jueves, 29 de septiembre de 2011

Viaje a la cuna del mejor café del mundo


Por: Martín Franco Vélez, especial para El Espectador

Colombia ganó por primera vez en la feria de cafés especiales de América (SCAA) en Houston, EE.UU. Secretos tras el exquisito grano.

Uno
. El mejor café del mundo se cultiva en Aguadas, al norte de Caldas, en medio de unas laderas tan empinadas como paredes. Llegar a las fincas donde se encuentra el grano que acaba de ser premiado con el sello Rainforest Alliance en Houston, Texas, no es tarea fácil. Hay que viajar poco más de cuatro horas por una carretera descuidada y llena de curvas que atraviesa Neira, Aranzazu, Salamina y Pácora; luego, tomar un jeep y seguir la ruta al norte por una vía destapada durante 20 minutos, y más adelante hacer a pie un tramo de la carretera que se encuentra cerrada. Finalmente, terminar el recorrido en chiva, uno de los medios de transporte más populares de los pueblos caldenses. Varios kilómetros más adelante está El Diamante, la pequeña finca de cuatro hectáreas propiedad de Eduardo Alonso Arias, uno de los campesinos que acaba de ser distinguido por primera vez con el galardón que otorga este sello internacional.

El Diamante, como las 376 parcelas que están certificadas con el sello Rainforest, es una modesta propiedad enclavada en medio de las profundas montañas de Aguadas. El viaje en chiva —colorida, adornada con dibujos de la virgen y de mujeres voluptuosas—, se hace por una carretera angosta en la que sería una tragedia que dos carros se encontraran de frente; en cualquier caso, no es mucho el tránsito que pasa por allí: aparte de estos buses típicos, que esperan a la gente al final del tramo cerrado de la vía, sólo un par de motos levantan polvo. Lo demás es silencio. Al lado derecho de la carretera se yergue la enorme montaña y al izquierdo se abre un precipicio hondo, largo, que parece no tener fin. Una falla en los frenos sería fatal. (“Al que se caiga por aquí no lo sacan ni en La Patria” —diario local—, dirá don Alonso más adelante). A lo lejos se ve el imponente paisaje de la cordillera Central, lleno de montañas que se van borrando en la distancia.

La chiva nos deja al borde de un cruce de caminos; enfilamos hacia abajo, en medio de un sol abrasador, hasta toparnos con don Alonso, que viene a nuestro encuentro. Su casa es modesta: tres habitaciones, ladrillos blancos, amplios corredores, una hamaca. Afuera, las planchas de cemento para secar el café, un beneficiadero pequeño, un jardín con heliconias. De aquí sale el mejor café del mundo; una bebida excelsa que se va casi en su totalidad para Suiza (80%) y el resto para EE.UU. Acá no se prueba. Es curioso: Colombia fabrica el mejor café del planeta pero el paladar de los colombianos tiene pocas oportunidades de degustarlo. Ahora más que antes, quizás, pero aún así lo mejor de nuestro producto insigne va para afuera.

Don Alonso —55 años, manos callosas por cuenta del trabajo, bigote claro, ojos profundamente azules—, es sólo uno de los casi 400 productores asociados en Aguadas al sello Nespresso Rainforest, una sociedad entre la Rainforest Alliance (organización internacional dedicada a cuidar la biodiversidad) y Nestlé, que selecciona los mejores cafés por sabor en países productores como Brasil, Etiopía, Kenia, Costa Rica y Guatemala. El premio es significativo si se tiene en cuenta que, según datos de la Federación Nacional de Cafeteros, el 95% de los más de 550.000 productores del país cultiva el grano en áreas inferiores a cinco hectáreas y responden, al final, por el 69% de la producción nacional.

Y más significativo aún si recordamos que a finales de junio la Unesco seleccionó al paisaje cafetero como nuevo Patrimonio Cultural de la Humanidad. Así, pues, Aguadas ganó por partida doble: no sólo su región cultiva el café más codiciado del planeta, sino que su paisaje —sumado al de las demás regiones donde se siembra el grano—, se reconoce ante el mundo como un lugar de exuberante belleza y prosperidad.

Dos. Para entender el premio obtenido por los caficultores aguadeños es preciso hablar primero de los cafés especiales. “Un café especial es un grano que tiene una particularidad determinada —cuenta Fernando Carrera, coordinador del Servicio de Extensión Rural del Comité de Cafeteros en Aguadas—. Los sellos internacionales vienen aquí y se fijan, por ejemplo, en que la forma como se cultiva el café sea benéfica para el medio ambiente, que los caficultores respeten las aves o que no usen abono químico. Cumplir sus normas trae beneficios y, por supuesto, un sobrecosto en el precio del café”.

El sello Rainforest Alliance (que llegó a Colombia en 2003) exige que el café sea obtenido “de manera social, económica y ambientalmente sostenible”. Esto quiere decir que quienes pretendan obtener la certificación deben acatar 100 principios básicos desarrollados por la Red de Agricultura Sostenible, entre los que se encuentran no hacer quemas, preservar las fuentes de agua y asegurarse de que se les pague un salario justo a los caficultores.

“Hay dos formas para cerciorarse de que esto se cumpla —dice Carrera, un tipo joven, de marcado acento paisa, que viste la camiseta amarilla de la Federación Nacional de Cafeteros—: una, por las visitas periódicas a las fincas que hacen los técnicos de Nespresso y la Federación; y dos, mediante el control interno de los caficultores, que es importantísimo ya que si uno sólo de ellos falla, se caen todos”.

Una de las exigencias principales de Rainforest es que se debe mezclar el cultivo de café con otros árboles para garantizar y proteger la biodiversidad. “Acá el café crece debajo de nogales, carboneros, quiebrabarrigos —cuenta Fernando—. Cuando usted ve ese mar de café que hay en algunas regiones los cafetales están trabajando más rápido, porque, como no hay sombra, se acelera la fotosíntesis. Eso implica que se use un mayor número de agroquímicos y haya más plagas, ya que cuando hay árboles éstas son contraladas en un 95% por los animales que viven en ellos. Gracias a nuestro sistema acá tenemos más de 130 especies de aves”.

Los beneficios de pertenecer a un sello como Nespresso Rainforest son evidentes. Por un lado está el económico: “Mientras hoy en Chinchiná se vende una carga de café en cerca de 950.000 pesos, en Aguadas, que está más lejos y con carreteras más jodidas, le pueden estar pagando 1’000.000 porque tiene un sello que lo respalda. Y no crea: 50.000 pesos por carga es mucha plata”, cuenta Carrera. Por otro lado están las ayudas técnicas que les brinda el sello a los caficultores (Rainforest les pone, por ejemplo, área de secado o sistemas sépticos a sus fincas) y el prestigio internacional que les da ganarse un premio de esta categoría.

Un premio que le había sido esquivo a Colombia desde que comenzó a participar en el concurso, en 2006. “Es la primera vez que ganamos. Al concurso se enviaron 70 muestras de 10 países y ganó la nuestra con un puntaje de 89 sobre 100. En segundo lugar quedó Etiopía, con un puntaje de 86,79”, dice César Julio Díaz, gerente de la Cooperativa de Caficultores de Aguadas.

Y mientras los planes apuntan a involucrar más cafeteros en el sello Rainforest (la idea es llegar a 700), don Alonso y los demás productores siguen trabajando para mantener el nivel de su café. Tal y como lo hace don Humberto Arias Orrego.

Tres. “A los 17 años me dio por emigrar de Aguadas. Viví primero dos años en Medellín y luego 25 en Bogotá. Allá trabajé en Protela, una empresa que, antes que nada, me formó como persona. Pero la rutina de estar tanto tiempo encerrado me cansó y decidí devolverme para el pueblo. Cuando llegué tenía dos opciones: comprar una casita y colocar un negocio o adquirir una finquita. Mi señora estaba de acuerdo con ambas así que decidimos hacer la que primero saliera. Por fortuna se dio lo de la tierrita, y así empezamos. Al principio me tocó muy duro. Tenía ganas de devolverme porque no estaba acostumbrado a trabajar con un machete. Pero resistí. Hoy en día mucha gente me dice que cómo se me ocurrió cambiar la ciudad por el campo, pero es que aquí está la libertad, aquí encuentra uno las cosas fresquitas y no está estresado. En el campo vivo amañado, contento”.

Las palabras de Humberto Arias —caficultor, 50 años, manos grandes y callosas—, reflejan el sentir de muchos campesinos de la zona. Porque estando aquí, en medio de estas montañas empinadas, sin el ruido del tráfico ni el miedo a la inseguridad constante de la ciudad, mientras se siente el olor a hierba fresca y se ven las nubes bajar hasta los picos más altos de los cerros, uno se da cuenta de que es verdad. De que el tiempo pasa más lento y la gente no vive prevenida. De que los caficultores hacen su trabajo con amor pese a que no es fácil recoger el café en medio de estas empinadas lomas. Y ahí uno entiende por qué este, precisamente este, es el mejor café del mundo.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

auditorio y polideportivo para Barichara




Auditorio y polideportivo promete en su visita a Barichara el gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, durante la clausura del Festival de Cine Verde (Festiver).

(Ver a partir del minuto 8)

PD: Recordamos hoy especialmente en su aniversario de nacimiento a Jaume Aymar y cómo no, los 9 años de fallecimiento de nuestro querido Alejito...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Océanos: tras las huellas del silencio en Festiver




Gran acierto llevar el Festiver (Festival de Cine Verde) a las veredas...

Las afortunadas: El Caucho, Santa Elena, Paramito, Guane.... esperemos que la próxima vez sean más...

Ayer, custodiados por la policía llegaron, una hora más tarde de lo anunciado, el 'camión pantalla' de RCN
y su equipo, para que todos los estudiantes de la escuela Paramito y unos pocos vecinos que asistimos, pudieramos visionar unos de los documentales
más caros de la historia: Océanos, una superproducción de los cineastas franceses Jacques Perrin y Jacques Cluzaud.

Océanos, es el nombre del trabajo que les llevó cuatro años de sus vidas durante los que estos apasionados al fondo marino se han adentrado en los lugares más recónditos e inaccesibles del planeta para conseguir imágenes nunca vistas en una sala de cine. En su periplo han catalogado hasta cinco mil nuevas especies marinas localizadas por los submarinistas alrededor de todo el mundo y han aprovechado para denunciar los brutales atentados que comete el hombre contra este paraíso, que, no olvidemos, cubre las dos terceras partes del globo.

Con un presupuesto de cincuenta millones de euros, en Océanos, se ha utilizado la tecnología más avanzada. Las cámaras con soportes hidrodinámicos han permitido a sus realizadores llegar a lugares inéditos, seguir a atunes y delfines, pasar del frio polar a las aguas más cálidas y, en definitiva, obtener imágenes de muy alta calidad de especies hasta ahora desconocidas, prometiendo al espectador un viaje único sin moverse de su silla.

Océanos; 2010, 100'. País: Francia. Dirección: Jaques Perrin y Jacques Cluzaud. Guión: Christophe Cheysson, Jacques Cluzaud, Laurent Debas, Stéphane Durand, Laurent Gaudé, Jacques Perrin, François Sarano. Música: Bruno Coulais. Fotografía: Luc Drion, Luciano Tovoli, Philippe Ros, Laurent Charbonnier, Christophe Pottier, Eric Borjesson, Laurent Fleutot, Thierry Thomas, Philippe Garguil, Olivier Gueneau. Productora: Coproducción Francia-Suiza-España-Mónaco; Galatée Films / Pathé / France 2 Cinéma / France 3 Cinéma / Notro Films / JMH-TSR.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Un problema de fe


Por: Julio César Londoño
El Espectador


Primero, una aclaración: soy ateo intermitente, es decir que a veces la Historia Sagrada me parece apenas una buena colección de cuentos fantásticos, y hay días en que soy el último insecto de la creación, consciente de mis límites y de los límites de la ciencia. Entonces huelo la cabeza de mi hijo, miro las estrellas y tiemblo.

Supongo que así somos todos, que nadie está libre de dudas. Y cuando estamos a punto de rendirnos ante los horrores del mundo, algo sucede —una puesta de sol, una canción, un acto de bondad— y recuperamos la fe.

Pero la fe no sirve para zanjar dudas teológicas porque el ateo es justamente una persona que carece de fe, es decir, de voluntad para creer lo increíble. Piensa que basta el hambre de un niño para derrumbar el orden divino del mundo. El creyente alega que la naturaleza es abundante y generosa, que el hambre es un engendro humano, una hija de la codicia. Si el ateo insiste: ¿Y los terremotos, la vejez, los virus, el cáncer? “Los caminos de Dios son inescrutables”, responderá el creyente, azorado pero escurridizo.

El hombre piadoso ve en todo la mano de Dios: en la rosa, el pájaro y el agua. Sabe que el milagro de la vida, la providencial conjunción de circunstancias que hizo posible la aparición de la vida, no pudo ser obra del azar. El ateo cree en el Azar por encima de todos los dioses, lo sabe capaz de grandes cosas siempre, máxime cuando ha dispuesto de todo el universo y de 13.700 millones de años para realizar sus ensayos, para inventar el cuarzo y la cal, ornitorrincos y murciélagos, santos y asesinos.

Stephen Jay Gould, el célebre paleontólogo de Harvard, veía en la ciencia y la religión dos maneras válidas de interpretar el mundo. Si agregamos el arte, tendremos un triángulo espléndido: la ciencia, que quiere descifrar el universo; el arte, que ya lo canta, ya lo maldice, y la religión, que lo sacraliza y lo cubre con velos de misterio.

Los ateos aseguran que las mitologías son unas cosmologías anticuadas ahora, cuando vivimos en un orden lógico. Los creyentes creen que ellas encierran hondas lecciones bajo el ropaje humilde y didáctico de la fábula. Quizá la religión y la ciencia sean extremos que se tocan en ciertos momentos, como en el Big Bang, ese instante extraordinario (o absurdo) en que el universo brotó de la nada, como Dios, esa criatura milagrosa (o fantástica) que se creó a sí mismo de la nada. (La alternativa también es incómoda: el universo, como Dios, no tiene principio ni fin).

Las religiones fueron necesarias porque contenían los primeros códigos de convivencia, las tradiciones y rituales necesarios para la vida de las naciones, para su cohesión y supervivencia. Algunos pensamos que sus tareas han sido asumidas por la historia, el derecho, la ciencia y la política. Los creyentes piensan que las religiones siguen siendo necesarias para mantener el orden moral. En cualquier caso, sería deseable contar con religiones sin dogmas, capaces de evolucionar con el tiempo, de dialogar tranquilamente con la ciencia, de unir los pueblos (religión viene del latín religare, unir), de tender puentes entre las naciones (pontífice, artífice de puentes) en lugar de atizar las hogueras del fanatismo. Si no, es mejor que desaparezcan y sean reemplazadas por “religiones laicas”, como los Derechos Humanos o el Protocolo de Kioto. No matarás. No torturarás. No tiznarás el aire. No enturbiarás las aguas.

Mientras tanto, deberíamos imitar a una amiga mía que no vacila para entrar al primer templo que encuentra en el camino —iglesia, spa, mezquita o sinagoga— y agradecer el agua y el pan, la tarde y el viento.

martes, 20 de septiembre de 2011

Festiver en Barichara


Para que todos los ojos abiertos vean

Desde hoy martes 20 y hasta el próximo sábado 24 de septiembre de 2011 se llevará a cabo el Festival de Cine Verde de Barichara, organizado por Festiver.

Festiver es una organización sin ánimo de lucro creada por los actores colombianos Toto Vega y Nórida Rodríguez con el propósito de organizar, realizar y promover el Primer Festival de Cine Ambiental de Colombia, Festival de Cine Verde de Barichara FESTIVER.

El objetivo de Festiver es concienciar a través de la cultura, utilizando el cine y los medios audiovisuales como vehículo, para acercarles a las personas información y entretenimiento, logrando sensibilización sobre el medio ambiente.

Festiver quiere inspirar a una nueva generación de artistas y de público informado que reconozca la importancia de preservar nuestro hábitat y todos los ecosistemas, así como colaborar con el enriquecimiento del panorama cultural, educativo y turístico de Colombia mediante la exhibición de contenidos cinematográficos y audiovisuales con temática ambiental, nacionales e internacionales y el desarrollo de procesos académicos, actividades artísticas, lúdicas y culturales orientados al cine y el medio ambiente.

Con el Festival de Cine Verde de Barichara, se asume el compromiso de crear una vez al año espacios y sitios de encuentro para realizadores, productores, directores, distribuidores y organismos de radiodifusión de material audiovisual. Así como para fabricantes, empresarios, académicos, ambientalistas y público en general interesados en el medio ambiente.

Festiver contará además de proyecciones al aire libre y en recinto cerrado con: Talleres, Foros, conferencias, espectáculos, mercado verde, muestras de arte e invitados nacionales e internacionales. El festival llegará también a las veredas con cine foros ambientales y talleres sobre el manejo del agua, siendo toda la programación de entrada libre y gratuita.

PROGRAMACIÓN DEL 20 AL 24 DE SEPTIEMBRE DE 2011

- Ceremonia de Inauguración.

- Talleres para niños, jóvenes y adultos orientados a promover y motivar el desarrollo de iniciativas audiovisuales y la creación y puesta en marcha de nuevos proyectos cinematográficos orientados al cuidado del medio ambiente.

- Cineforos ambientales y talleres sobre manejo del agua y llevados a las veredas.

- Proyección de largometrajes al aire libre durante las noches del festival en el Parque para las Artes Jorge Delgado Sierra.
- Proyección de nuestra selección oficial de películas ambientales durante los dias del festival de 9a.m. a 6p.m.

- Foros sobre cine y medio ambiente.

- Conferencias sobre cine y medio ambiente.

- Mesa de negocios verdes, para desarrollar reuniones bilaterales o multilaterales entre los participantes, con el fin de generar contactos y negocios relativos a los productos audiovisuales verdes.

- Rueda de proyectos en construcción, en la que los ganadores recibirán la asesoría de nuestros panelistas, conferencistas e invitados especiales.

- Mercado verde, donde se encontrarán variedad de productos ecológicos y amigables con el medio ambiente, y ofreceremos al público la línea de productos verdes con la marca FESTIVER.

- Noche de clausura y entrega de premios a los ganadores de la convocatoria, para estimular e incentivar la producción de cine y contenidos audiovisuales con temática ambiental.

Para más información, escribir a: festivercolombia@gmail.com


Elogio del vivir - Elogi del viure


Elogio del vivir

Ama tu oficio,
tu vocación,
tu estrella,
aquello para lo que sirves,
aquello en que realmente,
eres uno entre los hombres,
esfuérzate en tu quehacer
como si de cada detalle que piensas,
de cada palabra que dices,
de cada pieza que colocas,
de cada martillazo que das,
dependiese la salvación de la humanidad.
Porque depende, créeme.
Si olvidándote de ti mismo
haces todo lo que puedes en tu trabajo,
haces más que el emperador que rige
automáticamente sus estados;
haces más que el que inventa teorías universales
sólo para satisfacer su vanidad,
haces más que el político, que el agitador,
que el que gobierna.
Puedes despreciar todo esto
y el arreglo del mundo.
El mundo se arreglaría bien solo,
sólo con que cada uno
cumpliera su deber con amor,
en su casa.



Elogi del viure


Estima el teu ofici,
la teva vocació,
la teva estrella,
allò pel que serveixes,
allò en que realment,
ets un entre els homes,
esforçat en el teu quefer
com si de cada detall que penses,
de cada paraula que dius,
de cada peça que poses,
de cada cop de martell que dones,
en depengués la salvació de la humanitat.
Perquè en depén, creu-me.
Si oblidan-te de tu mateix
fas tot el que pots en el teu treball,
fas més que un emperador que regeix
automàticament els seus estats;
fas més que el que inventa teories universals
només per satisfer la seva vanitat,
fas més que el polític, que l' agitador,
que el que governa.
Pots desdenyar tot això
i l' adobament del món.
El món s' adobaria bé tot sol,
només que cadascí
fes el seu deure amb amor,
a casa seva.

Joan Maragall
(Barcelona, 10 de octubre de 1860 - íd., 20 de diciembre de 1911)


lunes, 19 de septiembre de 2011

no miedo


Tomado de: Comando Dharma

Durante una guerra civil en el Japón, la armada rebelde invadió una ciudad legitimista. Todos los habitantes habían huido, como así también todos los monjes del templo zen de esta ciudad. Todos salvo el Maestro.

El general fue al templo y no le gustó nada el frío recibimiento del maestro ni tampoco la poca consideración que le manifestó:

- “Sabe usted que tiene delante suyo a un hombre capaz de partirlo por la mitad sin ni siquiera pestañear?”

- Y usted, contestó el maestro, ¿sabe que tiene delante suyo a un hombre listo a dejarse partir por la mitad sin ni siquiera pestañear?

El general se quedó un momento silencioso, se inclinó, y emprendió la retirada
.


domingo, 18 de septiembre de 2011

Solar Roast Coffee. Café ecológico con energía solar


Solar Roast Coffee es una iniciativa empresarial de dos hermanos Michael y David Hartkop, que empezó a funcionar en el año 2004 en Oregon en el noroeste de los EE.UU. Un sitio no muy apropiado precisamente para iniciar proyectos basados en la energía solar, pero así es el hombre cuando se propone algo. Debemos tomar nota de esto, aprender y tomar la iniciativa. Sigamos el ejemplo de Alemania y su capacidad para producir energía solar, en comparación con España, donde siempre luce el Sol y no sabemos aprovecharlo también como ellos.

En estos momentos la central del negocio esta situada en la ciudad de Pueblo en el estado de Colorado. Hasta el momento, han desarrollado cuatro modelos de tostadores de café solares, empezando con uno que fabricaron con una vieja antena parabólica y 100 espejos de plástico y que permitía tostar 450 gramos de café por sesión.

Al finalizar su primer tostado se dieron cuenta de que el café obtenido tenía muy buen sabor y además era el más respetuoso con el medio ambiente de cuantos se producen en el mundo. Se han ido desarrollando más modelos de tostadores con mayores capacidades, hasta que en estos momentos distribuyen en alrededor de 60 puntos de venta al mayor en los EE.UU., tienen dos cafeterías en la ciudad de Pueblo que se abastecen con sus productos, y están empezando a vender en Alemania, con lo cual han iniciado su expansión a nivel global.

En estos momentos están diseñando el último modelo de esta serie, que además de tostar café podrá en momentos en los que esto no sea necesario, dedicarse a calentar agua para el suministro de una de las cafeterías. Esta iniciativa nos muestra que todo está por hacer en el campo de las energías alternativas, en el desarrollo de las mismas, y en las posibilidades de negocio que se nos abren.

En un corto periodo de tiempo, esta pareja de emprendedores que empezaron en una zona poco adecuada para este tipo de industria, han puesto en pie un negocio al que ya sólo le queda crecer. Confiamos en que sigan con los mismos planteamientos empresariales y medio ambientales y que tal como dicen en su web, continúen con la idea de:

“Producir el mejor café orgánico tostado con los rayos del sol y motivar y ayudar a otros a que usen el más preciado de los recursos renovables”.

Visto en: generatuenergia.com


sábado, 17 de septiembre de 2011

camaleón



Con ayuda de Manuela, hicimos nuestra primera recogida de café, a lo que también se le conoce como 'primer pepeo' y estando en esas labores apareció este camaleón, que luego de fotografíar y contemplar, volvimos a dejar en el sitio hallado.

viernes, 16 de septiembre de 2011

y se fueron...



Y finalmente vendimos las vacas.. y luego las vimos 'aparcadas' a la entrada del pueblo... qué guayabo... pero salimos de ese karma.. adiós Reina.. adiós Lulu...

domingo, 11 de septiembre de 2011

¿Un café tipo grand cru?


Cafés colombianos especiales
Hugo Sabogal
El Espectador


Granos excepcionales y calidad en la taza, nuevo modelo de negocio.

Hasta hace poco tiempo los cafés finos pertenecían a muy pocas categorías: los de mezcla —resultado de combinar partidas de distintos orígenes con base en la calidad de taza—, los de selección —que constituyen el eje de las exportaciones colombianas al mundo— y los especiales (de origen o de finca), que representan el rubro de mayor crecimiento entre consumidores cada vez más experimentados.

Esta escala, por sí sola, ya representa un salto mayúsculo en la nueva dinámica de oferta y demanda de café, pues, por mucho tiempo, la bebida no iba más allá de ser considerada una materia prima básica, con poco valor agregado. La gente bebía café sin darle mayor importancia ni a su variedad ni a su origen, y a muy pocas personas les interesaba descubrir la riqueza aromática y gustativa del grano, que, incluso, puede llegar a ser más compleja que la del vino.

En los últimos dos años, sin embargo, han surgido nuevos modelos de negocio, que forzosamente llevan a los jugadores a buscar otras definiciones para su tipo de oferta. Dos de las más recientes son: los boutique coffee roasters (cafés de tostadores tipo boutique) y los grand cru coffees, o sea, los que se obtienen de una selección adicional de granos ya excepcionales.

En Colombia el fenómeno apenas comienza y, por ahora, tiene un exponente: Steven Sutton, de la empresa colombiana Devotion, quien ha invertido tiempo y dinero para sacar adelante este nuevo modelo de encarar la actividad.

Formado como ingeniero de sonido en Boston University, Sutton entró en el mundo del café por casualidad. Parte de su familia se dedicaba a la floricultura y, ante los riesgos inherentes a ese sector, aceptó una oferta de vincularse al negocio de los cafés colombianos especiales, que hace ocho años experimentaban un auge inusitado, especialmente en los mercados de Estados Unidos y Europa.

En su búsqueda de diferenciación, Sutton empezó a construir una red de proveedores campesinos en 18 regiones cafeteras, visitándolos personalmente. Su meta era encontrar lotes particulares de cafés ya especiales, por los cuales pagaba un bono adicional. Su meta era incrustarse en la categoría de los boutique coffee roasters, considerada, hasta ese momento, la de mayor generación de ingresos y valor. El segundo paso, en su ruta hacia la conformación de un café grand cru, fue someter las partidas seleccionadas a un proceso de maduración, muy similar al del añejamiento de los vinos de calidad. Este paso aporta mayor suavidad y elegancia a la taza final.

Sus fuentes de inspiración han sido firmas de larga tradición en el rubro de los cafés de lujo, como Illy, de Italia, e Intelligentsia Coffee, de Chicago, a las que ha estudiado detenidamente. “Las investigaciones me han llevado a concluir que si uno quiere hacer el café sin paralelos tiene que extremar la búsqueda y la selección, y luego conseguir la maduración perfecta”. Por cafés de este tipo el mercado está dispuesto a pagar por encima de US$150 por libra, como ocurre con su línea de café Geisha, producida con granos comprados por Sutton a dos finqueros colombianos.

El modelo le ha rendido frutos y Sutton se prepara para llevar sus cafés a los círculos más exclusivos de compradores en Nueva York, mediante la apertura de una oficina propia en Manhattan, porque hasta ahora los ha vendido en Estados Unidos a través de intermediarios o de su portal de internet.

viernes, 2 de septiembre de 2011

no entendemos de palabras


(...) Permíteme que te hable de los pingüinos, esas aves patosas que habitan a millones en la desierta antártida. Cuando las crías de los pingüinos salen de sus huevos, los padres han de dejaralas solas para irse al mar en busca de comida. Esto plantea un grave problema, porque los pequeños pingüinos se encuentran recubiertos de un plumón tan ligero que resultaría insuficiente para mantenerlos vivos en las temperaturas extremadamente frías del polo sur. Entonces lo que hacen los pollos es quedarse todos juntos sobre sus islotes de hielo, miles de pingüinos recién nacidos apretujados los unos contra los otros para darse calor. Pero para que los que se encuentran en la parte exterior del grupo no se congelen, los pollitos permanecen en constante movimiento rotatorio, de manera que ningura cría tenga que estar a la intemperie más de unos segundos. De haber sido llevada a cabo, por hombres y mujeres, esta ingeniosa artimaña colectiva se habría entendido como una muestra de la solidaridad humana; pero los pollos de los pingüinos al contrario que nosotros, no entienden de palabras, y si se protegen los unos a los otros es porque así tienen más esperanzas de sobrevivir: es una generosidad dictada por la memoria genética, por la sabiduría bruta de las células. Lo que te quiero decir con todo esto, Lucia, es que lo que llamanos el BIEN está ya presente en la entraña misma de las cosas, en los animales irracionales, en la materia ciega. El mundo no es sólo furor y violencia y caos, sino también esos pingüinos ordenados y fraternales. No hay que tener tanto miedo a la realidad, porque no es sólo terrible, sino también hermosa. (...)
La Hija del Caníbal
Rosa Montero
Espasa