso como ejemplo de víctima al procurador. Rara vez estuve de acuerdo con lo que decía el padre Llano en sus columnas, pero siempre me gustó leerlo; a pesar de esa distancia, sus columnas eran juiciosas y provocativas, presentaba ideas que retaban a conversar. La Iglesia pierde mucho al silenciar esa voz, que aunque conservadora, entablaba un puente con el extremo liberal.

Por ejemplo, el 21 de octubre, en su columna sobre la eutanasia, dijo que la vida no es un valor absoluto, un punto de apoyo desde el cual se puede tener una discusión sobre el aborto. Planteó también preguntas muy fuertes: “¿vale decir, nadie está por encima de la persona en lo referente al derecho sobre su vida, ni la Ley ni el Estado, solo la persona? ¿O tiene sus límites y, en este caso, cuáles y quién los señala?”. Y concluyó diciendo: “A su vez, reconozco que el no creyente, llámese ateo o agnóstico, debe ser respetado en sus creencias y no puede ser obligado por la Ley a obrar de acuerdo con la fe en Dios del creyente”.

Sin embargo, parece que Llano “se pasó de liberal” en su columna del 24 de noviembre, “La infancia de Jesús, donde hace una reflexión sobre el último libro del Papa y comenta el problema teológico de la virginidad de María. Explica que hay una virginidad teológica de María y que “como madre del hombre Jesús, igual a nosotros, lo engendra con un acto de amor con su legítimo esposo, José, del cual tuvo cuatro hijos varones y varias mujeres”. Esta idea es perfectamente razonable y hace parte de una discusión teológica que es interesante y pertinente para los fieles, entre otras cosas, porque la virginidad de María es un estándar inalcanzable e innecesario que ha hecho daño a muchas mujeres y a otras nos ha llevado a alejarnos de la fe. La apertura al clero le pareció un escándalo y Llano tuvo que dejar su columna; piernas cerradas para María y boca cerrada para él.

No es el padre Llano el que pierde su norte, como lo dijo José Daniel Falla, secretario general de la Conferencia Episcopal; es la Iglesia, que pierde su tiempo peleando por precisiones históricas sobre narrativas más cercanas a la literatura, en vez de predicar fe, esperanza y caridad. Es irrelevante discutir si la vaca y el burro son verosímiles en la escena de un pesebre en la que una adolescente virgen está pariendo un dios. Una Iglesia vigente y atenta a los conflictos sociales de su tiempo daría más visibilidad a posturas como la del obispo estadounidense Gene Robinson, abiertamente gay, que comenta que Jesús, un hombre joven sin esposa conocida que recorría el medio oriente acompañado de 12 hombres, no tendría por qué objetar el estilo de vida homosexual.

Qué triste que, por defender un mito anacrónico, la Iglesia calle a los padres que pueden dar una discusión pertinente en el mundo de hoy. El padre Llano era una voz provocadora que enganchaba a sus lectores en la reflexión sobre el cristianismo, el tipo de hombre que necesita urgentemente la Iglesia para mantenerse vigente. Cuando la Iglesia impone arbitrariamente mitos inverosímiles y exigencias imposibles, abandona a los fieles y los espanta. Esas exigencias imposibles y las posturas dogmáticas e incontrovertibles crean cristianos mediocres y personas de doble moral. Ser una Iglesia contemporánea y presente implica conversar. Para revitalizar los valores cristianos hay que escuchar y observar, no basta con que el Papa abra Twitter para estar presente en la modernidad.

jueves, 13 de diciembre de 2012

II Festival Internacional de Música de Barichara



 Diciembre 15 a 22 de 2012...

El principal propósito de nuestro festival, que se llevara a cabo por segunda vez, es generar entusiasmo entre los estudiantes de Barichara para que a través de disciplina y dedicación aprendan a ser intérpretes y compositores musicales. Una vez generado el interés ofreceremos la educación correspondiente apropiada en nuestra escuela de música, componente importante del Centro Cultural que pondremos a disposición de la población. El Segundo Festival ofrecerá talleres prácticos dirigidos por los músicos profesionales que ofrecerán conciertos durante varios días en el mes de Diciembre del año en curso. Una característica única de este evento es que incorpora todo tipo de música incluyendo la clásica, el folclor nacional, el bolero, el son cubano, el jazz, el blues, el rock, la salsa y la música de cantautores latinoamericanos. Al ofrecer esta variedad, indudablemente se lograra maximizar el interés de los jóvenes ya que tendrán muchos géneros para escoger para lograr el máximo estimulo. También habrá seminarios de temas relacionados a los diversos géneros incluyendo una conferencia de la historia del blues, la música que es la base del rock y de muchos géneros contemporáneos

Programación.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Breve historia de Colombia


El Malpensante
Hernando Gómez Buendía

Después de ser un país cafetero, pasamos a basar nuestras finanzas primero en la coca y ahora en la minería. Un vistazo a la reciente historia económica colombiana puede arrojar luces sobre la raíz y el futuro de muchos de nuestros males.



No hay que creer en Marx para saber que la economía es la base de la vida política y social. Tampoco hay que ir muy lejos para saber que la economía depende sobre todo del lugar que cada país ocupe en la división mundial del trabajo: los grandes cambios políticos y sociales que ha tenido Colombia se deben, pues, al cambio en nuestras formas de inserción en la economía internacional.

Eso fue cierto desde la Colonia, pero hablaré solo de los tiempos recientes. Hace unos años éramos un país cafetero: hablando en cifras gruesas, el café producía el 60 o 70% de las divisas y daba empleo a 2,5 millones de familias campesinas. Los cafeteros presionaban por un dólar artificialmente caro, lo cual frenaba las importaciones y de rebote estimulaba el crecimiento de la industria nacional. Pero el café pasó a la historia: el año pasado generó apenas el 5% de las divisas y para este año podría bajar al 3% del total.

Hoy somos un país minero-exportador. El petróleo representó el 54% de las exportaciones del año pasado y la minería (carbón y ferroníquel, más que todo) contribuyó con otro 22%: cambiamos la agricultura por el subsuelo, y este cambio, creo yo, es la revolución silenciosa que ha creado o está creando una nueva Colombia. Porque ahora no son los campesinos sino el Estado, como dueño del subsuelo, el que se queda con la tajada nacional de la bonanza. Y porque las divisas ya son tantas que el dólar no vale nada, y es más barato importar que producir.

Un Estado más rico y una vida más barata serían las dos bendiciones de la revolución tan callada como profunda que ha tenido Colombia. Y en efecto, hoy el Estado emplea a muchas más personas y ha duplicado su peso en el producto nacional. La inflación, por su parte, dejó de ser un problema (antes andaba por el 20 o 25% anual) y los consumidores podemos conseguir cuantos productos se ofrecen en el mundo.

Pero la agricultura y la industria dejaron de ser rentables porque todo se importa más barato. Los campesinos sencillamente se quedaron sin oficio, el campo es un moridero y la tierra ya no tiene ningún uso económico: su valor es apenas simbólico y político. El desarrollo industrial también quedó truncado, el empleo manufacturero se estancó y los avances de la tecnología nos quedaron sobrando: ya no necesitamos innovar. La clase media urbana se empleó en los servicios (gobierno, finanzas, profesiones…) y los pobres siguieron engrosando el “sector informal”, que ocupa hoy al 60% de los trabajadores de Colombia.

Pocos empleos productivos, poca competitividad, y la riqueza en manos de muy pocos (después de Haití, somos ahora el país más desigual de América Latina). A algo como esto se le llama la “enfermedad holandesa” porque las divisas que inundaron a ese país cuando encontró gas natural en los años sesenta casi acaban con su industria. Desde esa época Corden y Neary propusieron una hipótesis que explica exactamente lo que hoy pasa en Colombia: el exceso de divisas revalúa la moneda nacional, desestimula a quienes producían bienes que se pueden importar (industria o agricultura) y desplaza el empleo hacia los rubros que no admiten competencia extranjera (gobierno, servicios personales, construcción y comercio minorista).

Holanda superó su enfermedad y le enseñó a sus vecinos, de modo que cuando a Noruega le llovieron las divisas por el petróleo que descubrió en el Mar del Norte, las ahorró en lugar de malgastarlas. Si Colombia hubiera aprendido la lección, la gran petrorriqueza del Estado se habría invertido en educación, en ciencia y en construir la infraestructura de un país de punta. Pero estamos más bien en Venezuela, y la bonanza fiscal se ha traducido en burocracia, en contratos y puestos para una “clase política” insaciable, en corrupción a diestra y siniestra, en quitarles los impuestos a los ricos y en repartir limosnas (que aquí se llaman “Familias en Acción”) para tener contentos a los pobres... Por algo había dicho Juan Pablo Pérez Alfonzo, el creador venezolano de la Opep en 1960, que “dentro de diez años, dentro de veinte años lo verán: el petróleo traerá nuestra ruina; el petróleo es el excremento del Diablo”.

Es más: en un sentido estamos peor que Venezuela, estamos en Nigeria o en el Congo, donde los booms mineros se mezclaron con guerras intestinas. En efecto, la bonanza colombiana ha seguido sosteniendo la guerra militar: el presupuesto de defensa se triplicó en diez años, y los actores armados ilegales han encontrado una fuente estupenda de recursos en el chantaje o en la explotación ilegal de minas y energéticos. También –y sobre todo– la bonanza colombiana siguió escalando la guerra política que los barones regionales, desde siempre, han librado contra el país moderno: una guerra por la tierra y su valor político, por la nueva riqueza del Estado y por la narcoimpunidad, que se conoce, en resumen, como la narcopolítica.

Y es que a medio camino entre el café y el petróleo, Colombia encontró otra manera de insertarse en la economía mundial, que se llamó (y se llama) cocaína. Aunque las cifras nadie las conoce, sabemos que entre principios de los años ochenta y finales de los noventa fuimos de lejos los grandes exportadores, como sabemos que este genuino “excremento del Diablo” degeneró la guerra militar y envenenó de arriba a abajo la política.

Café, coca y petróleo son nuestra historia reciente. Cada uno a su manera ha empujado y ha distorsionado el crecimiento económico de Colombia, ha decretado quiénes son los ganadores y quiénes son los perdedores, quién se queda con las rentas y donde están los empleos, qué está pasando en el campo, qué hacen y qué consumen las gentes en las ciudades, qué tanto importa el Estado, qué tan sucia es la política, cuál es la imagen que el mundo tiene de nosotros (Juan Valdez, o los narcos, o la petro-“confianza inversionista”), qué tan intensa es la guerra y quién la va ganando (las narco-Farc ganaban en los noventa, pero el petro-Estado pudo ripostar con la costosa “Seguridad Democrática”).

Nos pasó con el oro o el cacao en la Colonia. Nos pasó con el tabaco, la quina, el añil o los cueros a lo largo del siglo xix, que pasaron de moda o se fueron para otras latitudes. Nos pasó con el café que se fue para Vietnam. Con la coca que migró hacia Perú y con la cocaína que migró hacia México. Nos pasará también con el petróleo y con los minerales, cuando China deje de arrastrar (y de arrasar) al resto del planeta.

El nuestro es un país llevado por el viento. Como analista sabe uno que no podría ser de otra manera: somos el fruto de lo que hemos sido. Como padre y abuelo, sin embargo, uno quisiera que nuestros dirigentes no fueran tan mezquinos ni tan miopes, o que una ciudadanía deliberante decidiera tomar el control de su propio destino. Dijo Toynbee que la historia puede no tener sentido, pero nosotros tenemos que inventárselo.

martes, 11 de diciembre de 2012

seguiremos







En el Hospital de San Juan de Dios de Barcelona se ha puesto en marcha esta iniciativa para recoger dinero para la planta 8ª: es la planta de Oncología de niños. 

Como sabeis los recortes en Sanidad han dejado muchas necesidades pendientes de ser atendidas (hay necesidades imperiosas aunque no sean de tratamiento), i estos niños/as y sus familias no pueden esperar a que el mundo cambie. 

Cada vez que alguien abra este video, entrarán 5 céntimos de euro para esta causa. 

Gracias a todos!


sábado, 8 de diciembre de 2012

comuniones 2012




Como cada 8 de diciembre, durante la Fiesta de la Inmaculada, Patrona de Barichara, se celebran las primeras comuniones de la parroquia.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Colombia produjo 770.000 sacos de 60 kilos de café en noviembre


El Espectador
7 de diciembre de 2012

Al menos 73.765 caficultores han recibiendo apoyo a su ingreso equivalente a $12.810 millones. 



La producción cafetera fue de 770 mil sacos de 60 kilos de café verde en noviembre del 2012, revela informe de la Federación Nacional de Cafeteros.

El registro de 2012 resultó inferior al volumen reportado en el mismo período del año anterior principalmente como consecuencia de la decisión de algunos cafeteros de retrasar la venta de sus cosechas ante la expectativa generada en torno al aumento del precio interno del grano o un posible precio de sustentación, precisa el informe de prensa.

El pasado 24 de noviembre el Gobierno atendiendo la solicitud los cafeteros y anunció que triplicaba el Apoyo al Ingreso del Caficultor (AIC), el cual pasó de 20.000 pesos a 60.000 pesos por carga de 125 kilos de café. A la fecha ya 73.765 caficultores han recibiendo apoyo a su ingreso en 130 municipios de 18 departamentos cafeteros, por un valor equivalente a 12.810 millones de pesos.

El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz Ortega, hizo un llamado a los productores a no retener su café y aprovechar el apoyo al precio interno otorgado de manera temporal por el Gobierno, dice el comunicado del gremio cafetero.

Como consecuencia de dos años continuos de altos ritmos de renovación, más de 230 mil hectáreas con cafetales recién sembrados aun se encuentran improductivas.

La Federación destaca que el país continuó renovando sus cafetales a ritmos acelerados durante el mes de noviembre. Durante estos 11 meses del año se renovaron más de 586 millones de árboles en 109.555 hectáreas de café, de las cuales el 94,2 por ciento se han hecho con variedades resistentes a la roya. Con estos resultados el año 2012 se destaca por haber sido el periodo en el cual se consolida la transformación de la estructura productiva de la caficultura colombiana.

El informe el gremio cafetero indica que las ventas externas en noviembre fueron de 773 mil sacos de 60 kilos un 5 por ciento por debajo, frente a los 774 mil sacos puestos en el exterior en el mismo mes de 2011.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Fiestas de San Pacho, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad



Por: El Tiempo


La celebración que se realiza en Chocó fue aceptada por la Unesco en esta importante lista.

Las fiestas de San Francisco de Asís o San Pacho, que se realizan en Quibdó (Chocó) desde hace 363 años, fueron aceptadas este miércoles en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que elabora la Unesco.

El comité intergubernamental de la entidad mundial se reúne del 3 al 7 de diciembre en París y ha aceptado varias propuestas de América Latina. (Vea las imágenes del patrimonio inmaterial de Colombia)

La fiestas de San Pacho ya son Patrimonio Inmaterial de la Nación y una de las celebraciones más largas del país: comienza con desfiles y comparsas, los primeros días de septiembre y termina el 4 de octubre: un mes completo de fiesta y rezos a san Pachito, como le dicen cariñosamente al santo. (Crónica: En Quibdó, la religión y lo afro se unen en la fiesta de San Pacho).

También son consideradas como la expresión más evidente de la diáspora africana que se quedó en Chocó y las únicas con una una carga tan religiosa como pagana.


El Comité de la Unesco, que examina 36 candidaturas de inscripción en la lista representativa del Patrimonio Inmaterial y ocho para la lista del Patrimonio Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia, puede tomar sus decisiones sin seguir las recomendaciones de los expertos.

Los expertos de esa agencia de la ONU consideraron que la candidatura colombiana "describe bien la manera en la que la transmisión de esa tradición se lleva a cabo, así como las funciones sociales y culturales que cumple" y destacaron la "amplia participación de la comunidad de Quibdó en la elaboración de la candidatura".

Por su parte, la delegación colombiana en París agradeció la inclusión de la festividad franciscana y dijo que con ello se puede "ofrecer al mundo una muestra más de la riqueza cultural colombiana". Además, se reiteró el compromiso del Gobierno para salvaguardar ese patrimonio que desde 2005 Colombia reconoce como tal en su inventario.

El Festival de San Francisco de Asís contaba con el voto previo favorable del grupo de expertos independientes que analizaban las candidaturas antes de someterlas a la aprobación de la VII reunión del Comité Intergubernamental para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial.

Con la noticia conocida este miércoles, se nutre la lista en la que Colombia ya había clasificado el saber tradicional de los chamanes jaguares del Yuruparí, la música de marimba y los cantos tradicionales del Pacífico sur, el sistema normativo de los wayuu, el carnaval de negros y blancos, las procesiones de Semana Santa de Popayán, el carnaval de Barranquilla y el espacio cultural de Palenque de San Basilio.

Además de las fiestas de San Pacho, otras candidaturas que son examinadas a partir del lunes figuran 'O Frevo', arte del carnaval de Recife (Brasil), el tejido tradicional del sombrero de paja toquilla (Ecuador) y los diablos danzantes del Corpus Christi de Venezuela, así como la Fiesta de los Patios de Córdoba (España).

Los expertos devolvieron las propuestas de Cuba y Bolivia.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

cosecha café 2012


 

He aquí parte del proceso de la tostión de nuestro café Murtra del 2012! Una cosecha exitosa en lo que a resultados se refiere!

Atendemos pedidos!!

martes, 4 de diciembre de 2012

Estas son algunas de las causas que han generado la crisis cafetera



Fuente: Canal RCN
29 de noviembre de 2012 

Muchas son las causas de la crisis cafetera, los expertos dicen que además de la revaluación del peso y el ‘fenómeno del niño’, se cometieron errores en las políticas internas como preferir la cantidad a la calidad.
Las economía cafetera se desganó durante los primeros años de los 90, de los pocos registros que representan las épocas gloriosas de los 70 y 80 en los que la caficultura soportó hasta el 60 por ciento de la economía colombiana, solo queda la mata de café y los granos rojos que aparecen en el billete de 200 pesos y el título de una de las novelas más vistas por la televisión mundial: ‘Café con aroma de Mujer’.

Al desplome del pacto cafetero internacional se unieron enfermedades como la roya y la broca,  además de la violencia que trajo el surgimiento del narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares.

En los buenos tiempos,  Colombia fue el segundo productor mundial después de Brasil, pero año tras año bajó el número de sacos producidos y de un tope de 18 millones se llegó a la producción actual que se espera ronde los 8 millones. 

Los expertos señalan que a partir de este momento se cometieron errores. De pagar para destruir hectáreas de café cultivado,  se impulsaron políticas que buscaban aumentar la producción pero se descuido la calidad. Entonces gran parte de la producción nacional ya dejó de ser el café más suave del mundo y entró a competir con las cosechas de otros países como Brasil y Vietnam.

Además se impulsó el monocultivo en el que el cafetero sembró a cielo abierto y abandonó las producciones de otros alimentos y la siembra de árboles nativos

Durante todo el tiempo el campesino colombiano se quedó como productor y nunca exploró la posibilidad de agremiarse para hacer procedimientos como tostado y molido.

Ahora la canasta del caficultor está llena de problemas, los expertos creen que solo recogiendo de los errores podrán florecer en un plazo mínimo de 5 años el título que por años soportó la economía y nos identificó en el mundo.

lunes, 3 de diciembre de 2012

'La paz requiere amnistía'


El Espectador
2 de diciembre de 2012

por: Luz M. Estupiñán Cardona
El catalán Vincenç Fisas analiza el proceso que adelantan el Gobierno y las Farc. Mucha verdad, perdón y reparación son las claves.


 Vicenç Fisas, director de la Escuela de Cultura de Paz de Barcelona. / Archivo Particular
Vicenç Fisas, director de la Escuela de Cultura de Paz de Barcelona. / Archivo Particular
 
El catalán Vincenç Fisas, director de la Escuela de Cultura de Paz de Barcelona, quien asesoró diplomáticamente diferentes procesos de paz en el mundo y en Colombia ha realizado gestiones y redactado documentos que han sido llevados a las partes del conflicto armado de manera confidencial, dice que la amnistía —ahora que las Farc buscan allanar ese camino— es el rumbo final de todos los procesos de paz. En entrevista con El Espectador, Fisas da puntadas de lo que viene en esta negociación, que tuvo un corto receso y se retoma el 5 de diciembre en La Habana.

¿Cuál cree que debe ser el lugar de las víctimas en el proceso?

Las víctimas son parte esencial, pero en ningún proceso de paz forman parte de la mesa de negociaciones. Cuando llegue el momento, las Farc tendrán que pedir perdón por sus crímenes. La discusión será complicada. Sin duda se planteará si el Gobierno procede a una amnistía general, un tema polémico. La guerrilla no deja las armas para ir a prisión. En todos los procesos de paz, cuando se termina un acuerdo, los actores armados quedan amnistiados; no creo que Colombia sea una excepción. Pero eso implica una contrapartida: mucha verdad, perdón y, en lo posible, reparación a las víctimas.

¿Cree que la sociedad civil aceptará la amnistía?

La sociedad civil podrá entenderlo si el Gobierno hace pedagogía: vamos a pagar este precio por poner punto final a la historia de violencia. Habrá sectores, inclusive defensores de derechos humanos, que lucharán por evitarlo, pero todos los procesos de paz en el mundo, en el pasado y en el presente, terminan así. Ha habido conflictos con muchos más muertos que en Colombia, muchas más violaciones de derechos humanos y, sin embargo, se pone punto final, hay amnistía y los grupos armados participan en la vida política del país.

¿Incluiría también a los militares que están presos por delitos en el marco del conflicto armado?

Esta situación no se ha planteado en el actual proceso, pero una amnistía los incluiría también.

¿Cómo abordar este proceso desde la sociedad civil, los medios de comunicación, los sectores sociales?

Hay que ser realistas con los aportes a la mesa técnica, no pedir lo imposible al proceso. A las Farc y al Gobierno les pediría que fueran sensibles y tengan en cuenta las iniciativas que surjan de la sociedad civil. Si logramos que sea un proceso muy participativo, será más fácil abordar los temas difíciles de la agenda.

¿Un año es suficiente para un proceso de paz?

Si se lleva un buen ritmo de encuentros, es un tiempo razonable para llegar a acuerdos y discutir los tiempos de la agenda.

¿Cómo se vislumbra la participación política de las Farc, si se llega a un acuerdo?

El Estado está obligado a dar garantías necesarias y suficientes para que las Farc puedan diseñar un escenario de participación política a corto plazo, una vez se haya completado la negociación, a través de un partido político nuevo o como lo decidan las Farc.

¿La participación del general (r) Jorge Enrique Mora Rangel en la mesa negociadora es una garantía de seguridad?

La cuestión va más allá de su presencia en la mesa. Consiste en una política integral que no es solamente dar escoltas a las personas, se necesita también enviar mensajes a la sociedad sobre lo positivo que es tener a las Farc participando en política. En este proceso, los medios de comunicación tendrán un papel importante como valedores de esa conveniencia.

A estas alturas del proceso, ¿pueden participar otros grupos armados?

Aún sería un buen momento para hacer mesas paralelas con otras agrupaciones armadas, pero cada una en su sitio. Es imposible la vinculación al mismo proceso abierto con las Farc.

¿Proceso sin cese al fuego bilateral?

Yo hubiera preferido un alto al fuego bilateral al principio de la negociación: se ahorran víctimas y se evita la desconfianza. Pero el Gobierno no acepta esta posibilidad, se siente mucho más fuerte militarmente, prefiere mantener los combates y la persecución de las Farc mientras adelanta las negociaciones. Quiere debilitarlas aún más.

¿Hay un clima contrario al alto al fuego, ya sea por gasto militar o por grupos de presión?

El día que finalmente salga en los periódicos: “Las Farc dejan las armas y se desmovilizan”, será mágico, histórico, permitirá que el país sea muy generoso con las Farc. No estamos en ese momento, ese titular todavía no existe. Pero será en un ambiente diferente al que hay ahora. Uno de los resultados de un acuerdo de paz sería la retirada del Ejército en muchas regiones del país, el cierre de instalaciones militares que ya no serían necesarias...

Comparado con otros procesos de paz, ¿es optimista respecto al colombiano?

Hace poco tiempo se ha llegado a un acuerdo entre Sudán y Sudán del Sur, un conflicto que provocó un millón y medio de muertes y muchas barbaridades: asedio a ciudades, gente muriéndose de hambre, tres millones de personas desplazadas... Sin embargo, son capaces de firmar la paz y el líder de la guerrilla pasa a ser vicepresidente del país. En el mundo se han hecho cosas tan increíbles que me permiten suponer que en Colombia no tiene que ser diferente.